Vaya Par: Curro Vazquez y Roberto Dominguez una vez mas acaban con todo, pero se van con los bolsillos llenos.
Para el MUNDO.ES por Vicente Zabala de la Serna.
Convendría que ahora, cuando se reúnan los toreros para preparar el encuentro con Cultura, también hagan un ejercicio de autocrítica. Sin ir más lejos: “Compañeros del metal, dejemos de matar basura”. Zalduendo por ejemplo. O no imponer remiendos o sobreros de Sampedro, la ganadería, o una de ellas, más podrida de España. Es una estafa consentida.
Morante, que venía de recorrer Barcelona a hombros, se estrelló con un remiendo de Sampedro de cara lavada e inválido que la autoridad matuvo en el ruedo por sus pelés. Nada. A los corrales volvió el cuarto de Zalcuento, que tras un volatin quedó listo de papeles. Antes tres lances a la verónica de Morante pero violentito. De ahí el pañuelo verde también. El sobrero de Sampedro no dio ni para un análisis. Se quedó corto de salida y de tal manera embistió siempre. Destellos de Morante y que le agradezca a su apoderado el mimo sampedril.
Ni uno tampoco el de Juli. Devuelto. Sobrero de Gavira. Un zapato. No le metieron apenas las cuerdas. Juli con la muleta retrasada quiso aprovechar lo que había de embestida. Nada. Imposible el esfuerzo.
Oliva Soto dejó cositas con el tercero, que era de Sampedro, que al final fue el de más fondo. El buen aire no se lo quita nadie al gitanito, y las prisas, tampoco. El ansia, digamos. Y dentro de esa escaso orden el sexto zalduendo también valió sin duración. Oliva le trazó naturales de un corte camero y faraónico pero muy por fuera. La promesa sigue en pie. Para que haya ilusión en Sevilla.
Ficha
Plaza de toros de la Maestranza. Domingo, 26 de septiembre de 2010. Última de feria. Lleno. Cuatro toros de Zalduendo, muy bajos de todo, noble y con algo más de duración el 6º; y tres de Hermanos Sampedro, el 1º, inválido y sin cara, otro como sobrero (4º bis), sin fuerza y de corto viaje y el buen 3º sin finales; el 2º bis sobrero de Gavira, un zapato desfondado y el 5º bis también del mismo hierro, andarín y rebrincado; impresentable saldo.
Morante de la Puebla, de verde botella y pasamanería blanca. Media estocada (silencio). En el cuarto, pinchazo y pinchazo hondo (silencio).
El Juli, de azul turquesa y oro. Pinchazo y estocada baja (silencio). En el quinto, dos pinchazos y estocada corta caída (silencio).
Oliva Soto, de nazareno y oro. Pinchazo y estocada (saludos). En el sexto, tres pinchazos y descabello (palmas de despedida).