Entre Cárdenos y Obscuros – Pizarro a hombros en Tlaxcala.

El Sol salió en Tlaxcala. Gallo lo trajo en su toreo.

La esperada corrida de Tenexac decepciona por floja y desrazada, por incluso mansa y débil. Aun bajo un cielo diluido entre nubes asaltilladas alcanza Eduardo Gallo a mostrar lo más torero de la tarde donde Jerónimo hace notar la vigencia de su pasión taurina no obstante su falta de ritmo. En medio de este escenario, Federico Pizarro se encuentra con una salida a hombros que habrá que matizar.

Por: Luis Eduardo Maya Lora De SOL Y SOMBRA. Tlaxcala.

Siguiendo el hilo del resultado de la corrida, Federico Pizarro ha de llevarse la mayor parte del análisis con tres orejas en la espuerta y una salida a hombros. Pero puestos a analizar es Eduardo Gallo quien, con el lote más complicado y desrazado, ha estado en torero, seco y recio que ha extendido las posibilidades de su lote.

Esas posibilidades que, de lote a lote, solo han tenido los toros que tocan en suerte a Pizarro y Jerónimo, son las mismas que paso a paso han diluido la esperanza de una tarde taurina que ha traído en Tlaxcala. Entrada tipo “Campanario”, entero arriba y mitad abajo y solo en sombra. Encierro cárdeno en tonos claros, arromerados y uno obscuro, el cuarto, que han traído algo peor que la mansedumbre, la flojedad.

Solo eso es algo peor que la mansedumbre, cuando el toro se cae, se cae la Fiesta. Y Tenexac se ha caído en todos sentidos, en bravura y en fuerza.

A la salida del primero, la cosa no es clara. Pizarro trata de pararle pero el cárdeno está lastimado. Federico aun lo intenta tras brevísimo puyazo por chicuelinas de las cuales el toro cae y de ahí alivia a pies juntos. Una y dos banderillas. Pizarro alivia alternando, se gusta caminando y gana pasos para rematar de costado a pies juntos. En los medios, pese al temple, el toro lo tiene muy complicado a campo abierto.

Viene el molinete de rodillas, los derechazos pero la cara alta y la flojedad se cargan todo pese al intento de Pizarro que encadena nuevos molinetes de hinojos con el toro a menos. Pese al espadazo caído la oreja que otorga uno de los más infames personajes del mundo taurino, el “pintoresco” Juez de Plaza del Coso de Aguilar, termina por inaugurar una tarde que comienza numéricamente con buen augurio.

Este se extiende con Jerónimo a la verónica donde destaca aunque algo rápido en su trazo. Alivia a pies juntos y remata perfecto en la larga de pie con que remata su quite. Jerónimo es un artista y no a medias, el toro es pronto y obediente a los cites pero la realidad es que el final de la embestida se queda corto. Viene el ajuste de la muleta algo retrasada. Destaca al natural, incluso de frente donde lleva el toro a la cadera.

Pinchazo de Jerónimo al que el ritmo le falta pero el sello le sobra. Cosa que volvemos a ver ante el quinto con el que, a pesar de su inicio manso, la quietud del tlaxcalteca le ayuda para llevarle largo, a pesar de eso el tenexac se queda corto no obstante el corazón del torero es largo es intenso pero hace falta soltura, esa que tampoco tiene o encuentra en la suerte suprema. Nuevo pinchazo y decepción, incluso de los del Campanario que lo tienen en la lista de bien amados, porque bien se lo ha ganado.

Pronto Jerónimo, con ritmo y tiempo debidos, tomará ese compás que bien puede elevar su irrenunciable torería al sitio aguardado. Aun es tiempo.

Hay que esperar a que Eduardo Gallo venga a alinear y ordenar el desorden de la Plaza, con una banda que inoportunamente tira la música, con una afición dispersa y la vendimia molesta, cuando saluda. Las verónicas se imponen a la protesta del toro e incluso lo rajado en varas y la listeza de banderillas del desrazado astado. Con el cuello el cárdeno protesta, con las manos se defiende y Gallo quieto se queda oponiendo el valor a lo desrazado.

Le alterna al principio, destacan los de la firma. Corre la mano con la derecha, desplaza perfecto, vertical y templado en la mejor tanda de la faena, quizá de la tarde, sonaba “Gallito” y la solución aportada por el torero a lo manso del toro era digna de la inteligencia en el toreo. Sobre la zurda, en el tercio cerca de matadores, Eduardo Gallo lo ha bordado, los remates magníficos y la gente en la faena cuando el pinchazo echa hielo al fuego.

Con el sexto ha sido imposible, por débil al extremo y manso. Pero delante del toril, Gallo extrajo dos naturales modélicos pero el toro se cae tanto como la espada del salmantino que se deja las orejas en la muerte del estoque. Sería un gusto verle de nuevo.

El toro de la corrida ha sido el cuarto. Esto es tan solo una percepción, más cercano a lo Piedras Negras. Pizarro, calma con el brindis a la Porra Libre y a los agentes de fricción, el mitin del público de sol que todo el tiempo interpela a grito pelado a subalternos y principalmente al Juez de Plaza, por demás merecidamente.

Este astado, cárdeno oscuro y reunido de pitones tiene clase y calidad pero el puyazo pezuñero lo deja débil sin poderse desplazar pero en una distancia muy exacta y con temple, es decir sin enganchar, el torero capitalino solo por momento se centra, a veces le enganchan y el toro no camina, es decir no obtiene lo que del torero se espera, buen trato y ligazón.

Sin embargo, Federico remonta y con las manoletinas brinda aire para que con ello encuentre posteriormente encuentre el espadazo de la tarde. Una oreja era suficiente pero el usía regala la segunda. Pizarro sale a hombros tras su esfuerzo no obstante queda la reserva de verle con un toro que pueda más.

El sol abrió en ese cuarto toro la encapotada cúpula que cubre el campanario, salió justamente con un toro que tuvo más de lo que esperamos del toro de lidia, grandeza.

Por momentos se encuentra en las Plazas de toros, tan desigual y tan poco frecuente que seguimos viviendo a medias. Esperemos que esto no sea la regla porque en lugar de regla será una vara que castigue será peor que un bajonazo.

Que no sea, por favor, a costa del toro bravo. Por muy gris que su capa sea.

Twitter: @CaballoNegroII.

RESUMEN DEL FESTEJO.

Plaza de Toros Jorge “El Ranchero” Aguilar. Sábado 18 de febrero de 2012. Corrida de toros a beneficio del DIF local. Menos de media plaza en tarde nublada con tenue sol a partir del quinto.

6 toros, 6 de Tenexac (Divisa verde, negro y rojo) Desiguales de presencia. Faltos de fuerza en general, mansos y descastados. Destacaron el segundo y el cuarto.

Federico Pizarro (Malva y oro) Oreja y dos orejas. Salida a hombros. Jerónimo (Azul rey y oro) Palmas y ovación con saludos. Eduardo Gallo (Carmesí y oro) Vuelta y ovación.

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