Héctor Gutiérrez y la Plaza Mérida han hecho un click bárbaro.
El joven torero de Aguascalientes puso cuesta arriba una corrida que se iba al caño y, tras una faena de gente grande, lo mismo mostrando solidez torera que suavidad en sus lances, cortó dos orejas para irse en hombros de la quinta tarde de la temporada en el coso de la Avenida Reforma.
Apenas medio aforo se pobló para esta sesión taurina nocturna, en la que el español Román se perdió la salida en hombros por sus fallos con el acero ante su segundo enemigo, y Octavio García “El Payo” no se dejó ver para nada.
El encierro de La Estancia tuvo difíciles condiciones. El primero fue de 600 kilos y tuvo poco recorrido; el segundo, un castaño como de pintura, permitió el lucimiento de Román, pero tercero, cuarto y quinto mostraron poca raza.
El sexto, “Duende” de nombre, tuvo recorrido y Gutiérrez le estructuró una muy educada faena desde los inicios, llegando a cimbrar la Mérida en la faena de muleta, metiéndose en terrenos verdaderamente comprometidos, donde casi nadie se pone. Y rubricó con un espadazo hasta la empuñadura, para cortar los dos trofeos entre gritos consagratorios de “torero, torero”.
Román regaló un toro, del hierro de Vista Hermosa, y tuvo momentos de lucidez, pero no redondeó la labor y se fue de vacío, pero con agradable entrega.
Varios aficionados se apersonaron a las taquillas para adquirir boletos para la corrida siguiente, que, ahora sí, cerrará la temporada, con “El Juli” como protagonista, para el 15 de abril a las 6:30 de la tarde.
Por Gaspar Silveira – Diario de Yucatán.
