¿Con Ton y Con Son? – Charlas del Tupinamba

Tan solo queda, en esta época, solo queda imaginar el toreo… a lo lejos.

Bardo de la Taurina.

Esto del Coronavirus que está resultando más horroroso que una estocada pescuecera, pero también más que milagroso pa’ usted y pa’ mí, por el hecho de que estamos vivos todavía, lo cual le deseo así continúe extendiendo éste voto de bienestar a su familia, amistades, conocidos y a todo mundo en general, a mi menda en realidad no le ha cambiado substancialmente la vida más allá del tsunami de preocupación y tristeza que me cargo, porque debo de confesar, que al tal Bardo, el drama por el que atravesamos lo agarró como lombriz de tierra mojada apenas asomando la cabeza después de venir librando una batalla contra una baja de defensas que me tenía desde en den antes enclaustrado, lo que me había permitido y aún lo hago sumergirme en el mundo de los libros, revistas, grabaciones y videos relacionadas con la tauromaquia que tiene mucho de fondo y de crestas, pero más de media agua como ese nivel por el que navegan los robalos, que a lo mejor viéndolo de otra forma es el justo medio o el promedio que aplica pa’ muchas actividades.

Porque así que digamos cuanto brillamos a nivel universal, salvo “El Canelo” Álvarez, porque en nuestro mundo de afición de sol y de seda, cómo estará la cosa, que en el toreo la única figura que tenemos, es un niño que todavía no viste de seda y oro; Cristóbal Arenas “El Maletilla” y si me apuran el apoderado que se anda llevando la supremacía es el Lic. Luis Gallardo porque cómo le enseña y cómo pone a torear al chaval por todos los rincones.

Las horas de encierro me están llevando a revivir un proyecto que de ahí no ha pasado, salvo en alguna similitud con dos orgullosas excepciones que en su momento aceptaron compartir conmigo par de periodistas cumbres, uno mexicano el maestro Leonardo Páez y el otro venezolano el maestro Víctor López “El Vito”, con quienes abordábamos cada semana un tema coincidente que lo eran las corridas que se celebraban en la Plaza México, desde dos puntos de vista diferentes y hasta ahí, ahora he platicado con algunos colegas de alta estima, calidad moral, profesional, algunas de las aristas de este proyecto consistirían en el realizar entrevistas al alimón o en lo individual a personajes interesantes y valientes que puedan contestar preguntas sin moño, ni celofán, ni contenidos convencionales, se trataría de ir al corazón del maguey llamándole; verde al verde.

Yendo derecho y sin abrirse a poner el dedo en la llaga en cuestionamientos, sin ningún morbo y solo con un sentido periodístico o de comunicación, con preguntas no triviales, que quien sabe si lleguen a lo escalofriantes pero si refrescantes por llamarle de alguna manera, entre ellas considero que sería relevante pa’ los lectores saber cuál es la opinión de la gente del campo, de la torería, de la empresa, del callejón, de las autoridades, de los medios y por supuesto del tendido sobre:

-¿Qué certeza se le da a la afición de que en las plazas se estén lidiando toros con la edad reglamentaria, los kilos que marca el reglamento, el trapío requerido incluyendo las puntas?
-¿Hay criterio unificado y tienen validez las orejas que se otorgan?
-¿Qué se puede pensar de la ola de indultitis que se ha vivido en las últimos años?, y, ¿por qué a algunos toros se les negó ese derecho?
-¿Cumplen los medios de comunicación con una labor enterada y ética?
-¿Por qué la gente comenta que lo que sucede en el ruedo no concuerda con lo que se escribe y se dice?

En lo que incumbe a los toreros habría que preguntar:
-¿Los españoles imponen realmente condiciones en cuanto al ganado a lidiar?
-¿Y a los alternantes? (caso obvio el de Hermoso de Mendoza con Diego Ventura)
-¿Por qué a nivel mundial no hay toreros tricolores de primera línea?
– O si los hay, ¿por qué no los buscan las empresas de Madrid y Sevilla?

-¿Por qué la gente a todos los carteles les encuentra un pero?
-¿Por qué pa’ hablar de toreros de interés, de figuras de arrebato en la fila de matadores hay que emitirse a la época de Manolo Martínez, Eloy Cavazos, “Curro Rivera”, Mariano Ramos?
-¿Y en la novillería hay que voltear a ¿Manolo Mejía, Valente Arellano, Ernesto Belmont?

Todos sabemos que empresa saco a la gente de la plaza y cual no la ha metido, pero la pregunta es, ¿Por qué?
-¿Por qué no hay toreros que interesen, garanticen, con sello, con enjundia, con imán taquillero, con hambre de ser?
– ¿O a poco porque los toros que les echan son la causa de la deserción?
-¿Cuánta gente metieron a la plaza los toros de la corbata?

Este sería el tenor de las preguntas con una sola condición pa’ los entrevistados, que den su nombre y cargo o función, incluyendo desde luego a los puramente aficionados nada de anonimatos, las cosas hay que decirlas no a conveniencia sino a conciencia hoy hay que abrir la llave del grifo porque si nos anclamos con alguna excepción en el periodismo o comunicación convencional que priva hoy en día en sus diferentes tesituras, el agua no va a correr y todo estancamiento no es conveniente, desde luego que se sabe de estilos de conductores y escribanos algunos de cuyos escaparates gustan y otros por excepción alcanzan la respetabilidad, mas ¿No sería incluso benéfico para la fiesta ampliar el menú de ofertas? que es muy limitado y si no reflexionemos, la tauromaquia es esencialmente convergencia de arte y pregunto, ¿Cuántos escaparates dedicados a las artes taurómacas tenemos? ¡Ninguno!, la Fiesta es técnica en gran medida, salvo un esfuerzo que creo está cristalizando el matador Salvador López, impulsado por las circunstancias actuales, no hay programas de técnica virtual.

En fin, esto realmente no llega ni a proyecto es solo una idea personal que compartí y tal vez hasta envidiosa porque a mi así me gustaría que se abrieran mas ventanas en donde no todo fueran flores porque ya ve usted que subterráneo y feo de aspecto es el jengibre, pero que bien hace pa’ un montón de males, salgámonos de lo común, que eso nos hará más común el horizonte.

Twitter: @BardoTaurina.

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