
Previo a la llegada de los Carnavales tres corridas en tres importantes plazas mexicanas orientan nuestro Radar. En dos de ellas el toro es el principal protagonista, quedando la intrigante interrogante de saber si en La México puede aparecer el toro que toda esta Temporada estamos esperando. Aun es tiempo.
Por: Luis Eduardo Maya Lora – De SOL Y SOMBRA.
Son tres los festejos que componen un fin de semana taurinamente con mucho fondo, principalmente porque lo que tendría que ser la norma y hoy es la excepción aparecerá por los toriles de tres importantes plazas de toros.
Añadamos lo ocurrido en Mérida ya reseñado en De SOL Y SOMBRA y muy posiblemente comiencen a presentarse los primeros síntomas de recuperación, apenas nacientes, del orden taurino natural.
La Fiesta es particularmente de toros, tal como los begoñas que sorprendieron por lo grueso de sus cepas en la Península la semana pasada, lo armados y ofensivos que son los barralvas –atanasios- para El Domo y por supuesto la belleza reinante del ensabinado encierro de Tenexac a lidiarse en la capital de Tlaxcala.
Y nos encantaría agregar, como puede ocurrir por descontado, el encierro de La México. Pero las fotos engañan, de ahí que llegue una reserva en nuestro juicio. No obstante, en esta ocasión, creemos que será para bien y la fina corrida objeto de la discordia que presenta Julián Hamdan remontará dudas y malos precedentes.
Dentro de lo anterior existe un hecho, por supuesto, poco cantado por la prensa oficialista y la medianía militante de la mayoría agremiada, que consiste en apreciar los festejos taurinos pensando un poco más en el toro tal como se dijo en De SOL Y SOMBRA respecto a la corrida de Mérida: “Así de simple, de toros”. Esto que al entendimiento de la prensa oficialista es casi imposible de promocionar, que “no vende”, tendría que ser lo más importante y lo fundamental en toda pieza taurina que al público se ofrezca.
Así tenemos que se sigue perdiendo el tiempo en dilucidar si hay que “defender” lo que se debe hacer valer como vigente y reparamos poco en que en Mérida –total, “como está muy lejos”- imperó la razón y la seriedad con los toreros saliendo a un encierro en serio. Si no, veamos la nula difusión del festejo, responsabilidad compartida de medios, apoderados y empresa que poco abonan a la promoción.
Tal suerte parecen correr los carteles de hoy en El Domo potosino y la enigmática Ranchero Aguilar, perdiéndose en la nula difusión y dejando claro que el esfuerzo de juntar toros y toreros en serio puede quedarse en la cortedad y la ceguera.
No pedimos ya televisión, aunque ambas plazas, la moderna y la clásica, la potosina y la tlaxcalteca, por el espectáculo planteado, la merezcan. En algo que decimos no sin pesar, la tele poco ha impulsado al espectáculo, empezando con la plana, monográfica, morosa y repetitiva imagen que se ofrece cada corrida de Temporada Grande respecto de lo visual, no digamos ya de lo hablado. Así, el orginiariamente interés televisivo acaba en decepción taurina.
Tampoco hablamos del fomento que podría acarrear el uso responsable de la televisión y los toros, esencialmente por parte del “canal oficial” de la televisión por cable que con un poco de inventiva, taurinismo y dedicación habría de ser un revulsivo para el espectáculo. Esto parece sumamente lejos. Como no hay quien pague, no hay quien mande. Y hoy, todo en la Fiesta en México parece que tiene que ser un traje a la medida.
Los toros afortunadamente no saben de esto. Ni si Fermín Rivera debuta en el Domo o si “El Payo” busca desesperadamente “al que le saque a puerto” y permita recuperar el sitio. Solo se sabe que salirle a los barralvas, de llegar intactos a la plaza, representa todo un reto y un riesgo que habla y bien de ambos jóvenes toreros, ojalá y la escalada de enfrentar a los atanasios queretanos tuviese repercusión y no se quedase solo chismes taurinos.
Por lo demás, esperemos el viernes le venga mejor al Domo, un escenario de lujo que corridas como las de hoy, con la presencia de Hermoso de Mendoza en su acostumbrada noche de viernes en El Bajío, brinde todo el realce. Si está el toro serio en la Plaza, señores aficionados, hay que acudir.
Lo mismo ocurre mañana en el Coso de Jorge “El Ranchero” Aguilar, uno de los sitios taurinos más hermosos en el mundo. La “Tacita de Plata” trae desde Terrenate, ahí nomás tras lomita, a los siempre guapos cárdenos de Tenexac, de mexicanísimas raíces. El toro de Tenexac, como su Hacienda que los guarda, debiera ser Patrimonio de la Nación. Es al menos patrimonio del toreo y por eso toda la importancia del mundo debemos darles, empezando por los propios taurinos. Además será por una causa benéfica, la del DIF local.
Recuerdo a Federico Pizarro una tarde en plenitud en Huamantla. Tal como lo dijimos el pasado sábado tras verle en La Florecita, el corazón y el alma que tanto le hemos reclamado parecen aparecer e ilusionar a los que siempre le hemos considerado entre los toreros con sello. En ese sentido, Jerónimo, el fuego guardado de cuatro volcanes, en su Plaza y a su aire, se va a entender con tales toros, justo como lo hicier en aquella magnífica faena en Tijuana cuando desorejó el cárdeno misterio de un espléndido tenexac.
Entiendo y aplaudo el esfuerzo por traer a Eduardo Gallo, iremos con gusto a verle pero a como está el pescado taurino en México, dejar fuera a algún torero de mayor categoría –mexicano o de cualquier parte- suena a premio de desconsolación. Ojalá y esta corrida no adolezca de remate por parte de las muletas que tendrá enfrente. Insto a la afición tlaxcalteca a acudir a su Plaza.
Y delante de nosotros queda el cartel de México. Tercera actuación de “Zotoluco”, que será delante de un encierro que muy posiblemente “le dejará estar” que “se prestará” para la actual condición del de Azcapotzalco que entre tantos desarmes, tras tantos años, viene como un invitado francamente muy incómodo, solo su manejo de los trastos podrá cambiar lo que parece inevitable, el inexorable crepúsculo de su carrera.
Tras enfrentar a uno de esos toros de Barralva –como esperamos que salgan hoy en El Domo- que ya están en campaña para ser considerados como toro de la Temporada, Joselito Adame vuelve a La México para también su tercera actuación.
Y vuelve para disipar dudas, tras ser incluido en este cartel justo cuando –como ya apuntamos- el pescado está más caro que nunca. Esperamos entonces que su toreo se eleve a esa paridad, donde no cambie los centenarios por moneda de curso corriente, sino que encuentre el oro de su toreo a partir un encierro que puede no ser el mejor para su estilo.
Porque Julián Hamdan siempre nos ofrece hechura buena, pero igualmente flojedad y sosería, conste aquí que a veces, salvo aquel “Señor Rector” – y a medias porque solo tuvo un buen lado derecho que duró poco- sus toros pasan mucho y embisten menos. Quiera Dios y lo bello de su tipo no nos defrauden.
Algún día alternaron Mariano Ramos y José María Manzanares en obligado mano a mano, echaron para adelante con una corrida de José Julián Llaguno, televisada por supuesto. Para que luego se pregunte la gente, cuál es el toro de La México. Plaza llena, figuras en el cartel, toro serio –no más- televisión y triunfo.
Un torero poderoso y otro artista conjugaron aquella tarde donde el del poder llevó la mejor parte. Pero el factor toro, determinó y dictó el devenir del festejo, incluso antes de comenzar el mismo. Para José María Manzanares, segundo espada del cartel, torero con sello y clase, marítimo y de fuego, la pelea en terrenos del arte será máxima -esperemos- con el toro, mínima con sus alternantes.
Aguardaríamos verle -hoy hay con qué- donde se le apriete en ese terreno pero la cosa está como está, demsiado cómoda. Por ello, ante la flojedad y la sosería, se imponen el aliviador temple y la consolante majestad. Así, entre “Azules y Corintos” habrá José María de navegar con viento a favor e inundar el coso de Insurgentes con el ritmo y apostura que imperiales tiene a su toreo mandando sobre todos.
Este será el gran alumbramiento de la tarde, ojalá –como tiene que ser- el gran público tome la convocatoria, claro en el caso que nos consideramos taurinos de planta y no de plantón. La historia es la cita, el domingo es su hora y su tiempo es todas las tardes de todos los días. Nosotros no somos taurinos de medio tiempo.
Todo esto es y puede ser glorioso. “A ver si se enteran de lo que están viendo que lo que están viendo no lo volverán a ver en su p… vida.” Y nos referimos a la de los toros y a la de los toreros.
Que poco taurino y poca categoría tiene faltar a una cita. ¿Fallaremos a la del toro bravo? A menos que la que tendría que ser la norma sea hoy la excepción.
Twitter: @CaballoNegroII.
PS. Ha muerto José María Vallejo el gran crítico malagueño al que durante mucho tiempo seguimos en su comentario taurino en la Cadena SER española. El andalucismo y la elegancia hecha crítica se extrañará en un ambiente envuelto entre guerras y guerrillas taurinas que seguramente habría sido el primero en condenar. Una pena su partida.
Una respuesta a “Radar Taurino – En Tiempo y Hora. Sobre el Toro y la Vuelta de Manzanares a La México.”
Ciertamente critiqué encarnecida mente el toreo del “Chintololo” en los principios de su carrera pero un mérito nunca pude negar: el desenfado para andarle en la cara a los toros con valor sereno y hasta espartano.
Hoy pocos recuerdan las corridas que le tocaron en España y la hazaña de enfrentar los duros encierros de Miura por ejemplo…
Cierto, su desempeño se ha visto empañado por la incertidumbre.
Incertidumbre que acompañó en su momento a figuras como Miguel Espinosa “Armillita” o (toda proporción guardada) a Rodolfo Rodríguez “El Pana” en los albores de su carrera.
No, no justifico el quehacer taurino de Eulalio, simplemente y con respeto guardo la esperanza de que como el Ave Fénix, resurja y tome el timón de mando de la fiesta en México llena de muchas esperanzas pero ninguna cristalizada al momento….
Salud!