Si Ernest Hemingway viviera, el torero José Tomás sería seguramente protagonista de alguna de sus novelas.
Sol y Sombra
La vuelta de José Tomás a los ruedos, mañana en Valencia, después de quince meses de sufrir una cornada que casi le cuesta la vida en Aguascalientes (México), es, sin duda, el gran acontecimiento de la temporada por su enorme repercusión.
El regreso a los ruedos de Tomás no ha hecho sino acrecentar el mito. Tomás tomó la alternativa en 1996 y en los años sucesivos se convirtió en uno de los ídolos de la afición española, abriendo una y otra vez la puerta grande de las plazas más exigentes como lo son Madrid o Sevilla. Pero en la cima de su carrera, en el 2002, decidió retirarse temporalmente, porque no encontraba ni la motivación ni las ganas de enfrentarse a los cornúpetas. Regresó cinco años después sin perder un ápice su temple y arte de alto voltaje, aunque recortando significativamente el número de corridas por temporada.
El impacto económico y social de las actuaciones de Tomás en las temporadas 2007-2010 se refleja en un estudio del profesor de Teoría Económica de la Universidad de Extremadura Juan Medina, que señala unos movimientos de 91,7 millones de euros (132 millones de dólares), de los que 37,9 (54,5) son ingresos directos en taquilla por la presencia de 757.612 espectadores en los 62 festejos en los que se anunciaba. Cifras cuya espectacularidad se repetirá mañana, pues, según Medina, la reaparición del torero generará un volumen de negocio de 2.092.358 de euros en la región valenciana, en el este de España.
Su caché es el más alto que se conoce en la historia del toreo -aunque su cifra exacta se mantiene en secreto-, como el que hace cuarenta años tuvo Manuel Benítez “El Cordobés”, el anterior gran revolucionario de este arte. Ni Boix ni el empresario Simón Casas quisieron desvelar el dinero cobrado por Tomás en Valencia. Pero algunos medios locales desvelaron que la cifra nos sería inferior a los 300.000 euros (431.230 dólares), prácticamente el doble de lo que gana cualquier figura del toreo en España.
Pero la diferencia entre “El Cordobés” y Tomás es que aquél se dejó anunciar con todas las figuras del momento, mientras que este se hace acompañar de “dos más”, salvo raras excepciones, como el caso de Juan Mora, que finalmente no actuará mañana en Valencia por estar convaleciente del percance que sufrió hace unos días en Pamplona. El lugar de Mora será ocupado por Víctor Mora y el joven matador de toros mexicano Arturo Salvidar completara la tercia, con toros de la ganadería de El Pilar ante 12.000 espectadores que abarrotarán el coso valenciano
Como ocurrió con Benítez, valentía y arrojo son las características del estilo de Tomás, siempre al límite de la tragedia, pero sin desdeñar la pureza y la profundidad que también atesora. Lo explicó el gran Antonio Ordóñez, al referirse a la rotundidad del madrileño en la forma de citar al toro: “pone el cuerpo donde los demás la muleta”. Es lo que inevitablemente le ha costado pasar por el quirófano nada menos que en diecisiete ocasiones. Aunque no hay que centrar ahí su leyenda.
Porque, como en todo fenómeno social, y Tomás lo es por ese enorme tirón en las taquillas y los espacios que acapara en los medios de comunicación nacionales e internacionales, también contribuye a tanta fama la incógnita de su infranqueable personalidad y su condición de hombre reservado. “Es una persona tímida, muy seria, muy reflexiva, celoso de su privacidad y comprometido con su libertad y su independencia”, afirmó Boix.
“No es cerrado, como suele decirse”, añadió la fotógrafa alemana Bartels-Suermondt una fotógrafa alemana que lleva 15 años siguiendo al maestro español y ha publicado dos libros sobre su figura. “Es una persona muy amable, muy abierta. Escucha mucho a su gente. Es muy culto, muy lector. Le gusta la tranquilidad. Tiene una intensidad brutal, una intensidad bellísima con la gente” añadió la alemana.
Pero la realidad es que no habla con los periodistas. Con ninguno. En alguna ocasión ha habido quienes se han lanzado a la aventura de poner ciertas manifestaciones en su boca y ha sido el propio Tomás quien lo ha denunciado en alguna de sus escasas apariciones públicas, que suelen estar relacionadas con fines benéficos de la fundación que lleva su nombre.
Han hablado los hoteleros valencianos, por medio de un portavoz para anunciar que la ocupación ha crecido este fin de semana, como era de esperar, al diputado de Asuntos Taurinos y Turismo, Isidro Prieto, que corrobora lo anterior diciendo que “el impacto JT para la economía de la ciudad es brutal”. “Casi, casi diría que torea gratis”, dijo Simón Casas. “Lo que va a ganar es mucho menos que lo que va a producir”.
José Miguel Arroyo “Joselito”, ha tenido su espacio en este regreso para reconocer que Tomás le superó en muchas ocasiones, en las que le pareció “infranqueable”. No falta el desmentido al morbo que sacude el estilo y la valerosa actitud del torero, desde la advertencia de la propia madre, Isabel, que asegura que su hijo “no quiere morir en la plaza: quiere vivir, ama la vida”.
Y, por supuesto, el apoderado, Salvador Boix, que asume la ausencia continuada de su mentor en los medios, atendiéndolos con amabilidad y tino en las respuestas. “Mañana van a descubrir a un nuevo José Tomás, todavía más variado y profundo en su toreo”, ha anunciado.
Boix advierte que después de Valencia quedarán solo ocho tardes más. Hacía muchos años que la reventa no hacia tanto el agosto. Pese a todo, el apoderado de José Tomás espera “lo mejor mañana. Todo está a punto. Ahora sólo queda esperar que los toros embistan, que haya suerte y que pueda brindar una gran tarde de toros”, concluye Salvador Boix.
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