Feria de San Isidro: ‘Valentón’ le abre la puerta grande a Emilio de Justo y Morante lía una bronca.

Por Carlos Ilían.

La gente se vistió de domingo para ir a los toros y ver a Morante de la Puebla que había cortado un rabo en Sevilla. Había ilusión pero no imaginaba la buena gente que el primer toro de Morante era un becerro indecoroso, que originó una bronca por su presencia. Tampoco se podían imaginar que el cuarto resultaría un morucho de tomo y lomo. Y menos que el rey de la Maestranza iba a dimitir de su trono para protagonizar un penoso espectáculo con la espada. Con el toro inservible se le puede por bajo y se mata como un buen profesional. Morante hizo todo lo contrario.

Y los que fueron a ver al de La Puebla se dieron por satisfechos porque asistieron a una salida en hombros, la de Emilio de Justo. Otra cosa es que esa puerta grande lo fuera de verdad. En tan anhelado honor para el torero de Torrenjoncillo fue determinante la calidad soberana, la embestida sublime de Valentón. Meter la cara de esa forma, hacer el avión con tal humillación y recorrido merecen una obra de arte con la muleta. En este caso De Justo anduvo desigual, en algún momento se relajó en el toreo sobre la mano derecha, sobre la izquierda hubo de todo, bueno y vulgar según el momento. Lo mejor ha sido su remate de la suerte, por ejemplo un pase de la firma que me recordaba a Antoñete. A nadie le importó el espadazo caído y se pidieron las orejas, la segunda con mucho menos fuerza.

El palco se hizo un merengue y regaló el segundo trofeo. Y con tan suculento premio De Justo salió en hombros, más bien habría que decir que Valentón le abrió la puerta grande. Y el bravísimo y encastado Zambullido, el toro más serio y exigente de la tarde, primero del superlote que se llevó De Justo, pedía muchos redaños enfrente y un pulso muy firme. El torero extremeño se fajó con más velocidad que reposo, pero tan solo en los derechazos porque el pitón izquierdo del toro pedía los papeles y en ese trance ya no fue cosa de pelear a cara de perro.

Tomás Rufo se echó de rodillas para ligar unos derechazos largos y templados mientras el toro humillaba con generosidad. Parecía el pitón bueno pero Rufo descubrió que el izquierdo era un regalo y por naturales se explayó el toledano y hasta con hondura en algún muletazo. La estocada rinconera fue letal y tumbó a Cuarenta y Tres, que así se llamaba este buen ejemplar. Petición de oreja más generosa que unánime y generoso también el palco concediendo el trofeo. En el sexto, cojitranco y descastado, Rufo ya no pudo redondear su tarde.

Plaza de Madrid. Segunda corrida. Lleno. Toros de Garcigrande/Domingo Hernández (5), absolutamente desiguales de presentación, el 1º un becerro indecoroso, de juego igualmente desigual, muy encastado el 2º y un gran toro de calidad el 5º, de nombre Valentón al que se le dio la vuelta al ruedo. Morante de la Puebla (0), de negro y plata. Cuatro pinchazos y once descabellos. Un aviso(silencio). Seis pinchazos y media estocada (bronca). Emilio de Justo (6), de verde botella y oro. Dos pinchazos y estocada trasera (saludos). Estocada caída (dos orejas protestadas). Tomás Rufo (5), de carmelita y oro. Estocada (una oreja). Pinchazo y estocada (silencio).

El cartel de hoy

Toros de Juan Pedro Domecq para Daniel Luque, Ángel Téllez y Francisco de Manuel.

Publicado en MARCA

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