RADAR TAURINO: Danza de Corrales, Carteles y Toreras.

Vanessa Montoya

Por Puntillero

Abre Guadalajara, continúa La México, sigue Zacatecas pero la incógnita sigue, los empresarios siguen anteponiendo intereses personales al interés de la afición.

Sigo pensando que conocía la estructura taurina mexicana, me vuelvo a equivocar. Sí porque ésta es la tierra de lo impredecible y de la vanidad de los caprichos. Casi el dulce encanto de la pantomima taurina es capaz de explicar totalmente el meneo que se ha dado para anunciar los distintos carteles del fin de semana taurino.

Primero la Feria de un Pueblo Mágico como Huamantla se compone de seis festejos, dos de ellos festivales. Uno que incluye a matadores retirados y matadores activos relegados componen el domingo de La Taurina. Cobran cincuenta pesos, sin que el festival sea a beneficio. Me informan que cada matador tuvo que conseguir su toro y por si fuera poco la carne es de la empresa. A falta de confirmación tendríamos que tomarlo con prudencia.

Así paga (o cobra) una empresa taurina hoy su incapacidad de poner festejos como debe ser, de luces y exponiendo el dinero tanto como exponen la vida los toreros.

Zacatecas tiene la sensibilidad de dar novilladas, cosa buena en estos tiempos pero su supuesta confección internacional deja fuera a prospectos más interesantes que El Palentino. Compromisos son compromisos y en la parte alta del Bajío pesan mucho. Ni un solo tlaxcalteca o novillero capitalino aparecen ahí. Claro que lo importante ha sido el triunfo de Oliver Godoy y la afortunada inclusión, vía sustitución, de Garza Gaona en el cartel que viene el próximo domingo.

La Monumental de Cantera podrá ver al torero dinástico prácticamente de rebote. Como suele ocurrir todo en México. El francés Thomas Cerqueira, novillero con solvencia al que vi en buen tono en Los Azulejos, haría algo rarísimo en estos días. Emprenderá un periplo capitalino y zacatecano, sábado y domingo. Cosa que los novilleros hoy no hacen.

Sin embargo lo que aparentaba un viaje de ochocientos kilómetros, será aún más extraño al pasar de Tlalpan a Insurgentes en menos de veinticuatro horas. Lo que parecía imposible, ver a un novillero el mismo año en Tlalpan y en La México será posible previa remoción y danza corralesca del originario cartel del 15 de agosto, fecha tan señalada.

El resultado final de una semana de indefinición e indecisión taurina trae algunas consecuencias. Veremos una novillada parchada, Boquilla del Carmen y La Muralla. El cartel de caballistas y toreras se queda para el 22, no veremos a la ganadería triunfadora de hace dos años Medina Ibarra ni a la triunfadora del año pasado, autora de una de las mejores faenas novilleriles en la Plaza México, Vanessa Montoya.

Y lo lógico sería que el pequeño impasse ganadero que aparentemente provocó la remoción de Vanessa de La México, con el ya famoso boletín que denuncia por enésima vez a la empresa del coso capitalino, se solventara en una mesa de diálogo entre apoderados y empresarios. “Si se ponen de acuerdo los rusos y los americanos…” Los taurinos hoy no. Aún sin razones de peso que lo impidan. Y vuelve a perder el público.

En cambio, veremos a Cerqueira, novillero solvente y no exento de temple a quien temíamos su affaire queretano dejaría fuera de la Monumental. No ha sido así y le queda al torero un paquete grande al presentarse en el embudo luego de la enorme impresión que dejó el sevillano Javier Jiménez, quien por cierto no volverá a la capital. Nuevo bajonazo del taurinismo a la torería.

¿Qué nos queda? Asistir y ser testigos de la historia. Juzgar y exigir como aficionados. No menospreciemos el fin de semana taurino que incluso puede traer algo bueno el sábado en Tlalpan donde confrontará Cerqueira a Adrián Padilla, el leones que pegó derechazos con gran sabor al extraordinario novillo “Libertad” de Jorge de Haro. Un encuentro que se antoja.

Lo bueno también es que nos retiraremos de La México después de muertos 6 novillos y que la empresa por fin logra pegar dos pases (ligar dos festejos) seguidos. El uno a uno no sirve en el ruedo, lo que no es ligado y por abajo… Donde sí sirve es en el despacho donde no se pueden ligar manotazos que dejan sin ver al público lo que ver quiere.

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