Merecido por Heriberto Murrieta.

En 2023 se están conmemorando los 110 años del nacimiento de José Alameda, uno de los grandes personajes de la historia del toreo.

El apodo de Pepe estaba totalmente justificado porque fue bautizado como José. Pero también se llamaba Luis, Carlos, José, Felipe y Juan de la Cruz. Sus apellidos eran Fernández y López Valdemoro. Estudió en París y Bruselas. Conoció a las figuras de la Generación del 27 como Cernuda y García Lorca. Luego de la Guerra Civil española, decidió cambiar de aires.

El paradigmático Pepe Alameda llegó a México el primero de marzo de 1940. De origen madrileño, se convirtió en la máxima figura de la crónica taurina mundial. La escrita y la hablada. Casi por sorpresa, su vida como cronista empezó a hilvanarse, como se hilvana en el ruedo la faena.

Una narración tras otra con el verbo florido, la descripción precisa, los elementos que da la posesión de una gran cultura. Inició su carrera en la radiodifusora XEB. El gerente de la estación lo escuchó hablar de toros con sapiencia durante una entrevista. Lo llamó y le ofreció un programa permanente. Fue en otra estación, la XEW, donde hizo famosa su frase: el toreo no es graciosa huida sino apasionada entrega.

Derrochó erudición y cultura hasta su muerte el 28 de enero de 1990. Guionista, locutor, ensayista, poeta, periodista y autor de teorías, fue el gran intelectual de la tauromaquia.

Por si fuera poco, se tituló como licenciado en leyes por la Universidad Complutense de Madrid. En la televisión narró corridas desde México, España y Sudamérica. Fue un amplio conocedor de la técnica del toreo y la técnica del micrófono.

Con la salud quebrantada pero aún lúcido, dio una conferencia en los últimos años ochenta allá por los rumbos de Sullivan en la Ciudad de México. El docto dictó. Estuvo colosal. Al final me tomé una foto con él. Siempre le hice saber cuánto lo admiraba. Me respondía el maestro con una afabilidad proporcional a su categor

Publicado en Meridiano

Deja un comentario