El Pantera: arrebato con lógica.

Amigos aficionados…

En Huamantla, a unos pocos aficionados que había en los tendidos de la plaza “La Taurina”, les dejó el ojo cuadrado lo que un novillero anunciado como “El Pantera” pudo hacer en el ruedo.

Antes, claro, causó interés que Juan Palacios, su nombre de bautismo, intentara desde la salida de su novillo: pases rodilla en tierra, intento de faroles y más. Deseos que no caben en la humanidad de este chaval nacido cerca de la taurina ciudad de Ambato y que parece más futbolista o basquetbolista que torero.

Bueno, lo que dejó a todos boquiabiertos fue una verdadera locura: citar al astado rodilla en tierra, voltearse y, en el cite, saltar sobre él para dejar un par de banderillas. No en buen sitio. Pero… ¿un par saltando al toro?

Pues vaya paquete que se echó encima. Desde los años de “El Cordobés” (el original, Manuel Benítez) ha habido toreros que, en desplantes, arrebatos, locuras, han hecho santo y seña de su tauromaquia. Pues el día de la presentación del libro “Legado de la Fiesta en Yucatán” nos lo topamos en los pasillos del Museo Taurino de Huamantla. Y, con voz baja, dijo a su servidor y a Eduardo Puerto: “Solo quiero mostrar lo que sé hacer”.

¿Te gusta saltar y hacer suertes distintas?

Respondió también en voz baja: “Todo lo que pueda hacer ante el toro”.

A Juan Palacios le anunciaron para la novillada que abrió el ciclo de Guadalajara. Y lo volvió a hacer. A muchos, claro, no les gustó. Pues Juan Palacios “El Pantera” logró lo que quiso: cautivó. Para bien, para mal, pero es su sello y levantó interés.

Por Gaspar Silveira MalaverDiario de Yucatán.

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