
Por Luis Carlos Peris.
Extrañaba no ver de fondo la silueta de la torre que coronaba la loma sur del cortijo, pero los tiempos son los que son y los toros de Torrestrella ya no pastan en Los Alburejos, sino en El Carrascal, la finca que Alvarito compró hace años en el término de Benalup.
Preciosas fotos de torero y ganadero viendo los toros que el primero ha de matar en Las Colombinas con ambos vistiendo a modo, como Dios manda cuando hay que asomarse al campo.
Las imágenes de Morante y Álvaro Domecq a caballo vestidos de corto con sombrero de ala ancha y el palo en la diestra nos llevaba a fotos antañonas, como la de don Álvaro con Manolete en Jandilla o la de Gallito con don Felipe Pablo Romero en La Herrería. Son momentos que hoy le debemos a Morante, el hombre que combina tirar del carro del toreo con desempolvar usos y costumbres ya olvidadas.
Y es muy de agradecer.
Publicado en Diario de Sevilla