En busca de un acuerdo nacional para rescatar la Fiesta Brava en México / Se vale soñar


Por Luis CuestaDe SOL y SOMBRA.

El sistema taurino en México ha dejado de ser desde hace unos años un generador de competencia que produzca nuevos toreros, con los que se aumentaría el numero de festejos realizados por todo el país y se fortalecería la variedad y el numero de aficionados que podrían acudir a las plazas de toros.

Algunos empresarios se han tardado en entender que estamos en un punto donde el aficionado cambió. Actualmente es un actor que está muy atento a lo que se hace adentro y afuera del ruedo. Las redes sociales potenciaron de alguna manera una nueva afición más empoderada ante el oscurantismo con el que operaban algunas empresas en el pasado.

Ante las exigencias de este nuevo aficionado exigente y crítico -que ha generado ruido hasta en las empresas tradicionales- estás han optado por fortalecer su oferta y la calidad del espectáculo qué ofrecen.

Y si bien ambas partes -afición y algunas nuevas empresas con jóvenes a la cabeza- tienen una versión mejorada sobre cómo producir el resurgimiento de la fiesta brava en México, es importante fomentar y apostar por el surgimiento de nuevos toreros.

Recientemente vimos cómo la empresa que maneja la Plaza Mexico fracasó en un serial en donde buscaban nuevos valores -reciclando toreros jóvenes y veteranos- a pesar de una fuerte campaña de promoción en las redes, en donde se comprobó que ni las redes ni las buenas intenciones son determinantes para hacer resurgir la ilusión en los aficionados, porque para que esto suceda hay que trabajar con un rumbo claro, es decir una ideología firme con la que el aficionado se identifique, además de mucho talento, afición y experiencia empresarial en las cabezas de la empresa y algo de suerte.

Uno de los mas graves problemas que actualmente podemos observar y palpar – ante el actual monopolio que maneja la fiesta- es ver como la libre competencia es historia, ya que cuando una sola empresa controla mas  del 50% de las plazas de primera categoría, esta termina por ofrecer una menor variedad de festejos que perjudica al sistema y al aficionado.

Las cifras registradas en la presente década son preocupantes en cuanto al número de festejos celebrados, ya que a pesar de ser uno de los principales espectáculos de masas, los números año con año bajan en comparación con el anterior.

El aficionado no puede influir en la gestión de las plazas, al menos que apueste su dinero y decida incursionar en la organización de algunos festejos como esta por suceder en “La Florecita”, pero tiene el máximo poder al decidir asistir o alejarse de las plazas cuando el espectáculo no es digno, ni acorde a lo que se paga en la taquilla.

Y aunque el futuro es incierto, algunas de las soluciones e ideas se pueden conseguir en un plazo mediano por medio de un plan de mercadotecnia entre sectores públicos y privados, en el que se fusionen el sector taurino, turístico, educativo y de aficionados para apostar por el futuro de la fiesta como un valor agregado en las nuevas generaciones.

Tampoco sería mala idea que la empresa que actualmente tiene monopolizado el sistema taurino, arrendará algunas de sus plazas para que otros empresarios pudieran gestionarlas y realizar festejos menores y mayores, cuando la empresa titular no célebre espectáculos en ellas.

Es de verdad urgente que los principales actores de la fiesta se unan en un mismo frente que defienda la fiesta, pero que también busquen soluciones para rescatar un bien cultural de México, que aunque se niega a morir, ha perdido la grandeza y la importancia que alguna vez representó para la sociedad mexicana.

Es lo que digo yo.

Twitter @LuisCuesta_

7 respuestas a “En busca de un acuerdo nacional para rescatar la Fiesta Brava en México / Se vale soñar”

  1. Apreciable Luis:
    Como bien dices se ¡Vale soñar!; no son descabelladas tus idéas o propuestas en cuánto a buscar un detonante para que pueda resurgir la deciada fiesta de los toros en México, pero es harto difícl que así sea y sin ser pesimista, existen actualemente otros entretenimientos de masas que son competencia para los toros y más baratos, el crecimiento de antitaurinos, la pérdida total de confianza en las empresas, ganaderos, matadores, la falta de figuras que desborden pasiones y por último las empresas que controlan varias plazas y que no las tienen en operación, difíclmente van a permitir que alguien de afuera aunque sea muy taurino, les venga a hacer competencia en sus propias plazas.

    Saludos, suerte en todo.

  2. Tomo otra de sus líneas: “soluciones e ideas… en plazo mediano por medio un plan mercadológico”.
    Recordemos cuando en La México había un área en el 2do tendido de sombra para turistas. Porqué no establecer convenios con la Secretaria de Turismo de la CdMx y aprovechar el incremento del turismo para encircuitar la “corrida de toros” a los tours turísticos que antaño se ofertaban en los lobbys de los hoteles y que incluía paseo a las pirámides y noche en el frontón (por cierto, ahora vuelto a la vida).
    ¿Se acuerdan cuando se celebraba el día del soldado con un espectáculo artístico-taurino en la Plaza? Qué tal si se invita, digamos, a 2,000 elementos (el 5% del aforo) de nuestras fuerzas armadas. Convivimos -tan necesario- sociedad civil con militares, marinos, policías. Les aplaudimos con reconocimiento a la mitad de la corrida y las “autoridades” de este país reconocen el gesto de los taurinos.
    El torero también debe acercarse a la sociedad, hoy es un “asesino”, no el “héroe”, el “ídolo” del pasado.

    • Totalmente de acuerdo. Pero falta voluntad en las agrupaciones taurinas y quizás talento para revivir un espectáculo, que en la parte turística tendría que tener una mayor importancia como la que tiene por ejemplo en España…

  3. Tomo la primera línea de tu interesante artículo: El sistema taurino (los toreros son parte de) ha dejado de ser un generador de competencia.
    Ante las imágenes de Fermín invitado en la finca de Adame en España no me imagino a Curro jugando frontón con Eloy en casa de este, no me imagino a Curro tentando con Manolo.
    El amiguismo actual entre toreros se refleja en el ruedo: cero competencia entre ellos, cero rivalidad que produzca “ismos” en el público. Por eso se acartelan o con el hermano o hacen su tour con Roca Rey quien al final solo pasa algunos meses en el país.

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