Juan Ortega: «Estamos en la época del toreo en la que menos paciencia se tiene»

El diestro regresa a la tierra de Los Califas en la etapa más madura desde que se doctoró en la provincia.

Por Víctor Molino.

La profundidad de su mirada es a su discurso lo que una media verónica templada a un saludo de capote, la antesala de un trasfondo puro. Juan Ortega pasea por las inmediaciones de su antiguo piso de estudiantes, frente a la muralla de Córdoba, junto al hospital Cruz Roja, con nostalgia y admiración por una tierra a la que le debe parte de su formación académica, humana y también torera. 

Reconocido amante de la ciudad de Los Califas, lugar al que acude con relativa frecuencia para visitar a su hermana Macarena, el diestro sevillano se siente reconfortado cuando avanza con paso cálido junto a la estatua de Séneca imaginando que el reconocimiento del pensador quizá también puede ser el suyo propio en un futuro. 

En el encuentro, Ortega ilumina con su sonrisa cada uno de los argumentos que defiende, muy dirigidos a un sino autenticado bajo la coraza de una personalidad que persigue llegar al sumun de los imposible, saber guiar a un animal de más de quinientos kilos por el callejón de la templanza para congelar el reloj de arena de las embestidas. 

Es Juan un chico aparentemente común que se podría confundir en la terraza de cualquier establecimiento como uno más, porque se sostiene en la discreción para preservar el ‘súperpoder’ de quién se sabe que capaz de abrir cualquier puerta grande sin tener que abatir a empujones. 

-Se le ve contento por el ambiente ‘preférico’ de Córdoba.

-Hacía muchos años que no había visto el ambiente de las últimas fechas. He vivido aquí muchos años y no había vivido un momento con tanta ilusión por parte de la afición. 

-¿Qué vínculo mantiene con esta ciudad?

-Conservo amigos que siguen viviendo. Esta ciudad me gusta mucho. He participado en tertulias taurinas (Tercio de quites), a las que solía acudir en mi época de estudiante. Me gusta mucho darme un paseo por Córdoba. Siempre que tengo ocasión, vengo. Aquí vive también mi hermana. Donde ya no voy tanto es a la plaza, donde he entrenado cuando estuve en la Escuela Taurina. Vine el año pasado a la novillada, pero no suelo venir tanto. 

-Tomó la alternativa en 2014 (Pozoblanco), pero no sería hasta hace apenas tres años cuando, podríamos decir, llegó su momento. ¿Cómo ha vivido en torero desde entonces?

-Como quién dice, llevo toreando con periodicidad desde 2021. Fue gracias a un tribuno en la feria de Sevilla, antes lo hubo en Linares. En todo este tiempo, siento que he crecido mucho como torero y como persona.

«Llevo toreando con periodicidad desde 2021 y siento que he crecido mucho como torero y como persona»

-En su búsqueda profesional y emocional, como siempre deja entrever, ¿qué ha llegado a encontrar?

-Las cosas y los argumentos que estaba buscando durante muchos años. Intento profundizar en mi concepto, para torear despacio, reunirme con los animales. He ido completando objetivos. 

-¿Se es justo con los toreros? Se lo pregunto por aquellos que, en ocasiones, dan motivos para ser incluidos en los carteles y no se les llama.

-Diría que sí. Creo que sí hay justicia en el toreo. El toreo devuelve lo que das. 

-Usted ha estado en la recién concluida Feria de Sevilla a un elevado nivel, protagonizando junto a Morante escenas ya para la historia con la capa… Pero, en cambio, no había ya hueco en San Isidro.

-Sevilla tiene la capacidad de ponerte en el camino. Se juzga de una manera sensible, taurinamente. No estar en Las Ventas… (Hace una pausa y se reserva la respuesta). 

-¿Está en su momento más maduro como matador?

-Siempre he tenido la sensación de que me he encontraba en ese momento, en el más maduro. Siempre vas avanzando. Ahora me encuentro en un momento en el que estoy profundizando más en todo.

«Intento profundizar en mi concepto, para torear despacio, reunirme con los animales; he ido completando objetivos»

-¿Eso se indaga en el campo?

-(Reflexiona). Lo del campo es complicado. Hacía más campo antes que ahora. El campo en un complemento en la búsqueda. Eso es bueno. Es tener la oportunidad de hablar con los criadores, con los ganaderos y cogerle el tacto a los hierros, a las embestidas. Pero no se parece a la plaza. El campo te amanera, al final. Lo que más se parece a lo que uno busca está en la cabeza, en el corazón. 

-¿Cómo se vive en toreo en los tiempos actuales?

-Creo que es la época del toreo en la que menospaciencia se tiene. Hablo de esperar a los toreros, en la que menos se espera. Se quiere ver torear bien y ya, todas las tardes, con todos los toros. Es fruto de la sociedad en la vivimos, considero.

-¿Y cómo defenderse ante ello?

-La mayor defensa que uno tiene es cuando se es capaz construir algo que se quede grabado en el corazón. Cuando eso sucede, cuando se queda grabado, eso te da más paciencia. Porque lo único que esperas es que vuelva a llegar, que vuelva a suceder. 

-Es un diestro muy detallado en su forma de ser y todo lo que le rodea. Con sus trajes… Recientemente, «guiñando» a Manolete.

-A mí me gustar cuidar todos los detalles por respeto a la tauromaquia

-¿Cómo era y cómo ha cambiado Juan Ortega desde que paseaba de estudiante por Córdoba hasta ahora?

-He conseguido hacer del toreo mi forma de vida. En eso me ha cambiado la vida. No es fácil vivir de los toros, porque no es sencillo hacer que el toreo sea tu prioridad. Pero una vez que llegas a ese punto, todo lo demás fluye. Y yo lo he conseguido. Ahora vengo a torear a Córdoba y lo hago con un extra de motivación.

Publicado en ABC Sevilla

Una respuesta a “Juan Ortega: «Estamos en la época del toreo en la que menos paciencia se tiene»”

  1. Hablar d Juan Ortega es hablar de ” Seda ” de ” Temple ” y de Cadencia con el capote.
    Es un Torero trianero que me llega con su toreo , que solo con su apellido transmite ” Duende ” y que si el toro le sirve y se le da las oportunidades que merece junto con Morante y Curro Diaz , para mi cómo aficionada , sería un Cartel de muchos quilates , respeto al torero poderoso que puede y que con su muleta hace embestir a todos los toros , pero Srs. me dijo mucho en los ” Engaños ” y veo capotes de dimensiones para una boda de muchos invitados y muletas en las que los matadores de relumbrón la cogen por un extremo y no por la mitad del estaquillador, y esos pequeños ” Detalles ” hacen que yo no de tanta importancia a la faena , porque torear con el ” Pico ” y no llevarse el toro a la cadera, hacen que para mi , no recuerde faenas de dos orejas.
    Un Saludo muy taurrino de ” Morantista Jerezana “

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