En su paso imparable de la presente temporada, San Román sumó un rotundo triunfo en la feria de San Juan del Río.
De SOL y SOMBRA.
Diego San Román continúa escalando hacía la cúspide del toreo en México, ese lugar donde un par de toreros (o quizás ya solamente uno), se debaten el preciado “cetro” que es la máxima jerarquía entre los toreros de mayor rango y prestigio.
El pasado fin de semana en San Juan del Río, San Román demostró estar, no solamente muy cerca del “cetro”, sino en disposición de tomarlo en cualquier momento y de convertirse en el líder de su generación. Cortó cuatro orejas, bordó el toreo y manejó la espada con una suficiencia y una seguridad que le ameritan como estoqueador impecable, de los que hacen época. Claro que, también, tuvo la fortuna de enfrentarse a un buen lote de toros, herrados con el hierro del Espíritu Santo.
Por este motivo, lo del pasado fin de semana en San Juan del Río, fue la ratificación de que San Román es un torero de extraordinaria calidad y un gallo de pelea difícil de destronar. Átense bien los machos aquellos toreros que intenten parar a un matador que en estos momentos parece imparable.
Sus alternantes tuvieron resultados mixtos: el rejoneador Fauro Aloi cortó orejas, mientras que “El Calita” no tuvo suerte en su lote, pese a que intentó pelearle las palmas a sus compañeros de terna.
Este festejo fue la antesala de la corrida del primero de julio en donde se presentará el rejoneador José Funtanet, Uriel “El Zapata” Moreno, José Pedro Llaguno y Francisco Martínez quienes lidiarán un “combo” de ejemplares de las ganaderías de San Constantino, La Venta de Romero y Palma del Río.
Ficha del festejo:
San del Río.-Plaza “La Queretana”. Primera corrida de Feria. Media plaza. Toros de Espíritu Santo de buena presencia y juego, entre los que destacó el 4o. y 6o. por su calidad.
El rejoneador Fauro Aloi, vuelta y dos orejas
Ernesto Javier “Calita”, ovación en su lote
Diego San Román, dos orejas y dos orejas.