La temporada de Daniel Luque: vetos, cornadas y gloria torera.
El balance del año de Daniel Luque, rubricado de modo sublime, le garantiza un puesto cimero para el arranque de la temporada 2024.
Por Jesús Bayort.
Luque es rey –que no roca– en la Francia taurina. La cornada le arrebató algunos de sus feudos, aunque más adelante llegaron otros. Los que conquistó un mes después en su heróica, temeraria y fugaz reaparición. En Arlés y Nimes, en días casi consecutivos. Ocho orejas que confirmaban el incontestable momento y la locura de su osadía: nuevamente volvió al catre, del que sólo se levantó para estar en la Maestranza. En su tierra, en la despedida de su ídolo. Tiró la moneda y asomó por el lado de la efigie. Otras dos orejas y una Puerta del Príncipe que se evaporó por efecto de la espada. «De verdad que no hubiera salido a hombros ese día por respeto al maestro», asegura a este periódico.
Los toreros, aunque algunos insistan en repetir lo contrario, no son de otra pasta. Humanos, aunque enfundados en ternos de honor y gallardía. Y Luque también lo es, por eso nuevamente está donde quienes vimos la cornada supimos que acabaría estando: en la cama. La cogida, como la cornada, fue horrorosa. Esta semana, casi dos meses después, anunció que finalmente corta su temporada. Entre Nimes y Sevilla apenas se levantó de la cama. Sesiones de fisioterapia con José Antonio Salas –el maestro al que acuden los maestros– y un par de tentaderos para disipar fantasmas de su cabeza. El gesto de San Miguel, sin Puerta del Príncipe, lo deja colocado al frente de la parrilla de salida del 2024.
Daniel Luque debe ser uno de los nombres indiscutibles para la próxima temporada. Y Roca Rey, como principal mandón del momento, no puede huir más de su encuentro. Ni del veto, ése que durante toda la temporada se ha tratado de soslayo aunque ABC de Sevilla destapara el pasado mes de marzo que el peruano lo estaba evitando. El trasfondo es tan nimio como absurdo, por eso no debemos seguir ocultándolo: a Roca Rey le molestan unos comentarios que supuestamente había hecho Luque a unos vecinos de Gerena. El peruano, sin mediar palabra, lo quita de sus carteles. Cualquier figura de antaño le hubiera contestado en la plaza, en lugar de en los despachos.
Llevan desde 2022 sin cruzarse en un patio de cuadrillas. Más de un año sin que Roca Rey se faje frente al único torero con el que verdaderamente tendría sentido su competencia. ¿Con quién si no Luque? En un momento tan tedioso de interés en la fiesta, estos son los duelos dignos de fomentar. Las tardes de cuchillo entre los dientes, de quites a cara de perro. ¿Cuándo ocurrirá? Cuando Roca Rey quiera… Aunque tras la despedida de El Juli y el intermitente momento del resto de figuras no tendrá más remedio que acelerar ese reencuentro si quiere seguir levantando expectación.
Una de las primeras ‘Taurinas’ de ABC de Sevilla, en noviembre de 2022, estuvo protagonizada precisamente por el de Gerena, que contaba cómo había rechazado hacer campaña americana para preparar a conciencia la española. Toreando casi a diario, de una finca a otra: «El torero es como el cazador, que la única manera que tiene de afinar su puntería es disparando». Y se afinó, para terminar finalmente disparando. La última tarde de Sevilla fue paradigmática. Con el capote, en el quite al toro de Castella, lo bordó: tres lances y una media de suprema categoría. Y en su muleta es que entran todos los toros. Desde los que empiezan con claridad, como aquel ‘Príncipe’ de El Parralejo, a los que salen pidiendo el carné, como el último de Victoriano del Río. Morante, Daniel Luque y Roca Rey, el cartel que todos piden para Resurrección
Publicado en ABC – Sevilla