- Una novillada de lujo de Fuente Ymbro y un notable Diego Carretero.
- Cogida de Pablo Aguado de pronóstico grave.
Por Carlos Ilián.
Un comienzo de temporada, en la nueva gestión de la plaza de Madrid, que merecía otra fecha, lejos del frío de este marzo ventoso e incómodo.
Ha sido un comienzo de gestión y de temporada muy importante en una tarde que será sin duda la mejor de la ganadería de Fuente Ymbro en Madrid desde adquiriera antigüedad, allá por el año 2002.
Novillada de lujo por su muy seria presencia, una movilidad sin pausa y un juego encastado, con ejemplares notables como el lote de Valadez y especialmente el sexto, de nombre Pintora y que merecía de sobra el premio de la vuelta al ruedo. El palco la negó, tal vez para marcar distancias con la escandalosa exageración del otro día en Valencia. Esta novillada en San Isidro habría sido noticia de impacto. A ver si estamos ante la nueva Fuente Ymbro y no se trata de un día afortunado.
En la tarde no faltó un susto monumental cuando Pablo Aguado, que había estado muy firme y centrado, con mucho temple y rotundidad en el toreo sobre ambas manos, se pasó de faena para ser volteado de mala manera y sufrir un durísimo golpe en la cabeza con traumatismo craneoencefálico. Ya no volvería a salir. Valadez remató la faena de su compañero con un alevoso bajonazo.
Diego Carretero presentó sus credenciales en Madrid después de la muy ilusionante actuación que le vimos en las pasadas Fallas de Valencia. Y su compromiso en la primera plaza del mundo ha confirmado que estamos ante un torero para tener en cuenta. En su primer novillo se plantó con firmeza a pesar de que el de Fuente Ymbro exigía lo suyo. En el que mató en sustitución de Pablo Aguado fue de menos a más ante la embestida desigual del ejemplar al que sometió sin alardes y al que cuajó una tanda de naturales sobresalientes.
Sin embargo lo más notable sería su faena al sexto, el grandísimo novillo de nombre Pintora, un dechado de casta y clase que encontró en la muleta de Carretero una firmeza soberana en una tanda de naturales. En dos series de redondos ligadísimos y de temple infinito puso la plaza a sus pies. No faltaron los naturales impecables y unos muletazos finales por bajo torerísimos. Carretero se fue detrás de la espada para dejar un estoconazo letal. Una oreja de mucho peso que en San Isidro habría sido premio doble. Ya se sabe que en la isidrada se afojan mucho más los pañuelos del palco…
El mexicano Leo Valadez se llevó un lote de lujo y sin embargo no superó el listón de un aprobadito. El mexicano está placeado y tiene un buen concepto del toreo con la muleta pero cuando enfrente hay tanta clase como ayer se está obligado a algo más que andar con facilidad. Mejor en el primero de su lote, especialmente en una ligadísima tanda de naturales, pero, definitivamente, anduvo muy por debajo del quinto que merecía algo más que la velocidad y la fugacidad de los muletazos por ambos pitones.
Parte facultativo
El novillero Pablo Aguado sufre traumatismo craneoencefálico con pérdida de conciencia y herida inciso contusa en región parietal izquierda de 15 centímetros en cara y boca. Pronóstico grave
Plaza de Madrid. Primera de la temporada 2017. Un cuarto de entrada en tarde fría. Novillos de Fuente Ymbro (9), muy bien presentados y de gran juego. Pablo Aguado (6), de burdeos y oro. Fue cogido al final de la faena de muleta y pasó a la enfermería para no volver a salir; Leo Valadez finaliza de bajonazo (silencio). Leo Valadez (6), de azul y oro. Pinchazo, pinchazo hondo y dos descabellos. Un aviso (saludos). Dos pinchazos, estocada caída y descabello. Un aviso (silencio). Diego Carretero (7), de grana y oro. Pinchazo y estocada. Un aviso (silencio). Pinchazo y estocada caída (saludos). Estocada trasera (una oreja).
Publicado en MARCA