Miguel Aguilar, la diferencia en la Plaza México.

Miguel Aguilar. Foto TauroAgencia.

El día de ayer Miguel Aguilar alcanzó un triunfo rutilante y legítimo. Se le entregó el público, con verdadero entusiasmo.

El secreto de su éxito estuvo en su actitud y en sus conocimientos con los que dominó a sus novillos desde el primer lance en un par de faenas en donde se conjuntaron la unidad en el ruedo y la vibración en el tendido.

Por Luis CuestaDe SOL y SOMBRA. Plaza México.

Es cuestión de actitud y ganas de querer ser. Ayer quedó demostrado en la primera novillada de la temporada chica de la Plaza México en donde Miguel Aguilar se impuso a los recientes triunfadores del serial de Arroyo y La Florecita ante un encierro bien presentado de La Antigua, pero manso y con muy poca fuerza en líneas generales.

La novillada fue noble en términos generales. Seria de cara y en algunos novillos, corpulenta. Sin embargo los mansos superaron a los bravos (incluso hay que decir que, en puridad, no vimos ningún bravo a carta cabal), ya que lamentablemente en el encierro de La Antigua no prevaleció la casta, que es la argamasa indispensable para construir todo el edificio del toreo, hasta sus últimas consecuencias. Únicamente el tercero fue de carril, y Aguilar le hizo una faena larga, con muletazos de calidad. Su faena, tuvo la virtud del reposo; la inteligencia y el gusto con que la construyó. Hubo muletazos de brazo largo de buen gusto y estética en donde destacó la unidad de la faena, desarrollada en prácticamente un solo terreno, en una sola e inequívoca línea de arte. Mató de gran estocada, a un tiempo, y de esta forma redondeó el más importante triunfo que ha conseguido en Mexico desde su presentación con picadores.

Aguantó tarascadas con valor consciente, sin concesiones a la galería en el sexto; al que sometió a base de pisarle el terreno y consentirle. Los tornillazos que le tiró por el pitón derecho fueron de abrigo, y los despreció todos, con serenidad increíble. Por la izquierda iba un poco mejor el animal y ahí brotó el temple por momentos, dibujando algunos remates de pecho que fueron limpios y hondos. Las manoletinas con las que concluyó su faena dejaron al novillo totalmente entregado y se tiró a matar con seguridad por el hoyo de las agujas, vaciando con estilo, pero lamentablemente pincho. Al final Aguilar recogió desde el tercio la ovación sin pedir más; no quiso estar en vedette, como hacen casi todos, que han convertido esto en un carnaval, sino en torero. Este es el camino.

Lo contrario del camino ha sido lo que nos dejaron ver sus alternantes, Sebastián Ibelles y Cristian Antar, quienes demostraron muy poca actitud y pocas aptitudes para realmente figurar con éxito en esta profesión.

Ayer ahí estaban los dos colocados en la plaza de toros más importante de México en un cartel con ganadería de lujo, e incapaces, a pesar de todo, de ganarse una oreja, aunque sólo fuese con su actitud y valor.

El balance artístico de la tarde de ambos se queda en un par de verónicas, dos naturales y un pase de pecho de Cristian Antar. Y algún muletazo suelto de Ibelles, al que le peso mucho el ruedo de la Plaza Mexico.

LA ANTIGUA / IBELLES, ANTAR Y AGUILAR

Monumental Plaza México, primera novillada de la temporada “Soñadores de Gloria”. Novillos de La Antigua, bien presentados, pero mansos y descastados en general.

Sebastián Ibelles: Ovación con saludos y silencio.

Cristian Antar: Tres avisos y aviso y división de opiniones.

Miguel Aguilar: Oreja y ovación con saludos.

Entrada: Aproximadamente tres mil aficionados.

Twitter @LuisCuesta_

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