Tendido 7: ¡70 y 100! 

Por Xavier Toscano G. de Quevedo.

Cuando iniciaban los preparativos y la planeación del calendario taurino para este año, los empresarios iban dando forma a sus proyectos en las diferentes plazas de España y Francia. En Madrid y su emblemática plaza de Las Ventas, capital o centro fundamental de nuestra Fiesta, los miembros de “La Comunidad de Madrid” anunciaban que sería para este 2017 una nueva administración quienes verían por los destinos de su plaza.
Junto a este importante y trascendente anuncio, en el planeta de los toros se divulgaba un dato aún más significativo y que obviamente sería el punto medular para el anuncio y desplegados de todas las ferias españolas e igualmente de las francesas. Su imagen sería la base para el diseño de los carteles, su pasodoble —increíblemente bello—, creación de los compositores P. Grozo y J. Ramos, también formaba parte de la programación para que se escuchara todas las tardes de toros y en todas las plazas. ¡Faltaba más! Si estamos hablando del centenario del natalicio del “Mejor de los Toreros”: Manuel Rodríguez Sánchez “MANOLETE”.

¡Quizás para muchos de nuestros lectores les parecerá un poco extraño el título que he seleccionado! Pero créanme que no es capricho, es más bien un poco sugestivo, y es que, al “El Monstruo Cordobés” se le han empalmado dos fechas trascendentales en su vida, su llegada a este mundo y su holocausto, es por ello que ¡70 y 100!, un siglo de que iniciara la vida de un niño que sería torero, y siete décadas de haber alcanzado la gloria e inmortalidad en un pueblito minero en la provincia de Jaén llamado Linares.

Ahora vayamos al inicio. ¿Qué más podría haber sido el joven Manuel? Sus antecedentes mostraban claramente cuál era su destino, así que, cuando él llegó a este mundo sus ancestros ya habían marcado sus directrices, e incluso y aunque parezca un poco extraño, crudo y muy concluyente, cuál sería su destino final.

Podrá siempre decirse que todo inició en el ya lejano año de 1824, cuando en Córdoba ve por primera vez la luz, José Dámaso Rodríguez y Rodríguez, quien para el mundo de los toros llevó el seudónimo de “Pepete”, grande torero de su tiempo, marcó la pauta entre sus compañeros por su enorme valor y muy completos conocimientos en la lidia de toros bravos.

El 20 de abril de 1862 los aficionados de Madrid daban cuenta de la tragedia del “tío abuelo” de “Manolete”, el toro “Jocinero” de la ganadería de “Miura” infirió mortal cornada al torero cordobés. ¡Sí, aquí iniciaba la historia!

Veintiún años después de la tragedia de su tío “Pepete”, igualmente en la ciudad de Córdoba nacería Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete” —cuidado— estamos hablando del padre de “El Monstruo de Córdoba” pero que antes que su hijo, el llevó el alias de “Manolete”, aunque en sus inicios también fue conocido como el “Sagañón”. Fue torero importante de su tiempo, e inclusive vino a México para hacer campaña. Su problema de la vista, lo fue relegando de las plazas de toros hasta verse obligado al retiro.
Al finalizar la temporada de 1912 Manuel Rodríguez contrae matrimonio con la viuda de Rafael Molina Martínez “Lagartijo Chico”, que era Doña Angustia Sánchez. Del matrimonio de Manuel y Angustia en el año de 1917 un 4 de julio, nacería en la ciudad de Córdoba —no podía ser en otro lugar, su apellido era Rodríguez y sus ancestros TOREROS— el “Más Grande de Todos”, el icono de nuestra fiesta: Manuel Rodríguez Sánchez MANOLETE”.

Y aunque la historia nos dice que el apelativo de “Manolete” lo han llevado aproximadamente siete toreros, categóricamente podemos afirmar que “Manolete…., Manolete no ha habido más que uno en nuestra fiesta” ¡Y por siempre así será!

El cansancio y la desesperación de los aficionados está de manifiesto en cada tarde, y no obstante lo atrayente y favorable del segundo festejo, el público renunció a estar en la plaza. ¡Qué problemón! Vaya mal que nos aqueja, es evidente ya que continúan transitando en nuestra hermosa fiesta quienes por su obstinada soberbia y desplantes, se niegan a aceptar que el Eje Central y Único de este milagroso Espectáculo, es y siempre será; Su Majestad El Toro Bravo.

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