La décima corrida de la Feria de San Marcos en Aguascalientes, finalizó con dos orejas para el mexicano Arturo Gilio y una para el español José María Manzanares, tarde en la que destacaron los toros de Fernando De la Mora.
El novillero, también hispano, Marco Perez, no obtuvo premio. La corrida mixta de toros y novillos de Fernando de la Mora fue de correcta presentación y encastada en general. Se registraron tres cuartos de entrada en la Monumental.
Por Borja Ilían.
Las reses bravas del hierro de Fernando de la Mora ofrecieron lo mejor del festejo del día de hoy. Destacó el lidiado en segundo lugar de nombre Aldeano, por Arturo Gilio. Negro bragado y bien presentado, el toro ofreció una despiadada lucha al picador Daniel Morales, al que desmontó violentamente tras haber aplicado una dura vara. El caballo de pica sufrió la furia del animal y fue corneado. Costó un mundo a las cuadrillas sacarlo del equino.
Más tarde Aldeano hizo sudar a los banderilleros, pero con firmeza Diego Martínez saludó en el tercio tras un gran par. En la muleta de Gilio se confirmó la bravura del animal. El matador mexicano ligó con fijeza tandas con la derecha pero siempre faltándole un paso adelante para poder lucir la embestida de carretilla del toro. Al natural sucedía lo mismo y Gilio tampoco se atrevió a volcarse, evidenciando por momentos no estar a la altura de Aldeano. Tras su muerte toro y torero fueron aplaudidos.
Consiguió dos orejas Gilio con el cuarto, un ejemplar pasado de peso y con mucha casta. Inició la labor de muleta de rodillas. Ya de pie pudo comprobar las embestidas encastadas del astado y su motor. Pero la realidad fue que una vez más quedó la sensación de que no estuvo a la altura de las embestidas del astado, ni tuvo la firmeza que todos esperábamos, aunque consiguió emocionar al tendido en algunos pasajes en donde consiguió muletazos con hondura y si se volcó al entrar matar. Paseó dos orejas, siendo la segunda protestada. El toro escuchó aplausos rumbo al desolladero.

El español José María Manzanares obtuvo un apéndice del tercero de la tarde. Un toro correcto de presentación que embistió con bravura al capote de Manzanares. Ya con la muleta Manzanares entendió en el tercer pase que debía citarle por bajo. Elaboró series con emoción, aunque sin mucho mando, provocando que el toro fuera comiéndole los terrenos a José María. Al final, fue una faena con mérito por el empuje del astado y el buen corte que atesora el torero Alicantino. Manzanares recibió una oreja y el toro aplausos al arrastre.
Con el primero de la tarde, el peor de los cuatro toros, de tranco cansino y poco motor, consiguió ligarle algunos muletazos con temple por el pitón izquierdo, que era el lado por el cual transitaba sin dudas. Finalizó su labor con una media estocada.
El adolescente salmantino Marco Pérez estrenó su carrera de novillero con una larga cambiada. Pero antes hubo un momento de desconcierto, cuando al finalizar el paseíllo se fue a la enfermería para ser atendido de una supuesta infección estomacal, por lo que se corrió el turno para que pudiera lidiar los tres últimos novillos, pues pidió uno de regalo.
Anduvo firme con el capote, con medias y delantales especialmente en sus tres turnos. Mientras que sus faenas de muleta consistieron en ir ejecutando pases sueltos, salvo una tanda de naturales hondos con el cierra plaza. Con su primero, escucho los tres avisos.

Fuente: Swissinfo.