Los Medios Taurinos de comunicación más serios de toda España analizan la presentación del diestro mexicano, y destacan en su mayoría la actuación del Payo en Las Ventas durante la segunda corrida de la feria de San Isidro.
DE SOL y SOMBRA.
Antonio Lorca, El PAÍS: . También lo intentó con muy buenas maneras El Payo, vistoso con el capote, y responsabilizado y hondo con la muleta. Consiguió tandas meritorias y aisladas por ambos lados ante su primero, sin rematar en una labor de peso, y se aburrió ante el descastado sexto.
Zabala de la Serna, EL MUNDO: El Payo había desplegado muñecas y temple a la verónica ante un tercero que lastimosamente provocó el pañuelo verde. La desdicha se convirtió en felicidad para el joven mexicano, que se encontró con un sobrero, también de Ricardo Gallardo, castaño, mansito y bueno. Otra vez el capote de Payo se dejó sentir con cadencia en los lances y en la excelente media verónica. La lidia fue premiosa, liosa y desordenada. La faena puso la pausa y las pausas, quizá excesivas para compactar los momentos caros por los dos pitones. Redondos de son y naturales de vuelo. Las series parecían pequeñas grandes obras aisladas. Como un reguero de bellas islas del Pacífico. Los cambios de mano se prodigaron como elegante estela de las tandas. El personal frío con todo lo bueno del torero. Que hubo mucho. El sobrero metía la cara con calidad mientras basculaba hacia toriles. Camino de aquellos terrenos, se rajó. El Payo trató de enredarlo para apurarlo. La estocada tendida demoró la muerte hasta el aviso. El último toro se dañó en la lidia, en un tirón de capotazo a la salida del caballo. El Payo se quedó compuesto y sin novio. A Madrid hay que traer mejor cobertura de gente a pie. Otra vez quedó una forma de torear con el capote que no se ve. Y hoy que se vio no se valoró. La extensión de la faena no suplió las carencias del fuenteymbro.
Andrés Amoros, ABC: El mexicano Octavio García, El Payo, de Querétaro, actuó por última vez en Las Ventas en el 2012, convaleciente de una grave cornada y lo acusó. Últimamente ha logrado triunfos en su país. Está mejor, sin duda, pero tampoco triunfa. El sobrero castaño va a más, hasta que se raja. Octavio liga vistosos circulares, da muchos muletazos que no calan y mata caído. Al último le pegan mucho en el caballo, da una voltereta y lo acusa mucho. La faena es larga, sin relieve. Con todo respeto, el toro y el toreo mexicano son bastante diferentes al que se aprecia en Las Ventas. Postdata. El gran Fermín Espinosa, Armillita, cortó un rabo en Sevilla, en 1945, sin dar naturales ni derechazos. Era un toro manso y gazapón, que brindó a Belmonte: lo lidió, lo dominó, le pegó un espadazo y los sevillanos le otorgaron los máximos trofeos. Una faena así, ¿la sabría apreciar el público de hoy?
Carlos Ilían, MARCA: El Payo, mexicano de corte de torero fino, cuajó en su primer toro los mejores muletazos de la tarde en naturales y algunos derechazos. El toro metía la cara de verdad hasta que se rajó de lo lindo. El sexto salió triturado del caballo de Tito Sandoval y El Payo se excedió en una faena tan larga como inútil.
Patricia Navarro, LA RAZÓN: El tercero, bis, también tuvo cosas buenas. Embistió por abajo, con rotundidad y transmisión. Octavio García «El Payo» soltó las muñecas con la capa con muy buen estilo toda la tarde, sobre todo en las medias verónicas, tan verticales como desmayadas. Y ya en la faena de este tercero despachó con mucho gusto e intensidad los cambio de mano. A la faena no le faltó ligazón ni pulcritud pero sí esa cosa, ese no sé qué que te distancia del resto. Se alargó con el sexto, que tenía nobleza y clase pero cero transmisión.
José Antonio del Moral, DE TOROS EN LIBERTAD: El negro tercero, noble aunque muy blando, fue saludado con lances y excelente media del mexicano El Payo. Cumplió en varas manseado y amagando con caerse. Apenas le castigaron. Fue devuelto sin que apenas se protestara. En su lugar salió un sobrero de la misma ganadería. Castaño y suelto de salida. Las manos por delante en los muy buenos lances de El Payo que gustaron mucho. Y a mí también. Poca guerra quiso el toro antes de tomar el primer puyazo sin acabar de ser castigado saliendo suelto. Y del segundo. Preciosa media de El Payo para colocar al toro en el tercer encuentro que resultó más en forma que los anteriores. Quite de César Jiménez, dos y media. Medio bien el toro y los peones en banderillas. Metió la cara en los capotazos de la brega. Gran par de David Blázquez. Doblones de El Payo para empezar la faena y distancia para los redondos que ligó con hondura y temple. El toro metió la cara como ya lo habíamos visto en banderillas. Sembrao el rubio azteca en desdén que cerró la segunda ronda. Y en el cambio con que remató la tercera. Sensacional con la izquierda. Superior el toro por ese pitón. Se rajó al volver El Payo a derechas. Muy toreros detalles para finalizar y estoconazo ostensiblemente caído. Qué pena. Y más con los descabellos. Muy buenas verónicas y media por el pitón izquierdo de El Payo en el recibo del sexto y último de la tarde. Y, claro, muy noble el toro por ese pitón. Otro precioso remate del mexicano al colocar al toro para el primer puyazo en el que cumplió en forma el animal. Al relance en bravo el segundo aunque, al salir, se pegó una voltereta. Quedó lastimado. De trámite se cubrió el tercio de banderillas. Y en la faena de El Payo solamente pudo dar aislados muletazos con el gran estilo que atesora. Mató lo antes que pudo.
C.R.V. MUNDOTORO: En ese después del orgasmo vino un toreo de mano baja y ajuste de Payo a la verónica con el sobrero, más abierto de cara y de menos cuello, con dos medias excelentes. Marcador de querencias el toro, aunque fue pronto en varas, saló suelto con descaro, poniendo movilidad en banderillas. No fue malo, al contrario, pero para darle celo en la muleta, cosa que hizo el mexicano con buen sentido, para no apretarle demasiado, cosa que hizo en tandas de cuatro muletazos, bien colocado, puesto el engaño siempre, firme de planta, muleta por abajo. Quizá una faena extraviada en la selva agitada de la tarde. Terrenos: ni en el centro del ruedo, donde habría sido peor, ni en el tercio, donde las tablas de querencia estaban muy próximas. Tras una tanda excelente con la izquierda, rugiendo la plaza, el toro comenzó a entregar la cuchara. Por dudar, darle de nuevo un tirón hacia afuera. Pero la impresión quedó ahí, mitad reconocida, mitad engullida por la alargada sombra de ‘Agitador’. Y el sexto tuvo condición buena, quizá hasta muy buena y eso hizo que el torero lo cuajara con aplomo a la verónica. Una vara al relance con mucho castigo y un volteretón no variaron lo que quiso hacer el toro, pero sí cómo lo hizo: como lesionado de manos si se le bajaba la muleta, y rubricado si se le toreaba a su altura.
Iñigo Crespo, APLAUSOS: El tercero fue devuelto por flojo y en su lugar salió un sobrero de pelo castaño, muy interesante. Otro toro bueno de Fuente Ymbro, que embistió con movilidad y clase, empleándose sobre todo por el pitón derecho. Buen toreo de capote de El payo a pies juntos. El mexicano estuvo mejor al principio de la faena de muleta que al final. Las primeras tandas resultaron encajadas y ligadas pero al final, el toro pidió los adentros, y la faena resultó menos compacta. Mató mal. El sexto fue un toro noble y con mucha clase, aunque le faltó empuje. El Payo realizó una faena de muchos muletazos pero sin acabar de construir una labor redonda.
Marco A. Hierro, CULTORO: El tercero fue devuelto por flojo y en su lugar salió un sobrero de pelo castaño, muy interesante. Otro toro bueno de Fuente Ymbro, que embistió con movilidad y clase, empleándose sobre todo por el pitón derecho. Buen toreo de capote de El payo a pies juntos. El mexicano estuvo mejor al principio de la faena de muleta que al final. Las primeras tandas resultaron encajadas y ligadas pero al final, el toro pidió los adentros, y la faena resultó menos compacta. Mató mal.El sexto fue un toro noble y con mucha clase, aunque le faltó empuje. El Payo realizó una faena de muchos muletazos pero sin acabar de construir una labor redonda.
Emilio Martinez, DIARIO CRITICO: El fracaso de Octavio García El Payo’ no fue tan obvio por dos razones: el sobrero ‘Previsor‘ no fue tan boyante como su hermano, pero también ofrecía algún cortijo, y, además, el de Querétaro si se lució sobre ambas manos y con bellos cambios de una a otra, sí. Pero sin romperse tampoco, con un punto de frialdad, e igualmente manejó con horror la espada.
Francisco Ojado, LA VERDAD: También se acercó al triunfo El Payo. Tras ser devuelto a los corrales el tercero, el mexicano saludó al sobrero meciendo el capote con gusto, rematando con dos buenas medias. Tuvo buen son el castaño de Fuente Ymbro y las tandas con la derecha, ligadas, fueron abrochadas con bonitos cambios de mano. En una serie al natural arrastró la muleta con ritmo, embarcando la buena embestida del toro gaditano. La faena se alargó hasta que el toro se rajó y la espada viajó ladeada, teniendo que echar mano al descabello El Payo, diluyéndose lo bueno hecho. El sexto no transmitió, le faltó fortaleza. Firmó una faena larga que no pasó de pulcra.
Barquerito, TORODOS: La grata impresión que El Payo dejó con su quite tan bien traído al toro ensabanado vino a confirmarse luego. Lances de buen compás en el recibo del astifino y cuellicorto tercero, que flojeó sin llegar a caerse pero amenazaba ruina y fue devuelto. Y lances todavía mejores para recoger al sobrero. Seis verónicas embraguetadas y ligadas, dibujadas a compás, y dos medias igual de bellas las dos. Muy desafortunado el piquero Efrén Acosta –hijo de aquel otro Efrén Acosta que puso del revés las Ventas varias veces- y toro decepcionante, que empezó rebotándose y no llorando pero sí roncando al viajar. Se templó a modo El Payo: figura vertical, ajuste, brazos buenos, engaño bien volado, ligazón. Y entendimiento para tapar al toro en cuando sintió El Payo que se le rajaba, y se rajaba sin remedio. Excelentes pases de pecho. Una tanda con la izquierda francamente lograda. Y un ambiente de frialdad y distancia difícil de explicar y medir. ¿Público de sábado? No va a ser sencillo ver torear con tanta armonía en lo que queda de feria.
Hacía tiempo que no venía por Madrid El Payo. Ni el brillante novillero arrebatado de 2007 ni el desbordado por la fiereza tan agresiva de los torrestrellas de 2012. Sino un torero hecho, asentado, valeroso. Y, en fin, a paso de banderillas y atacando desde demasiado lejos, una estocada caída que necesitó el refrendo de dos descabellos. Un aviso y pocas palmas, y muy rácanas. Se vino para abajo el sexto, y ni el propio Payo, indesmayable – cansada la gente, toro hundido, largo trajín- pudo repetir.
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