Por Carlos Ilián.
Cuando se anunciaron los carteles de San Isidro saltaba a la vista, entre otras circunstancias, un mano a mano entre Alejandro Talavante y Juan Ortega. La pregunta era de cajón, ¿qué contraste de estilos, que rivalidad entre ambos, que justificaba, en fin, este “enfrentamiento” ? A la salida de los toros nos hacíamos las mismas preguntas después de presenciar el mano a mano más sombrío, más triste y desangelado de los que se puedan presenciar en esta plaza.
Para hacer más lamentable este espectáculo de ayer solo faltaba que la corrida de Jandilla, tan seria por delante, como vacía por dentro, se convirtiera en un desfile de moruchones a la defensiva, sin un gramo de casta y regalando todo un repertorio de cabezazos. Menos mal que entre los seis salió uno del hierro hermano de Vegahermosa que se dejaba hacer el toreo por el pitón derecho. Un toro que a Talavante le costó un mundo entender hasta que encontró la clave de dejarle la muleta delante e ir templando por bajo. Hasta ese momento la faena se había parecido como una gota de agua a todo lo que hasta ese momento habíamos presenciado, o sea derrotes, enganchones, dudas y ni uno, ¡ ni un solo muletazo ! aseado
Pero Talavante, tarde, aunque a tiempo, compuso una segunda parte de la faena en la que, muy por debajo de su mejor versión, al menos templó en dos tandas por el pitón derecho, ligando y de buen ver. Al final el dichoso cambio de mano para el muletazo al natural y el de pecho, de efecto visual infalible en estos tiempos, además de un espadazo algo tendido fueron argumentos más que suficientes para que cortara una oreja, la más barata que ha cortado en Madrid.
El “rival” de Talavante en este triste mano a mano, o sea Juan Ortega, hizo el paseillo, anduvo como pollo sin cabeza, no sabiendo que hacer con un lote andarín y a la defensiva. Una actuación en blanco, y menos mal que se defendió con la espada para evitar el desastre total. Es la tercera tarde que veo a este chico esta temporada y ni en Fallas, ni en Sevilla y mucho menos ayer aquí en Madrid está justificando el trato de lujo que recibe de las empresas. Tenga cuidado Ortega que en esto del toro se sube y se baja a la misma velocidad.
Plaza de Madrid. Sexta corrida. Lleno. Toros de Jandlla/Vegahermosa (2), solo la buena presentación se puede sacar en limpio de la triste corrida de Jandilla, sin fuerza y descastada, el toro de Vegahermosa tuvo fondo. Alejandro Talavante (5), de negro y oro. Estocada trasera y atraves Estocada despreada y descabello (silencio). Estocada trasera. Un aviso (una oreja). Estocada desprendida (silencio). Juan Ortega (2), de tabaco y oro. Estocada corta (silencio). Media estocada (silencio). Estocada corta (silencio).
El cartel de hoy: Toros de Bohórquez para Sergio Galán, Leonardo Hernández y Juan Manuel Munera.
Publicado en Marca
