¿Quién ha sido el mejor torero de cada década en los últimos cien años en España?

Una lista tan injusta, en algunos casos, como imposible, donde cada presencia puede ser tan enorme como cada ausencia.

Por Mario de las Heras.

Joselito «el Gallo» y Juan Belmonte en 1920

En la llamada Edad de Oro del toreo, una España era de Joselito y la otra de Belmonte. Rivales y amigos, llevaron a la Fiesta a cotas de riesgo, profundidad y emoción nunca antes vistas. Dos toreros legendarios a los que mató la melancolía de distintas formas. Una rápida, precoz y trágica e inesperada, la de «El Gallo» en la plaza de Talavera de la Reina por una cornada en el vientre en un tiempo en que «el mejor de los toreros» estaba deprimido por la muerte de su madre. Aquella tarde de 1920 Belmonte (que salió en la portada de ‘Time’ un lustro después), su amigo, también empezó a morir, pero solo acabó de hacerlo 42 años más tarde cuando se disparó con una escopeta en su cortijo de Sevilla.

Domingo Ortega

Sin discusión alguna, Domingo Ortega fue la máxima figura durante los años 30. Muleteador prodigioso, en realidad lo tuvo todo, desde la técnica a la personalidad. Toledano de Borox, cortó un rabo en Las Ventas en 1939. Ortega y Gaset le animó a conferenciar en el Ateneo y después Gerardo Diego le hizo un poema con el resultado. Favorito de muchos durante décadas y aún hoy, Ortega permanece en el corazón de muchos aficionados como el más grande, esa categoría privilegiada en la que caben muchos, pero no tantos.

Manolete, Dominguín y Ordóñez

Manolete murió en Linares en plena gloria en 1947 y Luis Miguel Dominguín recogió aquella tarde el testigo del mejor. El cuarto Califa del torero era un ídolo y al padre de Miguel Bosé le decían el número uno. Unas alturas que acaso también pudo alcanzar Pepe Luis Vázquez.

Los 50 devolvieron a Hemingway a España para escribir ‘El Verano Peligroso’, el relato de la rivalidad de dos cuñados. El número uno contra el «maestro de maestros», que recibió la Legión de Honor del Gobierno francés y fue el primer torero en ganar la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.

Paco Camino

Con permiso de El Viti, que salió 16 veces por la Puerta Grande de Madrid (12 veces lo hizo Paco Camino), el padre de Rafa, también matador y novillero de postín más famoso por sus conquistas en los 90 que por sus éxitos taurinos, Camino fue el más grande a finales de los 60 y los 70, la década donde, aparte de El Viti, le disputó la fama Manuel Benítez «el Cordobés». Torero superdotado, llegó a recibir la extremaunción tras una grave cogida en 1961.

Paquirri

El torero más famoso de finales de los 70 y principios de los ochenta, más allá del rey del escalafón que fue «El Niño de la Capea», fue Francisco Rivera “Paquirri’, padre de los toreros Francisco Rivera Ordóñez y Cayetano, casado en primeras nupcias con Carmen Ordóñez, hija del maestro Antonio, y en segundas con la cantante Isabel Pantoja. Su muerte en 1984 tras la televisada agonía camino de Córdoba desde Pozoblanco, hizo inevitable sombra a su poder como torero que le llevó a salir 6 veces por la Puerta Grande de Las Ventas.

Paco Ojeda

Entre los 80 y los 90, Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’ fue el torero más famoso de la década, pero Paco Ojeda siempre ha quedado en el recuerdo de los aficionados de una forma especial. Torero revolucionario, también fue rejoneador. En 2013 recibió el Premio Nacional de Tauromaquia por« su gran personalidad estética y la enorme influencia que su concepción del toreo ha tenido en toda la Tauromaquia posterior».

Enrique Ponce

El valenciano fue el torero de los 90 (y más allá). Su rivalidad con José Miguel Arroyo «Joselito» tuvo momentos de época. Una rivalidad a la vieja usanza. Ni el arte ni el escalafón le fueron esquivos. Durante diez años consecutivos toreó más de cien festejos. Señor del indulto, destaca por su dominio de todas las suertes y su facilidad innata. Un Roger Federer de los ruedos.

El Juli

El Juli se retiró el pasado domingo en la Real Maestranza de Sevilla, su plaza, donde salió siete veces (el récord) por la Puerta del Príncipe. Matador a los 15 años, dominó todas las suertes y se mantuvo siempre entre los más grandes durante sus 25 años de carrera, que culminaron el pasado sábado con su tercera salida a hombros en Madrid en su adiós a Las Ventas.

Morante de la Puebla

El sevillano es probablemente el rey de los ruedos en los últimos años. Su histórica salida a hombros en Sevilla en la pasada Feria de Abril le convirtieron en el mito que ya era, merced a un clasicismo inabordable, en la vida y en el ruedo, y a un arte sin igual en el toreo moderno.

Publicado en El Debate