
Antonio Ferrera, firmó el día de ayer una de las faenas más surrealista y artísticas de la Temporada Grande. Con el capote evocó al Pana, después con la muleta hilvanó series con mucho temple, despaciosidad e inspiración como principales virtudes de un inolvidable trasteo al que remató con una gran estocada.
Con este triunfo Antonio Ferrera se convierte en una de las principales cartas para el festejo del Estoque de Oro.
Por Luis Cuesta – De SOL y SOMBRA.
Una tarde de torería, teatralidad y arte fue lo que vivimos ayer en la Plaza México, en la que Antonio Ferrera desplegó una tauromaquia, atiborrada de detalles, llena de matices y guiños al toreo antiguo que desplegaba en vida Rodolfo Rodríguez “El Pana”. Con el capote estuvo a tope con su primero, entre verónicas y medias de cartel ante un toro muy débil del hierro de Villa Carmela que terminó por desfondarse en la muleta del torero extremeño.
Pero fue en el cuarto de la tarde cuando los duendes bajaron al ruedo y Antonio Ferrera inundó la plaza con momentos de lujo desde que se abrió con el percal y resucitó al Pana en un trasteo donde aunó el sentimiento, la hondura y sobretodo la sensibilidad. Lamentablemente el de Villa Carmela en la muleta -al igual que su primero- no podía embestir con más poder por su descastada y débil condición, así que Ferrera inspirado y arrebatado se inventó una faena pinturera por su variedad de suertes y su misma concepción. No encontrarán en la historia reciente de la Plaza México, muchas faenas con tanta inspiración.
Generoso y eficaz toreó al natural jugando con gracia las muñecas y acompañando el muletazo con todo el cuerpo. La estocada que le propinó al de Villa Carmela será histórica por su ejecución, situándose muy lejos del astado y al ralentí*, caminándole lentamente hasta volcarse sobre el morrillo del toro y señalar un espadazo hasta las agujas en lo que será uno de los momentos más emotivos y emocionantes de la presente temporada y el mejor epílogo para una obra magna de inspiración y deleite aderezada con un toque de teatralidad. Dos orejas incontestables para una faena embrujada. Toreo champagne. Difícil será que alguien pueda superar una faena tan surrealista como la que desplegó ayer Antonio Ferrera en la Plaza México.

Al final del festejo se abrió la Puerta Grande del encierro para despedir con todos los honores que se merece este artista consumado de los ruedos que hace nueve meses casi moría ahogado en el Río Guadiana, pero afortunadamente la vida le dio una segunda oportunidad para seguir embrujando y cautivando aficionados con su toreo y porque no, cambiando con arte sus vidas.
Reapareció Arturo Macías en los ruedos después de un largo calvario tras su pasado percance en Las Ventas de Madrid y físicamente aprobó el examen, sin embargo en el aspecto anímico apenas lo hizo con la mínima, frente a un lote muy deslucido que no le brindó muchas posibilidades de triunfo.
Luis David Adame fue incapaz de templar las suaves embestidas del ejemplar que le tocó en primer turno. Algo pasó, pero el caso fue que no consiguió acoplarse con el de Villa Carmela. Acaso contagiado por el frío de la tarde, acaso nervioso, pero le faltó temple, dominio y posiblemente también entender qué tipo de bondad tenía enfrente.
Para su suerte se desquitó con el sexto, al que toreó con largura y despaciocidad. Muchos de sus muletazos poseyeron el aroma peculiar del toreo clásico y el planteamiento de la faena fue técnicamente correcto. Transcurría emocionante la faena, cuando al finalizar una tanda se distanció y, regreso a la cara del toro transformado para arrebatarle una gran serie de pases naturales que remató con un imponente pase de pecho. Señaló una media estocada que fue suficiente para llevarse una oreja de ley y demostrar que sigue habiendo en Luis David un torero importante, que tarde a tarde continúa aprendiendo y mejorando.
Es lo que digo yo.
Twitter @LuisCuesta_
Para el próximo sábado primero de febrero a las 15:00 horas de la tarde, se ha organizado un interesante evento gratuito para acercar a la afición a La Plaza de Toros México, en donde habrá una tienta, una clase práctica de toreo, cine taurino, rifas y premios en lo que será un evento que les permitirá vivir tanto a niños y cómo adultos, una experiencia sin igual en la Plaza de Toros más grande del mundo.
Mi enhorabuena a sus organizadores por esta gran iniciativa.
Villa Carmela/ Ferrera, Macías y Adame
Toros de Villa Carmela, bien presentados, pero flojos y de escaso juego, entre los que destacaron los corridos en tercero y sexto lugar.
Antonio Ferrera: Silencio y dos orejas.
Arturo Macías: Silencio tras aviso y silencio tras dos avisos.
Luis David Adame: Silencio tras aviso y oreja.
Plaza México, 26 de enero. Decimocuarta corrida de la temporada. Un cuarto de entrada.
*Ralentí: El ralentí es el régimen mínimo de revoluciones por minuto (giros o vueltas por minuto) a las que se ajusta un motor de combustión interna para permanecer en funcionamiento de forma estable sin necesidad de accionar un mecanismo de aceleración o entrada de carburante.