Amigos aficionados…
Llegamos a una de las Navidades más tristes que nos ha tocado vivir.
Pandemia, crisis económica y, para los aficionados a la Fiesta, prácticamente sin toros. Bueno, se han dado corridas sin público, algunas con o sin autorización gubernamental y sanitaria, pero las ha habido.
Además, ¿cuántos personajes del toro ya se nos quedaron en el camino? Muchísimos. Toreros, ganaderos, empresarios y aficionados. Esto es lo que nos tiene de saldo en nueve meses de crisis por el coronavirus.
Mañana viernes, como cada 25 de diciembre, estaba anunciada la tradicional Corrida Navideña en la Santa María de Querétaro, pero decidieron no darla. Y para el 1 de enero, en nuestra Plaza Mérida tampoco habrá el festejo famoso de rejones que abre el calendario.
Triste, sin duda. Y más si recordamos, por ejemplo, que la semana pasada, en un par de días, se nos adelantaron varios personajes del toro, como el empresario y coleccionista Marco Antonio Ramírez, de Morelia; el picador Juan Pablo González, el ganadero de Caparica, Julio Muñozcano, todos en el mismo jueves pasado. Durísimo esto del Covid-19.
En lo personal, aunque esté aprieta y aprieta el asunto económico, considero que la prudencia debe imperar y se deben suspender los festejos, en espera de que haya mejores condiciones. Cierto, a muchos la inactividad les está golpeando, pero las estadísticas de la pandemia indican que esto está muy fuerte, y organizar actividades taurinas, aunque sea sin público y alivie ligeramente las finanzas, expone de forma arriesgada al ser humano. Cada quien lo puede pensar como le convenga. Solo pedimos al Creador que nos proteja, porque a veces los humanos actuamos como si no fuera serio esto.
Pero hablemos de otro tema más ameno, y de mayor relevancia en estas épocas en que la modernidad ha desbancado a nuestra costumbre de leer libros.
Ya les hemos comentado varias veces, del libro “Legado de la Fiesta en Yucatán”, que se editó en Grupo Megamedia con financiamiento del empresario Héctor Navarrete Muñoz.
Pues también ya vio la luz, y amablemente nos hicieron la entrega de un ejemplar, de la primera edición de “La Fiesta No Manifiesta”, un interesante compendio que retrata, con fuentes y cifras documentadas, lo que se vive en la Fiesta en la Península. Con fotos de los tradicionales tablados abarrotados, las procesiones de los santos patronos de los pueblos y la devoción de los públicos peninsulares a las diversas manifestaciones taurinas que se viven en la región.
Capitaneada por un primer espada como lo es Antonio Rivera Rodríguez, colaborador del Diario, el libro fue editado por Tauromaquia Mexicana en deseo de mostrar el tratado trilateral Campeche-Yucatán-Quintana Roo. ¿Por qué contamos todo esto? Muy sencillo: dos libros de toros en un espacio de dos meses salieron a la luz en Yucatán. Sí… Libros impresos, cuando dicen que no se lee en papel.
Un verdadero reto de quienes fueron sus precursores y los tienen en manos del público. ¡Enhorabuena!
Y cerramos contándoles que, ayer, la yucateca Mariangel Segovia Ferráez, aspirante a novillera, salio en hombros en Morelia, en un festival donde cortó dos orejas de forma simbólica. Buena noticia, sin duda.
La pregunta del día: ¿Quiénes formaron el cartel en el Año Nuevo de 2020 en la Plaza Mérida?
Y… ¡Feliz Navidad!
Por Gaspar Silveira.
Publicado en el Diario de Yucatán.