Badajoz: Los toreros por encima de la diminuta y descastada corrida de Nuñez del Cuvillo.

20130625-192909.jpg

Por Juan Ángel Franco – Badajoz.

La última jornada taurina de la feria de Badajoz comenzó con una misa matinal en el túnel de cuadrillas, en recuerdo de quien fuera durante muchos años veterinario de la plaza, Feliciano Gallego, quien falleciera hace un año.

Antes de ello, sus compañeros habían tenido sus diferencias de criterios a causa de un toro, el número 133, al que no daban por apto ante sus aparentes problemas de vista. A pesar de haber más toros, las cuadrillas se empeñaron en que el ejemplar veía y debía ser del lote. La autoridad, tras escuchar los motivos, admitió una tercera opinión de otro veterinario que no apreciaba signos que impidieran su lidia. Saldría en segundo lugar.

A la vista de lo que fue saliendo por los chiqueros, a nadie debe extrañar que ya anden por ahí cambiando el nombre de la ganadería por la de ‘Nuñez del gatillo’.

Muy escasos de presencia y juego.

Gracias a que los toreros estuvieron
muy por encima de ellos. Se tapaban algo por los pitones que presentaban. No hubo uno que diera signos de un atisbo de cierta bravura. Claro que lo de ver hoy un toro bravo es casi tan raro como ver a una tuna dando una serenata. No embisten con codicia pero tampoco molestan, así que en cuanto puedan, se apuntan a otra monada de estas. El personal se cansa y luego no acude. Ayer, media plaza con tres figuras. Esto esta más feo de lo que parece.

Salió el primero, se le vio flojito, lo picaron trasero, anduvo distraído en banderillas, y con la moda de llevar los toros a los burladeros al comienzo de faena, derrotó dos veces, se cayó, se partió la pata por el menudillo y se acabó la función.

Al cuarto, acucharado de pitones y con algo más de presencia, sin asustar, Morante lo embarcó a la verónica sin estirarse mucho. La mejor la de cierre en los medios. Arrebatadas las chicuelinas del quite, alguna muy lenta, casi tanto como las obras del Ave Madrid-Badajoz. Saludó Paco Peña en banderillas tras salir apurado.

Morante puso empaque con la muleta ante el noble animal, gusto, temple y cadencia en las series sin poder bajar la mano. Sobre la izquierda, solamente hilvanaba dos, no ligaba el tercero, colocado al hilo del pitón.

Muletazos de mucho sabor en faena intermitente, bien rematada, con los naturales de frente a pies juntos. Tras pinchazo y estocada le reconocieron su buen gusto con una oreja.

‘Aguaclara’ se llamaba el diminuto, además de flaco, jabonero de las discordias matutinas que salió en segundo lugar, Perera lo lanceó con facilidad. No empujó en el caballo. El quite del matador fue variado con dos chicuelinas, una tafallera y un delantal. Toro distraído y apretando a tablas en banderillas, tercio en el que lució Juan Sierra.

Pronto lo llevo Perera a medios y acudió al engaño protestando el jabonero. Si lo sometía por bajo, le perdía las manos. Era toro sin alma, de poco recorrido.

Lo pasaba el torero sin molestar. Por el izquierdo, le fue más largo y aprovechó la bondad del toro para ligarle una tanda de naturales de meritorio recorrido. Le dio tiempos entre series para ver si se recuperaba pero solamente lo hacía en el primer muletazo. Era repetidor, pero sin empuje y el torero intentó sacar algo de donde ya era casi imposible pues acabó entrando al paso hasta desarmar el torero. Fue faena en la que era imposible la emoción. Dos pinchazos, un metisaca y una estocada acabaron con el discutido toro que, ciertamente, entre sus muchos defectos no estuvo el de la visión.

Castaño de capa fue su segundo al que lanceó a pies juntos y ganándole terreno hasta los medios. Apenas le hicieron sangre ni para un análisis en el caballo. Otro variado quite intercalando tafalleras, gaoneras y ayudados a una mano. Esperó el toro en banderillas y saludó Joselito Gutiérrez.

Lo brindo Miguel Ángel al público. Le vino de largo el toro y lo recibió quieto como un poste pasándolo por alto siete veces.

Estuvo el torero firme y asentado citando muy en largo para meter al toro en la muleta y llevarlo muy largo y con suavidad sobre la mano derecha, tirando de temple cuando el toro comenzó a recortar el viaje.

Sobre la zurda tardó el de Cuvillo pero, muy asentado el torero le engarzó dos buenas tandas abriendo el compás para tirar del toro que ya no quería pelea y sintiéndose podido huyó a tablas, rajado y aburrido. Excelente la estocada en todo lo alto. De efecto fulminante. Dos orejas llegaron desde el palco.

Gachito, chiquitín, aunque bien de pitones fue el primero de Talavante que con verónicas al paso lo llevó hasta el platillo donde cerro la serie con tres chicuelinas. Salió suelto el toro del caballo. mala la lidia en banderillas. Se dolió ‘Ventoso’, nombre del ejemplar.

Al paisanaje se lo brindó para ponerse a dar estatuarios ligados una tanda de naturales.

Tenía fijeza el toro. Se puso pronto sobre la zurda para aplicarle mucho ritmo y suavidad a la embestida del toro que acudía pronto al cite, repetía y se desplazaba bien tras la muleta que manejaba con cadencia Alejandro, acariciándole los hocicos.

Ceñidos fueron los redondos, mandando mucho y largo sobre el pitón derecho. Todo sucedía en los medios.

Escarbó el toro cuando volvió a citarlo para naturales pero luego la siguió y repitió colocando bien la cara tras la muleta hasta que marco tendía a terrenos frente a toriles de donde lo sacó Talavante a los medios par enjaretarle una bernardinas que fueron el prologo de un estoconazo en la cruz, que precedió a una larga agonía.

Algo más hecho, pero sin exagerar, fue el último de la tarde al que tuvo que irlo a buscar a medios el matador. No tuvo entrega en el capote. Salió suelto del caballo tras un picotazo. Mala la lidia, desordenada, huyó a toriles, buscaba una puerta por donde irse. Alejandro le dio tres ajustadas chicuelinas y Valentín Luján saludó en banderillas.

Lo pasó por alto dos veces la inicio de faena a las que engarzó dos trincherasos que fueron auténticos latigazos. Fueron largos los naturales en los medios.

Mucho ritmo tuvo el de Cuvillo sobre el pitón derecho, buscaba bien la muleta y Talavante se la ofrecía con gusto mientras lo iba atemperando. Estuvo bien colocado, se cruzo al pitón contrario – cosa también cada día mas rara- ante el toro para sacarle una serie de naturales con cadencia, relajado hasta que el toro dejó de embestir. Se acabó la transmisión entre el ruedo y los tendidos.

Se acabó la función, buscó los terrenos de toriles y allí lo pasaportó el torero, al que concedieron una oreja en la que sería su última corrida de soltero en la plaza de toros de Badajoz.

Los dos a hombros

Salió a hombros en unión de Perera, con lo que se cumplía la norma de abrir todos los días de feria la puerta grande.

Lo cual tiene muchísimo mérito cuando en toda la feria no se ha visto ni un ejemplar verdaderamente bravo.

Feria en la que todos los extremeños salieron a hombros, las entradas dejaron mucho que desear y habrá que poner remedio a muchas cosas.

El personal no se creía que la feria había terminado. Algunos decían. «Es imposible, aun no se ha lidiado la de Zalduendo».

Y es que tras doce años falto a la cita la ganadería titular de la plaza. Aunque tampoco la hubiese arreglado.

FICHA:

Se lidiaron seis toros de Joaquín Núñez, de escasa presencia. Algunos de ellos más chicos que los lidiados en la novillada celebrada del pasado domingo.

La plaza registró menos de media entrada en una tarde calurosa.

– “Morante de la Puebla“: bronca y oreja.

Miguel Ángel Perera: silencio y dos orejas.

Alejandro Talavante: dos orejas y oreja.

Twitter: @Twittaurino

2 respuestas a “Badajoz: Los toreros por encima de la diminuta y descastada corrida de Nuñez del Cuvillo.”

Deja un comentario

Descubre más desde DE SOL Y SOMBRA

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo

Descubre más desde DE SOL Y SOMBRA

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo