Por Rosario Pérez.
Señor Juan Bautista, su torero, con una temporada para enmarcar, que se ha ganado por derecho propio estar en la élite de todas las ferias de 2024, no necesita de tejemanejes del taurineo.
Lo verdaderamente lamentable de todo esto es que se falta al respeto al aficionado, al que paga, al que sujeta la tauromaquia. Tenemos que esperar al último minuto para anunciar algo que ya se sabe y cuando una periodista hace periodismo, el apoderado del torero, intuyo que ‘presionado’, emite un comunicado desmintiendo una noticia que todas las partes saben que es verdad. El mundo al revés… Y lo más grave de todo, ¿quién compensa a ese matrimonio de Sevilla que ha sacado dos billetes de AVE, reservado un hotel y sacado dos entradas para ver a su torero? Tiene razón Luis Francisco Esplá: «No hay un espectador, no hay un cliente en ningún negocio, como el de los toros, tan bueno, y tan fidelizado». Que ahí está siempre, aguantando «latigazos» de fuera y dentro.
Señor Juan Bautista, los apoderados son apoderados porque defienden los intereses de su torero y cuando esto deja de ser así pasan a ser comisionistas. Respeto mucho su trayectoria como torero, admiro su trayectoria empresarial en Arles, pero este comunicado ha puesto una mancha en su historial, se ha plegado a un sistema y ha sido protagonista de una mentira o no verdad, llámelo como quiera. Usted sabe que hay pruebas de lo que digo. Puedo entender las ‘presiones’ a las que habrá sido sometido, pues por desgracia en este mundo de los despachos falta la pureza del ruedo, pero ¿se lo explica usted al matrimonio de Sevilla?, ¿o se lo explico yo?
Señor Juan Bautista, Daniel Luque, un torerazo que ha protagonizado una temporada para enmarcar, que se ha ganado por derecho propio estar en la élite de todas las ferias de 2024, no necesita que lo utilicen en los tejemanejes del taurineo. Su muleta tiene argumentos de sobra para ir de frente, como va delante del toro, sin mentiras, sin dobleces y sin los intereses de un falso comunicado.
Publicado en ABC
