10ª y última de San Fermín en Pamplona. Oreja para un valentísimo Jiménez Fortes en una pésima corrida de Miura.

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Por José Antonio del Moral.

Nunca me gustó el “pobre de mí” y ya expliqué hace días los por qué. Sobre todo por la tristeza que bien dice la popular canción. Desde luego que no fui a la plaza del Ayuntamiento para vivir la noche en la que se apagan las velas. Solo lo hice una vez y nunca más volví. Prefiero quedarme con el recuerdo de la Octava en la capilla del Santo y el alegrísimo desfile posterior por las calles, ayer de nuevo más que llenas de gentes de todas partes.

No son de ayer como quien dice estas fiestas. Los orígenes se remontan nada menos que a la Edad Media y estuvieron relacionadas con los actos religiosos en honor de San Fermín, las ferias comerciales y las corridas de toros documentadas desde el siglo XIV. Seguro que las había antes. De modo que ya saben los antitaurinos lo poco que pueden hacer contra estas fiestas y, más concretamente, contra los encierros y las corridas vespertinas. Si a alguien se le ocurriera prohibirlas, no le votaría nadie en las elecciones siguientes a la prohibición. Ténganlo por seguro.

El último encierro duró un suspiro y contó con una sola cornada. No suelen ser peligrosos los toros de Miura corriendo por las calles pese a su fama de serlo en la plaza durante la lidia. Aunque todo el pescado está vendido taurinamente hablando en esta feria, fuimos ilusionados a la plaza porque las reses de la mítica divisa han dado mejor juego últimamente y por la presencia en el cartel de Javier Castaño acompañado de su perfecta y bien aleccionada cuadrilla. Su triunfal actuación en San Isidro certificó el gran interés que están despertando. Dicho sea con todos los respetos y admiración para sus colegas de esta tarde, Rafaelillo, un clásico de estas heroicidades, y de Jiménez Fortes que, creo, se atreve con los toros de Miura por primera vez en su aun tierna vida profesional.

Antes de empezar a comentar esta última corrida y aunque nadie me ha dado vela en el entierro político que estamos viviendo y sufriendo en España, quiero decir que el señor Rubalcaba no tiene ningún derecho a pedir la dimisión inmediata del señor Rajoy porque hace tiempo que debería haber dimitido él por sus intervenciones directas en El Gal, en el turbio aprovechamiento del atentado de Atocha, por haber arruinado España junto al señor Zapatero, por lo del Bar Faisán y por su vergonzosa tolerancia de los Eres de Andalucía. Como también por lo mismo en esto último el señor Chaves y el señor Griñán. Primero los socialistas y después, los demás. O todos, o ninguno. Y perdonen la licencia.

No salió fácil el primer Miura y, por eso, le pegaron de lo lindo en varas aunque el animal, por manso, se fue de naja. Como es habitual en los toros de esta ganadería, también fue muy difícil banderillearlo. Esperó con las del veri una barbaridad y se revolvió raudo con aviesas intenciones. Pero dentro de lo que cabía esperar, para la muleta no fue tan malo de entrada aunque pronto se volvió imposible. Rafaelillo que no había aparecido en la escena hasta este momento, anduvo a gorrazos, muy por encima del marrajo y sin ahorrar esfuerzo ni exposición aunque pasándose de metraje. Lo mató perfecta y hábilmente.

Templados delantales de Rafaelillo en el recibo del cuarto toro que cumplió en varas pero empeoró en banderillas desparramando mucho la vista. Y si malo fue en el segundo tercio, más malo en el tercero. Rafaelillo anduvo bien y fácil aunque sin poder completar un solo muletazo. Ni siquiera robándoselos. Muy mala suerte tuvo el murciano. El peor lote. Menos mal que lo mató con un eficaz espadazo.

El precioso salinero que salió en segundo lugar salió muy suelto y Javier Castaño lo sujetó pronto, pero no pudo templarse en los lances que siguieron. Puesto de lejos, fue al caballo pero protestó mucho al sentir el hierro y se escupió. Visto lo cual, para el segundo Castaño lo puso de cerca. Decente quite de Jiménez Fortes por, ¿qué piensan ustedes?, por chicuelinas, claro. Tremenda cogida de David Adalid al clavar el primer par. Muy bueno el de Fernando Sánchez y sensacional Adelid en el tercero. Las palmas echaron humo. Exclamaciones de asombro al ver cómo Castaño empezó la faena sentado en una silla junto a las tablas por alto con la derecha y francamente templado acto seguido y también con la derecha ya en el tercio. Pese a los cabezazos que pegó el toro, no se dejó enganchar la muleta. Y lo mismo al natural, sacrificando incluso la estética en pos del temple. Este toro también fue pésimo. Pinchó Castaño en lo alto antes de enterrar una estocada trasera.

El quinto salió lastimado de las manos pero no fue devuelto. Hasta le dieron en varas y algunos pitaron. Pero la gente estaba aún merendando y no hubo protestas. Un gran par de David Adalid puso paz. Apurado el de Fernando Sánchez por doblar las manos el toro al clavar. Y otro estupendo de Adalid. Como el bálsamo de Fierabrás. Castaño brindó al cónclave y, como antes, basó en el temple su trasteo aunque el toro se cayó apenas iniciado. No era malo, pero su blandura de remos le impedía embestir. Castaño siguió empeñado sin apenas resultados hasta que el toro, ya casi parado, alargó el cuello y le alcanzó derribándole. No debió seguir y pinchó. Al pegar el segundo, rebotó el estoque y le hirió en la cara. Sangrando volvió a entrar a matar y volvió a pinchar. Qué mala pata. Terminó con un descabello.

Tremebunda cogida a Jiménez Fortes al tropezar y caerse después de cuajar un farol de rodillas a porta gayola. Por milagro de Dios no resultó herido. Sin mirarse, pegó otra larga de rodillas en el tercio y se templó en varios lances. Valentísimo y bien el malagueño que, por lo visto, salió a por todas. Bravo y con fijeza este tercer toro en varas. También fue grato en banderillas. José Antonio Carretero las puso como él sabe y puede. Fortes brindó al público y anduvo tan fácil en la faena que pareció haber toreado antes varios de Miura. Y eso que este animal tampoco fue fácil para la muleta. Mejoró en las manos del malagueño con un toreo asentado y con templanza. Hasta se permitió un pase cambiado ligado a dos estupendos de pecho y a tress derechazos de rodillas. Pero abusó tanto, que fue cogido otra vez, y siguió como si tal cosa con la derecha hasta matar de estocada de muy buena ejecución.

No tuvo la misma suerte con el sexto, tan blando como corto de viajes. Y después de lo mucho que le dieron en el caballo, peor. Que lo digan los banderilleros. Las pasaron moradas. Para colmo, el animal se echó en el primer intento muletero. Jiménez Fortes solo pudo estar valiente. Fue inútil insistir.

Y se acabaron las fiestas sin igual. Emocionados como siempre, nos despedimos de Navarra, Pamplona, España. ¡Viva San Fermín¡ y hasta el año que viene.

Ficha:

Plaza de toros de Pamplona. Domingo 14 de julio de 2013. Décima y última de feria. Tarde calurosa con lleno. Seis toros de Miura, bien presentados en sus tipos y capas característicos y de vario juego dentro de lo que son estas reses. Muy malo el primero. Y el segundo. Bravo y manejable el tercero. Pésimo el cuarto. Muy a peor el blando de remos quinto. Y lo mismo el sexto Rafaelillo (turquesa y oro): Estocada buena y muy habilidosa, leve petición y gran ovación con saludos desde los medios. Estocada habilidosa, silencio. Javier Castaño (lila y oro): Pinchazo y estocada muy trasera, palmas. Tres pinchazos y descabello, silencio. Pasó a la enfermería donde fue atendido de un corte en la cara producido por el estoque al rebotar en el segundo pinchazo. Jiménez Fortes (tabaco y oro): Estocada algo trasera de estupenda ejecución, oreja. Estocada caída de tardíos efectos y dos descabellos, palmas.

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