Por J.C. Valadez – De SOL de SOMBRA.
Comienza el año 2023 y la ilusión de todos los aficionados para la presente temporada es que alguno de nuestros jóvenes toreros consigan dar un golpe definitivo en las principales ferias del año, para que de una vez por todas se posicionen en los primeros sitios del escalafón con hechos y no a base de billetazos en algunos medios como pretenden hacer otros. Porque de nada sirve tener una fuerte camada de toreros jóvenes con grandes aptitudes, si estas no se reflejan en el ruedo.
Pero para que estos triunfos tengan repercusión y seriedad, tendrán que producirse en los grandes escenarios con aficionados exigentes y ante astados con trapío, como sucedió en los recientes triunfos de Leo Valadez y Héctor Gutiérrez en Guadalajara.
Hay que entender que el tiempo por si solo no produce figuras del toreo, sin embargo algunos desubicados piensan que por el solo hecho de que un torero tenga diez o más años alternativa ya puede aspirar al título, y yo me pregunto: ¿en base a qué? ¿A triunfos dudosos con astados anovilllados y rasurados en tardes hechas a modo para después cantar sus pantomimas en la prensa como algo épico?
Porque algunos (no todos) de los matadores actuales que se ostentan como figuras, hago a un lado a José Adame que tiene el mérito de irse a jugar la vida a Europa, promueven como batallas épicas sus éxitos en plazas de segunda o tercera categoría, mientras que en las de primera categoría y de mayor exigencia como La México y Guadalajara generalmente pasan de puntitas. ¿Que raro no? Pero así son algunas de nuestras actuales “figuras” ¡Pues vaya cuento! De verdad ya estuvo bueno de tanta mentira por parte de estos señores y de sus secuaces que vienen a robarnos la afición, la seriedad, el toro y hasta la cartera.
Si de verdad queremos que esto se acabe hay que dar un giro completo al rumbo que está tomando el toreo en Mexico y volver a las raíces. No puede ser que se siga premiando lo malo o la mentira y se obvie lo bueno cuando surge en una plaza de toros. Las nuevas “figuras de latón” tienen que entender que para colocarles el preciado título, no nos vale otra cosa más que la ¡Seriedad!, algo que jamás debe perderse por más que los comisionistas del toreo busquen quitarle la raza y la emoción al toro para que sus “figuritas” no pasen agobios y puedan seguir sumando fechas.
Es de verdad penoso que la nueva afición no repare en estas cosas, ni valoren otras bien hechas que en ocasiones pasan inadvertidas. Lamentablemente la prensa mexicana contribuye a esta desinformación, porque está más interesada en agradar al llamado ‘sistema’ y a los toreros, que en explicar con sinceridad al aficionado lo ocurrido en una tarde de toros. Además de que son incapaces de denunciar el toreo ventajista y tramposo que pulula en casi todas las plazas.
Pero por más que nos quieran vender en algunos medios de comunicación hazañas heroicas y la cancina foto de la salida en hombros, no debemos de olvidar que el toreo tiene su razón de ser y de sentir en la relación, de abrasiva intensidad, entre el toro y el torero. Ya lo dijo alguna vez Gregorio Corrochano: “Donde está el toro, está la corrida”.

Lamentablemente en estos tiempos de instagrameros e influencers taurinos, importa mas la pose y lo superficial que lo que realmente sucede en el ruedo. Está camada de jóvenes comunicadores quizás se podría salvar si al menos tuviera un poco de talento, ¡pero que va! la gran mayoría ni eso. Su gracia o nivel periodístico se limita a poner fotos y tagear gente mientras continúan hinchándose de seguidores -generalmente comprados- en sus redes sociales.
Pero si de verdad queremos una fiesta sería necesitamos exigir toros para toreros con orgullosa torería, no para la rutina, necesitamos volver a ver en los ruedos toros bravos y en puntas que transmitan el drama latente de una cogida. Y exigirle a los medios de comunicación que digan la verdad en sus crónicas o si no, bloquearlos para siempre.
Se viene un serial en Texcoco y dos ferias de mucha importancia como son las de León y Guadalajara, en donde tenga usted por seguro que juzgaremos con rigor el desempeño de nuestras figuras, así como de aquellos que aspiran a serlo. Pero de manera muy particular pondremos especial atención a la presentación del ganado, el carácter que desarrolle y el brío en su empeño por embestir.
Espero que el palco de la autoridad de Guadalajara, actualmente en manos del licenciado Alfredo Sahagun recupere el rumbo y la seriedad. Ya que fueron de verdad lamentables las pifias que cometió durante la temporada pasada. Don Alfredo sea usted serio o de plano hágase a un lado, pero por favor ya no manche más su prestigio y el del Nuevo Progreso con malos criterios. Y si alguien lo presiona para tergiversar su criterio, denuncie, que para eso es usted la autoridad.
El regreso de Roca Rey
Lo bueno: Por primera vez en muchos años el torero peruano realizará una temporada extensa en nuestro país.
Lo no tan bueno: El ganado que ha seleccionado para la mayoría de sus actuaciones en tierras mexicanas, por esta razón y ante los elevados precios que las empresas pretenden cobrar por sus actuaciones, habrá que exigirle con fuerza toros serios en cada una de sus tardes.

Ojalá que el público que acuda a sus actuaciones en las próximas semanas no se deje engañar y haga valer el elevado costo de su boleto, para que su actuaciones no se conviertan en una parodia sin toro. Tenemos que recordarle a Roca Rey que en nuestro país hay quienes todavía creemos que el trapío, la casta y la bravura deben ser intocables y que queremos que esta tauromaquia que sentimos muy adentro no termine de precipitarse por el abismo de esta fiesta postpandemica, o sea en la fiesta de los tontitos del triunfalismo y de los influencers caníbales.

Una respuesta a “Opinión en Puntas: Entre figuras ‘de latón’, influencers taurinos y el esperado regreso de Roca Rey.”
Coincido con los argumentos aquí expuestos pues, es la mera realidad sólo me permito agregar algo al respecto del actual Juez de plaza de Guadalajara, el Lic. Alfredo Zahagún, del que señala el autor de éste artículo de las pifias o desaciertos que cometió y/o comete Usía y que es probable por alguna presión de algunos de los protagonistas de la fiesta.
Le comento a J: C: Valadez, que don Alfredo Sahagun, antes de ser Juez de plaza de la Nuevo Progreso, fue el empresario de la empresa DEMSA, quien hasta la fecha, es la propietaria del coso en comento por tanto; de ahí, puede venir la presión para los desaciertos y pifias que le señala a don Alfredo.