Editorial – Sin Televisión no hay futuro. 


Las últimas dos décadas han sido muy difíciles para la tauromaquia en México, esto debido a que ha desaparecido de la televisión y de los medios de comunicación del país, con exepciones muy puntuales cuando surge un acontecimiento generalmente negativo en contra de la tauromaquia.

Editoral – De SOL y SOMBRA.

Actualmente en el año 2021, es probable que todos tengamos algún grado de conciencia sobre el impacto de los medios de comunicación en la sociedad. Los deportes están lejos de ser una excepción y, año tras año, observamos la creciente influencia e importancia de la televisión en el deporte.

Lamentablemente en el sector taurino no entendieron a tiempo que la cero exposición de la fiesta brava en México acabaría por volverla un espectáculo ajeno a las nuevas generaciones, así como blanco fácil de agrupaciones animalistas y politicas.
Mientras que la mayoría de los toreros son prácticamente unos desconocidos para la mayor parte de la sociedad, los deportistas son sometidos diariamente a muy altos grados de exposición por parte de los medios televisivos, especialmente si hablamos de disciplinas como el fútbol o el boxeo en México, cuyos profesionales llegan a convertirse en celebridades.

España en este rubro lleva la delantera desde hace unos años, ya que con su canal toros de Movistar ha permitido que, por primera vez, miles de aficionados fuera de España asistieran a sus principales ferias, sin importar si se encontraban del otro lado del globo…

En México ha sucedido lo contrario, salvo la temporada grande la Plaza México que se transmite por televisión de cable, el resto de las ferias y temporadas permanecen en la oscuridad total, salvo en algunas ocasiones en donde se transmite un contenido de poca calidad por medio de una red social.

Las redes sociales son sin lugar a dudas muy importantes en la actualidad, pero al día de hoy están todavia lejos de tener la importancia de la televisión abierta o de paga. El problema del auge de la redes sociales es que se han convertido en el refugio de un sector taurino en México que parece haber claudicado completamente de la televisión, para refugiarse en producir contenido para ser distribuido únicamente vía streaming o por otras vías como Facebook.

En estos días en que la unión entre las distintas agrupaciones parece estar más fuerte que nunca, quizás sea el momento ideal para democratizar la fiesta brava, con el objetivo de buscar nuevos canales para volverla a poner al alcance de todos los aficionados cautivos y de todos aquellos que aún no lo son, pero que podrían aficionarse.
Hoy más que nunca los taurinos tienen que entender que todos sus esfuerzos serán en vano si no trabajan en potencializar vehículos de difusión como la televisión y el internet. 

Sería muy importante que en este 2021 surgiera un proyecto en México similar al del canal toros o alguna fusión que permitiera a los aficionados de ambos países poder ver sus grandes ferias conjuntamente durante todo el año, aunque esto sea en la modalidad de pago por evento como sucede con el canal de Movistar o al menos algunos festejos locales por un canal de tv restringida, como en el caso de las corridas de la Plaza México que pueden ser vistas por AYM Sports.

Es una realidad que sin televisión algunos certámenes como “México Busca un Torero” podrían no tener la repercusión que se merecen y si en algún punto los festejos taurinos se consiguieran reactivar en provincia, los empresarios tendrán que buscar ingresos extras para suplir esa mitad del aforo que seguramente las autoridades nos les permitirán abrir y es ahí donde la television podría jugar un papel muy importante.

El inicio del 2021 ha sido muy complicado, pero aún así la industria de la tauromaquia contempla con emoción (como tantas otras) la vacunación masiva como único remedio para garantizar que, al menos después del verano, los aficionados regresen a las plazas de toros.

Pero aún con toros en las plazas, si no se consigue regresarlos también a las pantallas, el futuro de la fiesta luce muy oscuro, ya que la tauromaquia no solo necesita más transmisiones en vivo de sus eventos, sino también otras vías de difusión para su promoción. Ahí está el caso de la serie de ficción ‘Gambito de Dama’ –de Netflix- que ha sido una de las sensaciones internacionales en el año del virus, símbolo a su vez de otra explosión paralela y menos comentada: la del ajedrez, probablemente el más beneficiado por la pandemia, que ha registrado un enorme aumento de participación, ventas y seguimiento online de partidas comentadas por especialistas.

Las corridas de toros fueron pioneras en la transmisión de espectáculos de masas durante el siglo XX cuando en la televisión -que aún era un proyecto piloto- se transmitió una novillada en 1946 desde la Plaza México, que ofreció en aquel entonces el canal 4. Aquello fue el inicio de una costumbre semanal, tanto en el mismo 4 como en el canal 2, nos recuerda el periodista Horacio Reiba desde su tribuna en la Jornada de Oriente.

Esperemos que la prometida y añorada reconversión de la fiesta brava en México para este 2021 incluya a la televisión y que se mantengan vigentes los programas taurinos tradicionales por el Canal Once y ADN, así como el semanario oficial Tauromedio que produce la Plaza México. Pero también que regresen otros semanarios críticos y objetivos como Taurinisimos, que atinadamente conduce un verdadero intelectual de la tauromaquia como lo es Luis Eduardo Maya y otros más que se difunden desde algunos puntos de la provincia por medios locales y redes sociales.

La cuestión planteada no es fácil, pero sumando esfuerzos quizás no sea tan complicada. Tan solo hay que salir del impasse y darle en estos tiempos de crisis una nueva oportunidad a una televisión, que hoy más que nunca, busca nuevas opciones de contenido para llegar a más personas.

Twitter @Twittaurino

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