Diputados quieren prohibir las corridas de toros en el Estado de Guerrero ¿Y la inseguridad y la pobreza no?

Por Luis Cuesta – De SOL y SOMBRA.

Acapulco y el Estado de Guerrero es sin lugar a dudas uno de los lugares más contradictorios de nuestro país, ejemplo claro de la corrupción política y la desigualdad social desde hace décadas, bueno prácticamente desdé que se formó el PRI y llegaron a la gobernatura del Estado, de eso hace ya más de 70 años.

Acapulco ha pasado de ser uno de los lugares turísticos más bellos y visitados del mundo, a ser un balneario inseguro y con una estructura turística vieja y desordenada gracias a las malas gestiones de sus autoridades.

Hay que recordar que hubo una época en donde Acapulco era visitado por el jet set internacional, sus calles, hoteles y playas estaban siempre repletas de turistas extranjeros y en su bahía se podían ver llegar diariamente cruceros.

Hoy todo eso se acabó, Acapulco sobrevive a duras penas del turismo nacional, esencialmente de la Ciudad de México. Sus calles están sucias, la mayoría de sus hoteles lucen deteriorados y ya no llegan salvo en muy contadas ocasiones, cruceros o vuelos internacionales al puerto.

Fue en aquellos años dorados de Acapulco de la década de los 50s cuando se construyo una plaza de toros a la que se le llamó La Caletilla, por estar en la zona de Caleta. Por el ruedo de La Caletilla, que es actualmente propiedad de Alberto Bailleres uno de los hombres más ricos del mundo según la revista Forbes, han desfilado todas las figuras del toreo de los años 60s, 70s, 80s y 90s así como todos los novilleros de aquella época que llegaron hacerse algún día figuras del toreo, como por ejemplo José Tomás. Inclusive La Caletilla llego a ser en algunos años la Plaza de Toros que más festejos taurinos celebraba en el mundo anualmente.

Pero la depredación por parte de los malos gobiernos que ha vivido en toda su historia el Estado de Guerrero y sus gobiernos municipales arrasaron con todo, hasta con el turismo. La situación llego a niveles tan alarmantes que actualmente el Puerto de Acapulco es una de las ciudades más inseguras del mundo.

Todos los que hemos vivido o vivimos en Acapulco sabemos que el problema de tanta corrupción radica en gran parte en su sociedad. El acapulqueño actual ha sido víctima de una desigualdad social que ha mermado su condición no sólo social si no cultural. Analfabetismo, pobreza, mala educación son la base del semillero de donde surgen algunos de esos gobernantes que han llegado al poder o están por llegar al corrupto sistema burocrático del Estado.

En una ciudad en donde la violencia, el hambre, el narcotráfico, la corrupción y el desempleo es el pan nuestro de cada de día, surgen políticos que rebasados por los miles de problemas que azotan y abruman al Puerto, tratan de justificar su trabajo buscando problemas menos tangentes como prohibir las corridas de toros.

Actualmente en Acapulco se celebran un promedio de cuatros festejos menores al año de cuatro novillos, es decir se lidian (a muerte) 16 novillos en su plaza de toros, que después son vendidos en algunas carnicerías para que sirvan para su consumo alimenticio.

Por otra parte en Acapulco en el año 2011 la violencia en sus calles se destapó y las muertes violentas pasaron de 174 a 795 en tan sólo un año.

En el año 2012 fue el municipio más violentó del país al registrar la tasa de homicidio dolosos más alta en México; 143 por cada 100,000 habitantes. En 2013 también ocupo el primer lugar a nivel nacional con 1 mil 77 homicidios dolosos y estuvo entre las 10 ciudades más violentas del mundo. En el 2014 ocupa hasta el mes de junio el segundo nivel nacional y el primero en secuestros denunciados con 118 casos entre el 1 de diciembre de 2012 y el 30 de abril de 2014.

Otro ejemplo de los males que azotan al Puerto de Acapulco está en esta cifra que dice que el Estado de Guerrero en el año 2012 alcanzo niveles de pobreza comparables con África, ya que en ese año 37 municipios tenían comunidades en la categoría de muy alta marginación y 36, en alta marginación, los cuales se ubican en La Montaña, las costas Chica y Grande, la Sierra y colonias populares de Acapulco.

En cuestión de analfabetismo en Acapulco hay un promedio de 44 mil personas que no saben leer ni escribir, cifra que se incrementa 2 por ciento cada mes desde el año 2007 por la llegada de personas de comunidades marginadas de La Montaña y las costas del estado.

Es por eso que ante tantos problemas resulta algo surrealista que surga un diputado local del partido verde ecologista de nombre Alejandro Carabias Icaza que intenta crear una iniciativa de Ley para el Bienestar Animal en el estado de Guerrero, similar a la que propuso el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y que según el cuenta con luz verde para ser aprobada durante el próximo periodo ordinario de sesiones que comienza esta misma semana.

Dicha iniciativa de Ley busca entre otras cosas, prohibir el uso de animales vivos en los circos, las corridas de toros, la utilización de animales como motor de tracción en ciudades (calandrias), así como la venta de cualquier animal sin el registro correspondiente. Para algunos defensores de los derechos animales del Estado, esta iniciativa de Ley solo es “un buen intento para proteger a las especies”, ya que no toca las peleas de gallos, el uso de animales vivos en parques acuáticos, los jaripeos y las peleas de perros.

Pero lo más bizarro es que en un Estado en donde no se le puede dar solución a las demandas de sus habitantes, el diputado en un intento demagogo, algo muy habitual en los políticos Guerrerenses anuncia: “Queremos establecer centros regionales en diferentes partes del estado, para que ahí se concentren (sic) a los perros que son capturados en la calle, y en lugar de sacrificarlos con métodos crueles, se pueda llevar a cabo un programa de adopción similar al que existe en Estados Unidos (doble sic), donde cualquier persona puede acudir a un lugar como estos y adquirir una mascota pagando los derechos correspondientes” finalizo. ¿En Guerrero? Un estado en donde los derechos humanos son pisoteados los 365 días del año. Simplemente hay que darse un dia una vuelta por algun albergue para niños de la calle o adultos de la tercera edad para ver las condiciones tan deplorables en las que se encuentran, ahora imagínese uno de animales, si no hay cultura de humanización hacia sus semejantes lo demás es una utopía.

Sin embargo habría que recordarle al diputado Carabias que las corridas de toros en el Puerto son una tradición y que en algún punto cuando Acapulco era Acapulco, no el paraíso turístico fallido que es actualmente, representaron una importante atracción turística. Pero hoy ya sin turismo internacional poco les importa. Me enfoco en Acapulco porque fuera del puerto, Zihuatanejo y Chilpancingo (otro municipio azotado por el crimen organizado) no tengo registros de que se celebren con regularidad corridas de toros en el Estado.

Es por eso que me resulta increíble que se quieran prohibir las corridas de toros en el Estado y no se toquen las peleas de gallos, la caza y la pesca indiscriminada de peces que se encuentran en extinción. Ahí la ley que promueve el diputado Carabias hace omisión.

Pero así están las cosas por el sur mexicano, se fomentan otros espectáculos mucho más violentos en donde se enaltece el narcotráfico y la violencia e inclusive los ayuntamientos les dan facilidades para su realización, pero se pretende darle la puntilla a un espectáculo con tintes artísticos y culturales que de manera opuesta a lo que piensan algunos políticos incultos y sin identidad nacional, es mucho menos violento y causa menos bajas humanas y de animales que sus políticas y gobiernos.

Contrariamente a lo que piensa el diputado Carabias en caso de conseguir la prohibición de las corridas de toros en el Estado, su gestión e iniciativa no serán trascendentales para el rumbo del Estado. Acapulco y Guerrero tienen problemas mucho más importantes que ni el ni sus compañeros de bancada podrán solucionar, porque para eso se necesita talento, mucho trabajo, humildad y honestidad. Cuatro elementos que están en extinsión desde hace muchos años en Acapulco y en el Estado.

Es lo que digo yo.

Twitter @LuisCuesta_