Por Heriberto Murrieta.
La brillante actuación de Joselito Adame durante la inauguración de la Temporada Grande lo confirma como la figura emergente del toreo mexicano.
Su faena al toro ‘Grabado en el alma’ de la ganadería de Julián Hamdan fue estructurada y limpia, sin un solo enganchón de la muleta, reflejo del gran sitio que trae de su temporada europea.
Dominador total del escenario, siempre perfectamente colocado entre pase y pase, rayó a grandes alturas y cortó tres merecidas orejas para convertirse en el máximo triunfador de la primera corrida de la campaña del 70 aniversario del coso metropolitano, celebrada ante nada menos que 30 mil espectadores, entradón que confirma la vitalidad de la Fiesta en la capital del país.
Sin salirse de su línea de reciedumbre, técnica y valor a raudales, Joselito sorprendió con mejores maneras para interpretar el toreo. La figura siempre erguida, sin retorcimientos, corriendo la mano con desmayo y soltura, rotas las muñecas, incluso ‘abandonándose’ en muletazos de gran profundidad. La suavidad como respuesta a la bravura.
El extraordinario toro de Julián Hamdan fue siempre a más. Bravo y noble, con clase, recorrido y transmisión, mereció el honor del arrastre lento que ordenó el juez Jorge Ramos, quien más tarde se equivocaría al otorgar ese mismo reconocimiento a un toro de menor calidad de la ganadería de Xajay.
Si acaso, los únicos pecados que se le pueden reprochar a Joselito son el no ‘reventar’ al toro dándole una o dos tandas más de muletazos, y el no haber conquistado los máximos trofeos para que su triunfo alcanzara una mayor rotundidad, sin espacio para ninguna duda. El animal de bandera tenía el rabo prendido con alfileres y el diestro hidrocálido se quedó a un pasito de la consagración.
La forma en que Joselito se va consolidando nos hace pensar en la masificación obligada de su figura. Tiene todos los atributos para convertirse en ídolo. Una historia de esfuerzo que debe conocerse. Adame tiene que ser conocido más allá del ámbito taurino.
Sería magnífico que así como las grandes cadenas de televisión dan seguimiento puntual a cada futbolista nacional que milita en el balompié de Europa, lo hicieran también con Joselito, que cada semana se juega la vida y pone en alto el nombre de México con menos reflectores que los que alumbran a quienes juegan al balompié
Duelo banderillero. Esta tarde se realizará la segunda corrida de la Temporada Grande con un cartel formado por matadores-banderilleros. Partirán plaza Alfredo Ríos ‘El Conde’, Uriel Moreno ‘El Zapata’ y el español David Fandila ‘El Fandi’, con toros de la ganadería queretana de Lebrija, sangre pura de Garfias. Saldrán por delante el rejoneador Horacio Casas y los Forcados Hidalguenses.
La vacada en turno fue fundada por don Álvaro Lebrija Saavedra. Actualmente, don Álvaro tiene 92 años de edad. La ganadería es manejada por sus hijos Raúl y Arturo Lebrija Bailleres, quienes trajeron nueve toros a las corraletas de la Monumental capitalina.
La corrida promete segundos tercios espectaculares. La transmitiremos a partir de las 4:25 de la tarde a través del canal Unicable. El forcado retirado y ahora nadador con tiburones Gerardo del Villar nos acompañará en los comentarios de la pega de los forcados hidalguenses, grupo al que perteneció su malogrado hermano Eduardo, fallecido trágicamente por cornada en mayo del año pasado en la plaza de Seybaplaya, Campeche.
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