3ª San Luis Potosí: Artística Nocturnidad – Triunfa José Mauricio y sale en hombros

El interés de la corrida estuvo en las faenas de José Mauricio, que fueron de gran emotividad y estuvieron impregnadas de detalles artísticos.
Por Juan Carlos Valadez – De SOL y SOMBRA.
Enviado Especial.- Un día y otro, en feria o temporada, la fiesta se cubre de mediocridad y aburrimiento, porque si algo abundan en la actualidad son toreros vulgares y seguramente escasos de afición. La época taurina que vivimos es así, de una monotonía insoportable. Apenas hay matadores que destaquen, y aun éstos, son veteranos, ya de vuelta de casi todo. Pero, entre tanto, renace José Mauricio, que viene pegando fuerte, y además impone su categoría.
Su labor con el segundo de su lote -un torito pastueño- derivó en una faena sólida en su estructura y exquisita en los detalles: el derechazo hondo, el ayudado solemne, el natural templado, curvilíneo y largo y, por encima de todo, la ligazón. ¿Hay aquí torero? La repuesta llegó al acertar con el acero y llevarse dos orejas. Con su primero tuvo algunos detalles de torería y cumplió decorosamente.
Al abandonar la plaza pensaba que quizá en José Mauricio se está fraguando ese diestro que puede romper la monotonía y la vulgaridad de la legión de pegapases que llenan y definen la actual época de la tauromaquia mexicana.
El futuro de este torero va a depender de él mismo; de su sentido del toreo y de su vocación.
Pero si Mauricio destacaba en la nocturnidad, los toreros dinasticos, es decir los Fermínes -Rivera y Espinosa– anduvieron a medio gas ante una corrida justa de trapío, pastueña y mansa de Las Huertas, que sin ser de libro, no dio demasiadas complicaciones.
El problema en la actualidad es que tenemos demasiados toreros «artistas» y pocos lidiadores. Ojalá que los más jóvenes tomen conciencia y se metan en la cabeza que todo toro tiene su lidia (por tanto, de que todos los toros sirven) y se apliquen a realizar la adecuada para cada caso. Solo así la fiesta dejará de ser tan monótona.
Pero regresando al festejo.
Fermín Rivera corto también dos orejas, pero de diferente calibre. Por ejemplo, regaló un toro impresentable de trapío al cual le instrumentó cualquier cantidad de derechazos con cierto mando, pero sin hondura ni sello, que fueron coreados por una intoxicada afición que quería que su torero acompañara a José Mauricio en hombros. Pero ante ese borreguito pastueño y anovillado, la realidad es que no podía haber verdad en el ruedo con todo y la oreja que le cortó. Con su lote de la lidia ordinaria, Rivera dejó algunas señales de recuperación de aquel torero que alguna vez nos ilusionó.

Tampoco anduvo fino Armillita IV al que le faltó unir cualidades y recursos en su afán por triunfar. Y aunque tuvo deseos, tampoco se descaro, sin embargo consiguió algunos buenos muletazos que remató con largos pases de pecho que consiguieron conectar con el tendido. Al final nos fuimos con la sensación de que nos sigue quedando a deber el más joven de los Armilla.
Abrió el festejo el rejoneador Santiago Zendejas, que se llevó una oreja tras una labor completa y con algunos pasajes emocionantes.
LAS HUERTAS / ZENDEJAS, RIVERA, MAURICIO Y ARMILLITA IV
Toros de Las Huertas desiguales de presencia, escasos de trapío y descastados.
El rejoneador Santiago Zendejas: Oreja.
Fermín Rivera: Silencio tras aviso, oreja y oreja en el de regalo.
José Mauricio: Silencio y dos orejas.
Fermín Espinosa «Armillita IV»: Silencio y palmas.
Entrada: 3/4 de plaza.
Twitter @Twittaurino
Un Torero con mucha clase, arte y valor a ser tomado en cuenta por todas las empresas, Ojo empresarios !!..
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