
Por Carlos Ilían.
La corrida de Miura para un mano a mano de Rafaelillo y Manuel Escribano como cierre de esta feria de Julio.
Era volver a los tiempos en los que el histórico hierro figuraba en los carteles de Valencia en esta época, la mejor para ver el toro del verano en su plenitud. Tres sardinas que salieron en 2º, 3º y 6º lugar, emborronaron el conjunto, pero Miura nos dejó el regalo de un toro, el 5º, para ejercer de auténtico torero quien estuviera delante.
Y por fortuna ahí se plantó Rafaelillo, otra vez Rafaelillo, un torero maltratado mil veces por las empresas, ninguneado otras tantas pero que es un modelo de auténtico valor, de no volver la cara nunca y de hacer el toreo con la verdad sin tapujos ni zarandajas.
En el primero, que desarrollaba sentido, fue ganando terreno hasta poderle al de Miura en muletazos de angustia y profundidad. Como profunda, exacta, grande fue la faena al quinto. Faena para enmarcar porque desde el comienzo lo hizo todo con la torería de los valientes, de quienes no trapichean. Momentos espléndios al natural. Esos naturales los liga algún señorito del G5 y más de uno se vuelve loco de adjetivos. La plaza se entregó a la entrega de Rafaelillo. Con la puerta grande entreabierta volvió a cerrarla con la espada. Una historia repetida tantas veces por este torero.
La oreja que cortó en el tercero, una rata, tiene el mérito de que el impresentable ejemplar desarrolló mal estilo, que Rafaelillo superó sin dudar ni un milímetro y embarcando con firmeza.
Manuel Escribano, con un sobrero de El Ventorrillo y el cuarto de Miura anduvo al aire de la falta de casta y mansedumbre de ambos. En el sexto lo cogió para matarlo en un desplante. Luego lo pasa de angustia al entrar a matar. Había estado muy de verdad con este toro áspero y durísimo. La oreja fue una compensación para tanto esfuerzo.
Ficha técnica
Toros: de MIURA y un sobrero (2º) de EL VENTORRILLO (5), algunos impresentables y en conjunto con movilidad y desarrollando sentido, con la importancia de sus características.
RAFAELILLO: de turquesa y oro. Pinchazo, pinchazo hondo y caído y tres descabellos. Un aviso (saludos). Cuatro pinchazos y estocada (vuelta) (7). |
MANUEL ESCRIBANO: de azul noche y oro. Pinchazo y estocada. Un aviso (saludos por su cuenta). Estocada caída (silencio). Estocada (una oreja) (6). |
Una respuesta a “Feria de Julio de Valencia: Rafaelillo hace el toreo grande con un Miura”
Reblogueó esto en El Heraldo Montañés.