Ocho con Ocho – José Ramón Tirado Por Luis Ramón Carazo.

Con base en que la próxima actuación de Joselito Adame será la tercera en el marco de San Isidro, comente que Joselito será el próximo torero mexicano en lograrlo. Platicando con el matador Pepe Luis Vázquez hijo, me relata que de memoria su papá el matador de toros retirado con el mismo nombre y afortunadamente frisando los noventa, su físico y su mente gozan de cabal salud, tanta, que le comentó a su hijo que me diera el dato de que José Ramón Tirado (ya en gloria de Dios desde 2010) también había sido participe de tres corridas en San Isidro y enmendaré mi omisión, relatando un poco de la historia del torero mazatleco.

Un clavado en la historia y efectivamente, el llamado El Tiburón de Sinaloa por haber nacido en Mazatlán, en 1957, tuvo tres actuaciones en la feria como en 1953, El Ranchero Aguilar, luego de él en 1962, Alfredo Leal y será en 2014 Joselito Adame, del que esperamos en su próxima actuación del 30 de mayo en San Isidro, la misma actitud y suerte en el sorteo para salir por la Puerta Grande que la roza en cada actuación José, y así dejar atrás la última vez que un mexicano la atraviese, como lo hizo hace más de 40 años Eloy Cavazos quién se pasea en Madrid en ésta época, con el ganadero Guadiana.

La mano experta de su primer apoderado, Rafael Sánchez El Pipo, descubridor y apoderado de El Cordobés, lo llevó a torear por vez primera vez en un ruedo español en la pequeña plaza de Priego Córdoba el 8 de abril de 1956 y el día 22 de ese mismo mes, se vistió de luces en Barcelona, para debutar en una tarde memorable por lo que la empresa de la plaza catalana lo programó en sus carteles en otras ocho ocasiones en el transcurso de aquella temporada.

Sus rotundos éxitos en Barcelona provocaron varias actuaciones, una de ellas Las Ventas, donde se presentó el día 8 de julio de 1956, acompañado en el cartel por los jóvenes novilleros Fermín Murillo y Francisco Pita, para dar cuenta entre los tres de un encierro procedente de las dehesas de don Atanasio Fernández. No defraudó José Ramón, en su debut obtuvo una oreja, luego repitió el 12 de julio con Victoriano Valencia y Cáceres para obtener un trofeo y posteriormente, el 15 de julio, obtuvo dos para salir en hombros, situación que explica su inclusión en la Feria de San Isidro en 1957 como matador en tres carteles en los cuales no fue su aliado (desafortunadamente) el triunfo.

Por cierto, El Pipo después de su debut como novillero en Madrid (me lo platicó el recordado escritor catalán Fernando Vinyes) pagó tres páginas (una diaria) en Dígame para enfatizar la hazaña del torero mexicano que contendió como novillero, con toreros de la talla de los Girón, Jaime Ostos, Chamaco y muchos más. De hecho, el debut en Barcelona fue al lado del inolvidable torero colombiano Pepe Cáceres y de ahí se enfiló con la fórmula de Don Pedro Balaña, empresario catalán, de repetir al triunfador y así torear muchas novilladas en Barcelona.

Ídolo en México de plazas de la frontera con Estados Unidos como Tijuana dónde a fines de la década de los 50 y principios de los 60, causaba sensación sus presentaciones en la desaparecida plaza El Toreo. Los aficionados de aquella época recuerdan también a toreros como Pepe Luis Vázquez, Raúl García, José Ramón Tirado, Jaime Bravo y Pablo Lozano. Carismático y estupendo torero, estuvo casado con Lola Beltrán.

Recuerdos para un mexicano del que omití sus tres comparecencias en San Isidro y que creo justo además de necesario, enmendar la plana para que muchos conozcan o recuerden a un torero importante, de nuestro país que vivió hasta su muerte en Los Ángeles, California, en los Estados Unidos.

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