Los positivistas aplaudirán como es su costumbre pero el daño está hecho, la feria Zacatecas 2017 ha sido el termómetro para ver el actual estado ruinoso de las ganaderías en México y de una parte de la gestión empresarial que sigue manteniendo un modelo de fiesta caduco, el cual sigue sin convencer ni meter gente a las plazas de toros.
Por Juan Carlos Valadez – De SOL y SOMBRA.
Zacatecas, Zac.- Ayer ante menos de media plaza se realizó el antes popular festejo del escapulario de plata y los resultados, aunque mixtos, fueron decepcionantes en líneas generales en cuanto al juego que dieron las reses que selecciono la empresa. Solo el toro de Santa Maria de Xalpa que realmente no merecía una nota tan alta, tuvo emoción en su lidia, lo cual, en estos tiempos de reses descastadas y aburridas, es casi un triunfo.
Al público zacatecano, salvo excepciones, parecía traerles absolutamente sin cuidado la condición de las reses. Aquí, si un torero pega pases con facilidad y continuidad se le aplaude o se le aclama, y si no los pega no le hacen ni caso. ¿Hasta qué punto el toro puede condicionar la actuación del torero? La verdad eso es una exquisitez o una erudición que actualmente no cuenta en la Monumental.
Me pareció una falta de insensibilidad que los empresarios, ganaderos y matadores decidieran que lo recaudado en la taquilla fuera íntegro en apoyo a Tauromaquia Mexicana, asociación que supuestamente realiza múltiples actividades en pro de la cultura del toro bravo, cuando un mejor gesto por parte de la familia taurina hubiera sido haber destinado la taquilla para nuestros hermanos afectados tras los sismos de Chiapas y Oaxaca. Pero así está nuestra fiestita nacional, carente de líderes. Ya verán que al rato sale el anuario de Tauromaquia Mexicana hasta con portada de piel…
De la corrida solo se salva de la quema Diego Sánchez que se llevó el Escapulario de Plata con una faena templada y emotiva a un noble astado de Santa María de Xalpa ,que recibió los honores del arrastre lento y con la que pudo conectar con fuerza con el público con una propuesta fresca de toreo. Dejo un estocadón y se llevó dos orejas de ley. La faena de la feria hasta el momento sin duda.
Abrió la tarde un toro de Los Encinos, para Ignacio Garibay, que salió como un novillero a querer triunfar a costa de todo. El de Los Encinos fue claro por el derecho y el diestro capitalino lo aprovecho por momentos. Señalo una estocada, un golpe de descabello y se retiró entre palmas.
Arturo Macías, fue más avispado, y al distraído segundo le hizo una faena sin técnica, para la galería, a base de pases sueltos a un torete de Boquilla del Carmen al que le expuso los muslos y el pecho, en una cátedra de destoreo. Cortó una oreja ante una notoria división.
Fermín Rivera con un astado de la ganadería de Campo Real bordo el toreo por el lado izquierdo, en una faena que si no alcanzo niveles más altos fue porque a este publico feriante a veces les da más por el toreo bullidor y Rivera no vende su esencia como muchos esperarían. Fiel a su costumbre Fermín malogro su faena con la espada y el gozo se fue al pozo.
Juan Pablo Sánchez, ante un toro de la divisa de Pozo Hondo, se atrevió a instrumentarle unos derechazos de costadillo, sin convicción y citando con la muleta retrasada en una faenita aburrida y algo desconfiada.
Saldivar con uno Santa Fe del Campo anduvo inspirado con el capote, pero en la muleta el toro se desplomo y Saldivar tuvo que tirar de su oficio y jugarse el pellejo en una faena riñonuda que finalmente no tuvo recompensa por sus fallos con el acero.
Al final no faltará quien afirme que si el primero tuvo unas cuantas embestidas o que si el tercero, se movió con cierta transmisión, pero no, ayer en la Monumental solo había mansedumbre, absoluta falta de casta y una mortecina forma de embestir en cinco de los seis astados lidiados.
Solo la actitud de los diestros -salvo la de Juan Pablo Sánchez– que salieron hambrientos de figurar y necesitados de un triunfo, salvaron del aburrimiento el festejo.
Ficha
Zacatecas, Zac.- Plaza Monumental.- Cuarta corrida de feria. Menos de media entrada. Toros de distintas ganaderías de los Los Encinos, Boquilla del Carmen, Campo Real, Pozo Hondo, Santa Fe del Campo, y Santa María de Xalpa, bien presentados en lineas generales pero mansos y deslucidos. Todos sospechosos de manipulación (excesiva) de sus astas.
Ignacio Garibay: Ovación.
Arturo Macías: Oreja con algunas protestas.
Fermín Rivera: Ovación tras aviso.
Juan Pablo Sánchez: Silencio.
Arturo Saldivar: Silencio.
Diego Sánchez: Dos orejas.
Incidencias: Diego Sánchez ganó el Escapulario de Plata en disputa.
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