Por Jaime Oaxaca.
“Va por todas las mujeres”, dijo en su brindis el novillero Jesús Sosa, al unísono gritos femeninos de aceptación. Justo el sol se asomó en ese momento, el menudo joven apizaquense inició la faena en el tercio, doblándose de forma sensacional, con poderío, majestuosidad, clase, hizo vibrar al público que respondió con sonoros olés. Pocos, escasos inicios como el de Jesús. Vaya torería del chaval.
Ayer sábado se realizó una novillada en Tlaxcala capital con media entrada del aforo, las mujeres entraron sin pagar. Novillos de De Haro que permitieron al público emocionarse, a cuatro les cuajaron faena, los aplaudieron en el arrastre. Destacó el segundo, le hicieron sangre en varas, fue un novillo pronto, bravo, con nervio, complicado, así es la bravura. El tercero peleó en el peto, cuarto y quinto no terminaron por romper. A los novillos tercero y sexto les faltó remate en su presencia.
Tanto José Alberto Ortega como Rodrigo Ortiz y Jesús Sosa, cortaron una oreja cada quien en su primer turno. Estuvieron aplicados, mostrando sus ganas por triunfar, los tres fallaron con la espada en el segundo de su lote.
Tuvimos una magnífica tarde, sin triunfos fingidos, ni de costaleros para salidas a hombros exageradas, ridículas. No hubo exceso de alcohol, no sonó “Pelea de gallos”, ni los toreros pidieron “la de acá”; sí hubo música, acá entre nos, a veces fuera de cacho. Tampoco hubo indultos, ni la gente “salió toreando”. Los asistentes salieron satisfechos porque estuvieron en una toreada emocionante. Hubo uno par de gritos fuera de cacho; evidentemente, cada aficionado tiene derecho a expresar lo que piensa.
El debutante Jesús Sosa, saludó al tercero de la tarde con un lance rodillas ajustado, gustaron sus verónicas, llevó al novillo al caballo para un buen puyazo de Othón Salinas, la gente lo aplaudió. Con los palos salé bien librado el aspirante Gustavo Escobedo, no así Roberto Huerta. Con la muleta inicia con lo que le conté. El chaval realizó tandas muy buenas por ambos lados hubo muletazos extraordinarios, además se pone cerca.
Sosa tiene buenas maneras, quien lo apodera debería aconsejarle que deje de pedir música y olvidarse de esas tonterías que requieren algunos toreros que carecen de argumentos taurinos; el apizaquense no debería cambiar lo auténtico por bisutería. Dejó una buena estocada y cortó la oreja.
Al cierraplaza sólo lo bregó. Nuevamente picó Othón Salinas, cumple con los palos la peonería. El toro se arranca de lejos, Sosa lo aguanta con un muletazo por alto, otro por la espada, uno por alto y lo remata. Aunque en tandas cortas, logra muletazos de los suyos con ambas manos. No se salva de un arropón y terminar sin chaquetilla, tampoco que le suenen un aviso por ponerse pesado con la toledana.
Otra grata sorpresa fue Rodrigo Ortiz, también nuevo en La Ranchero Aguilar. “No se alivia” al torear, adelanta mucho la pierna de salida, la expone en serio, se pone ahí, su valor sin aspavientos. Toreras verónicas al abrirse de capa con el segundo de la tarde. Cumple el varilarguero Jorge Morales, otra vez Rodrigo luce con el capote al quitar por chicuelinas ajustadas. Fernando López deja bien el primer par de banderillas, luego le dan mucha capa a “Incluyente”, ahora “rejonea” López, Lupillo deja un buen par. Esto se va a poner bueno, porque el cárdeno sabe pa´qué trae la cornamenta. Rodrigo Inicia doblándose con el encastado cárdeno, continúa con tres tandas por el lado derecho, se cambia la muleta de mano, logra buenos pases, el chico defeño es capaz de ligar, claro que le puede, como se dice: el novillo le pidió la credencial de torero, éste la traía vigente. No se salva de un susto, sin consecuencias. Le mete la espada y se lleva una peluda.
Con el otro, el quinto, poco que narrar. Fue abanto, picó Jorge Morales, la cargan la mano con los palos al aspirante, Hay voluntad del torero, se tarda con la espada y don Manuel Ruiz, el juez, le suena un aviso.
José Alberto Ortega declara sus intenciones cuando se pone de rodillas frente a toriles para recibir al abreplaza, Luego lancea de pie. Lleva a “Pispireto” al caballo, el burel se escupe, regresa al peto de Paco salinas, breve quite por chicuelinas y tafalleras. Bien con los palos El Niño del bar y Escobedo. Dado el comportamiento en varas, suponía que nada iba a pasar con el cárdeno claro; Sin embargo, cambió de lidia para bien. José Alberto inicia doblándose en la zona de tablas, luego una larga tanda por el lado derecho, una más. Bueno el novillo por el izquierdo, el torero prefiere el contrario, logra momentos importantes. Deja una estocada entera y corta la primera oreja de la tarde.
Al cuarto lo recibe pegado a tablas con dos lances de rodillas. José Alberto, hijo del matador Alberto Ortega, coloca al novillo careto fuera de los círculos concéntricos, Carlos Domínguez “da caballo” para lucir la suerte de varas, la gente aplaude cuando “Mágico” se arranca al peto, el puyazo queda un tanto contrario. Un quite por saltilleras, luego se luce con los palos el aspirante Gustavo Escobar, que sale al tercio, anduvo activo con las banderillas; inclusive, agarró el capote. Alberto inicia el tercio final con pases de rodillas, muestra actitud, el toro no tiene mucho que dar, no sucede nada relevante. Ortega termina de dos pinchazos y entera. Cabe mencionar que la mayoría de los novillos fueron duros para echarse, creo que la casta los mantenía de pie.
A las siete veintitantos, dobla el sexto, el viento que amenazó antes de la novillada nunca llegó, el clima fue agradable. Algunos gritos de enhorabuena al ganadero, la gente abandona la plaza conversando de lo que vio en el albero de la “tacita de plata”, disfrutó una grata tarde de toros.
Fotos: Jaime Oaxaca.



