2ª Corrida de Feria en Tlaxcala: Premios al mayoreo.

Por Jaime Oaxaca.

Mucho trapío y poca casta de los Josejulianes, cinco ovacionados al salir al ruedo, quinto y sexto aplaudidos en el arrastre. Los toreros: “El Cala”, Sergio y Fonseca, se la jugaron, estuvieron dispuestos; eso sí, hay que restarles rayitas a los premios que les concedieron porque fueron exagerados. Otro lleno en La Ranchero Aguilar de Tlaxcala. La televisión internacional transmitió el festejo en vivo. Fue lo más relevante de la segunda corrida de feria.

El encierro de los sucesores de don José Julián Llaguno, despertó el interés de los aficionados desde que el ganadero subió fotos a las redes sociales del hato que llegaría a la capital tlaxcalteca. Toros con buena cornamenta, corpulencia, cara de adultos. Todo mundo coincidió que tenían trapío. Eso de que el trapío es subjetivo es una falsedad. Agregue usted la expectación por ver Isaac Fonseca, el resultado fue la plaza llena.

Cuando sale un toro al ruedo que impone respeto por su presencia, que causa miedo, que no provoca ternura ni lástima, entonces hablamos de seriedad, de autenticidad. En ese caso, cada quien se acomoda en su lugar, quietecito, sin hacer ruido, no vaya a ser que el toro voltee a verlo. Esa emoción es insustituible, vale la pena ver un toro que cause sensación de peligro.

Ahora que, una cosa es lo visible de los toros y otra lo que traen por dentro. Se sospechaba que podrían salir descastados y, ni hablar, así fueron los bureles zacatecanos.

Lamentable que el palco de la autoridad se sobregiró en la premiación. Todo inició con una oreja a Fonseca en el tercero que nadie esperaba y que, aunque poco, fue protestada. Otra “Peluda” al “Cala” en el cuarto de la tarde, luego de un pinchazo, como consecuencia la gente estuvo indiferente en la vuelta al ruedo del torero. Luego dos a Sergio Flores, sin importar la colocación de la espada, cuando mucho una, pero ya estaba la manga ancha y usía soltó ambas. Y en el cierraplaza se concedieron dos orejas; en seguida, en pleno éxtasis, se entregó el rabo. Claro que hubo protestas de una parte de los asistentes, pero también hay muchos adoradores de “los marcadores abultados”.

De ninguna forma pretendo desmerecer las actuaciones de la tercia, estuvieron en su papel de torero. Ni “El Cala”, ni Sergio o Fonseca le hicieron fuchi al encierro, ni se arrugaron, ni retrocedieron ante la presencia del ganado. Simplemente se premió de más y esos excesos le restan categoría al festejo. Después del paseíllo los tres fueron llamados a saludar al tercio.

Ernesto Javier Tapia “El Cala” en su primero bien al lancear con el capote, picó Pedro López a un toro tardo, tuvo que pisar el caballo los círculos para que “Locutor” acudiera al peto. Con la pañosa algunos buenos muletazos a un toro con poca fuerza, sin emotividad. Estocada baja que es protestada. En el cuarto salió al tercio el subalterno Francisco García por buenos pares de garapullos. En el último tercio “El Cala” se pone ahí, cerca, insiste, pero el panorama y comportamiento de “Fotógrafo” es similar al abreplaza.

Sergio Flores lidió en primer lugar al No. 53 y en después al No. 68, dos veces se anunció al 68. El torero no tuvo mucha opción en su primero. El segundo tercio fue cubierto con categoría, dos pares de banderillas de Fernando López, quien salió a saludar al tercio y otro de Joel Delgado, un joven aspirante de León, Gto. Poca fuerza del toro, tardo en la embestida, Sergio batalla con los aceros le suenan un aviso. En el otro, el apizaquense coloca al toro en los medios para que acuda de largo al caballo de Jorge Morales, el toro se arranca la gente aplaude, el puyazo es breve, hay un tumbo, no tanto por el impacto, más bien el caballo no tiene apoyo. Sergio realiza una faena larga, insistiendo, peleando, poniéndose cerca, hay momentos importantes con trazo riñonudos. “Tradición”, el quinto, fue uno de los dos que caminaron. Termina con una estocada baja.

Isaac Fonseca se enfrentó en primer lugar a un toro que arrastraba la pata izquierda, el público pedía que lo cambiaran, el juez no hizo caso y la gente no le dio importancia a lo realizado por el michoacano, hubo muletazos aislados, bien con la espada. Se concede aquella oreja.

Cuando anunciaron al sexto, “Entregado”, Isaac se fue a hincar las rodillas en el centro del ruedo. Logró un capotazo por el lado izquierdo, se levantó, fue a tablas ahora una larga de hinojos, terminó con chicuelinas. Puyacito de Carlos Domínguez. Se concede el cambio de tercio con dos pares de banderillas. Nuevamente Fonseca se va a los medios a iniciar la faena de muleta. Ambas rodillas en la arena, cita, el toro se arranca, le cambia el viaje al toro pasa por atrás de su espalda, dos muletazos más. De pie tiene momentos importantes, son evidentes sus ganas de triunfar, no escatima esfuerzo, Isaac logra muletazos por ambos lados, la gente se le entrega. Termina de estocada hasta la empuñadura y termina la función. El clima había enfriado, el clásico de una tarde otoñal en Tlaxcala.

Amenizó una banda con más calidad que el pasado jueves, no fue una tarde de mucha melodía, el palo no estaba pa’cucharas, creo que sólo en dos faenas hubo música. No faltan quienes insisten. De pronto, en la lidia de alguno, un grito ingenioso y oportuno, como si se lo dijeran a ese aparato que genera sonidos: ¡Alexa, toca un pasodoble!

Fotos: Jaime Oaxaca.

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