Ayer sábado festejaron 35 años los Forcados Queretanos en la Plaza de Toros Santa María.
Por Francisco Pérez.
La Plaza de Toros Santa María se vistió de gala para recibir el festejo de los 35 años para los Forcados Queretanos. La corrida de rejones fue el escenario para que los festejados pegaran 4 toros de las ganaderías de Gómez Valle y San Pablo.
El rejoneador Jorge Hernández inició el festejo con el ejemplar Dude de 46 kilogramos, perteneciente a la ganadería de Gómez. El astado mostró poco recorrido y en ocasiones faltó a la cita del jinete. Hernández regaló buenas estampas taurinas cuando buscó al toro por el lado izquierdo.
La primera pega de la tarde corrió a cargo del cabo actual de los forcados José Antonio ‘Cuyo’ Montiel, quien en su segundo intento logró frenar el recorrido del toro. Esto le valió para llevarse la ovación de los tendidos.
El caballista terminó su faena atinando el rejón de muerte en buen sitio para dar llevarse los aplausos del público.
Matzo fue el ejemplar que correspondió al rejoneador Louceiro. Se mostró con más bravura que su antecesor, lo cual favoreció para que el rejoneador se recreara dejando las banderillas. Situación que provocó que sus caballos se llevarán algunos puyazos.
El forcado Gerardo Alcocer sufrió para reliazar la segunda pega de la tarde. Matzo midió a sus lidiadores por lo que derribó al cara en cuatro ocasiones. En una de ellas el segunda ayuda resultó lesionado. Fue hasta el quinto intento que los forcados lograron pegar al toro de Gómez Valle.
Pedro Louceiro bajó de su caballo para dar muerte por descabello a un toro que se había rajado. Silencio para Louceiro.
Luis Pimentel lidió a Sango de 464 kilos. El tercer toro de Gómez Valle no acudía a la cita del jinete, fue hasta que recibió el primer castigo que comenzó a embestir. El público protestó al ejemplar. Fue un toro muy complicado debido a su mansedumbre, Pimentel tuvo que emplearse a fondo para arrancarle galopadas taurinas en las que colocó las banderillas.
Para la pega del tercer toro el forcado, David Padilla fue quien dio la cara por su grupo. En el primer y segundo intento el astado rompió la línea. El agresivo derrote del toro provocó la lesión del forcado cara en el tercer intento por lo que lo sustituyó Fernando Montoya. En el cuarto intento una vez más el toro embistió la fila y no se pudo concretar la pega.
El rejoneador Luis Pimentel bajó de su caballo para dar muerte a Sango luego de dos avisos. Silencio para el jinete.
Queretano de 489 kilogramos, perteneciente a la ganadería de San Pablo, fue el toro con mejor estampa. Amorrillado y brioso, salió de los corrales a buscar a su enemigo. El queretano Santiago Zendejas colocó un primer rejón de buena manofactura. Fue la mejor faena de la tarde, el joven rejoneador entregó quites taurinísimos con los que los tendidos se le rindieron.
La cuarta pega se concretó al primer intento. Queretano fue citado por el cara Jaime Guerrero, respondió a su bravura, humilló y embistió al forcado quien acomodó el cuerpo de forma perfecta para quedar pegado a la cara del astado. El público disfrutó de la mejor pega de la tarde. La concluyó Jano Fernández que realizó la suerte de la ‘cola’ para permitir el regreso de sus compañeros a las tablas.
Santiago Zentejas terminó su faena colocando un certero rejón de muerte al segundo intento. La lucidora faena le valió una sonora ovación y una oreja por parte del juez.
De esta forma llegó a su fin el festejo por el 35 aniversario de los Forcados Queretanos. Una corrida accidentada por los dos forcados lesionados, pero muy emotiva por el motivo de la celebración.
Fuente: AM Querétaro