
Cetrina está en Navas de San Juan (Jaén) y es una finca con 903 hectáreas de terreno donde, además de la casa familiar, el ruedo, la capilla y una amplia piscina, en esas tierras se ubican los 53.000 olivos de donde Ponce saca su ingrediente estrella para el aceite de oliva virgen extra que comercializa.
De SOL y SOMBRA.
El diestro Enrique Ponce ha celebrado este fin de semana la Primera Comunión de su hija en la Finca La Cetrina (Jaén). Según varios medios, se trataría del último evento familiar que los Ponce-Cuevas acogen allí, pues la finca estaría en venta.

EXPANSION se ha puesto en contacto con Fincas Rústicas Gilmar, la división del grupo inmobiliario encabezado por Jesús Gil Marín y Manuel Marrón, y una de las habituales en la compraventa de terrenos de envergadura. “Por temas de confidencialidad no podemos comentar nada” indican.
El aspecto exterior es de cortijo andaluz, con sus paredes encaladas, y cuenta con pequeños detalles en tonos marrón y albero, como los tradicionales guardapolvos y zócalos de ventana andaluces. El diseño del acceso principal de la vivienda es una adaptación de la puerta grande de la plaza de la Maestranza de Sevilla, a la que han añadido el escudo de la ganadería de Ponce.

En la web de Gilmar , lo más similar que aparece es una finca cinegética y de recreo en El Condado (comarca próxima a La Carolina), de 1.040 hectáreas. La distancia entre esta propiedad y la de Ponce es tan solo de 33 kilómetros. Ambas cuentan con un cortijo de recreo es buen estado, plaza de toros, piscina y coto de caza. Además, en los dos casos hay instalaciones de trabajo para explotación ganadera y agrícola (las reses no se suelen meter en este tipo de transacciones, sino que en el caso de ser vendidas se trataría de una operación independiente). Esta finca se vende en Gilmar en la actualidad por 4 millones de euros después de haber rebajado su precio a la mitad, ya que el precio original de salida fue de exactamente el doble: 8 millones de euros.

¿Ayuda a la venta ser un rostro conocido?
Depende del rostro conocido y de los acontecimientos que se relacionen con la propiedad, pero al final, salvo que se trate de un tema de admiración personal por el anterior dueño, al comprador nacional de este tipo de propiedades le resulta indiferente a quien haya pertenecido. Además, en el caso de que la vivienda o la finca haya estado muy expuesta a la prensa, podría incluso restarle valor.
Los clientes potenciales de este tipo de fincas en el mapa de oro del suelo rústico español, Andalucía, Extremadura, y ciertas zonas de Castilla-La Mancha y algunas zonas de Levante, son grandes fortunas o directivos con recorrido que buscan ante todo privacidad y discreción.
En cuanto a relevancia pública, La Cetrina de Ponce podría compararse con la Hacienda San José, el cortijo que Bertín Osborne puso a la venta en 2014 en Sevilla, también con Gilmar, y cuyo precio de salida fue precisamente de 8 millones de euros. Durante el confinamiento se quitó el anuncio de venta y desde Gilmar comentan que en principio ya no está en mercado.
La finca de Ponce tiene espacio para todo. Allí también se encuentra la ganadería que el diestro estrenó en 1990 con 30 vacas de Salvador Domecq y que ahora alterna junto con la cría de caballos de pura raza. Pero la parte más espectacular es la vivienda de 420 metros cuadrados distribuidos alrededor de un patio andaluz y con vistas a la Cañada de los Yeros.
Esta casa fue construida en el año 1997 por los arquitectos Díaz Sanjuan y destaca por su entrada que recrea la puerta grande de la Maestranza sevillana. Esta maravillosa entrada fue un deseo expreso de Ponce. Asimismo, la casa tiene dos plantas, más un sótano donde se encuentra una pequeña bodega para guardar los vinos preferidos de los dueños.
Con información de Expansión
