Las Causas de la Torería – Espléndido Festival en la Plaza México.

A hombros se fueron Cavazos y Solórzano. Como arrancada escena del libro fotográfico de los años setenta que reseñaba las corridas en La México. Además Arruza y Armillita, junto a Solórzano, izaron por todo lo alto de la Plaza la bandera de la torería, tal como esa pancarta de la Porra de Sol que decía: ¡Viva el Arte de Torear!

Por: Puntillero De SOL Y SOMBRA.

Señorío, solera, sobriedad son varios de las palabras con las que podríamos adjetivar lo que ocurrió ayer en la Monumental.

Claro que habrá quien comente que no hay que hacer tanto ruido, solo es un festival con toreros viejos. Allá ellos… Acá los que tenemos afición estuvimos encantados con el derroche de gusto por torear de cinco espadas veteranos.

Nota mala del festejo la barba de cuatro días del caballista.

No se compromete mucho en el recibo y cambia las palmas en banderillas por justa recriminación en el tercio de muerte. Se olvida que vestido a la portuguesa no hay que agarrar la espada, hay que quitarse la chaqueta. Menos mal, Valente Alanís, como sobresaliente, pone en orden las cosas con certero y torero descabello. Con él ruge la Plaza.

Un novillo acavazado exige a Eloy con el capote. Pero Cavazos, viejo zorro, encontró las vueltas pese a la corta embestida de un “Generoso” que desarma a Raúl Bacelis previo a dos varas.

Tras vuelta campanera, el novillo pelea al mismo ritmo que el torero. La acostumbrada listeza de Eloy le lleva a torea por de pitón a pitón sin rematar y, en terrenos naturales, bajo sombra, dejar pinturero y seco doblón contrario rodilla en tierra que deja viendo visiones al toro y a nosotros mismos.

Su concepto sesentero hace ver las cosas chambonas, como las perfileras lasernistas y el rodillazo por alto. Igual que la estocada, tendida y trasera. Aún así viene el premio doble y claro, la pre-concebida, marometa.

Pasada la cascabelería la esfinge baja a torear.

El casi inmutable gesto de Jesús Solórzano se ve cambiado incluso en  ira hacía Christian Sánchez. Al banderillero de moda que saluda en el sexto, le rebasa el terrible manso “Maestro”, mismo que recibe una lección a la brega por parte de Beto Preciado. No obstante la intervención del potosino para parar y dejar en suerte, se le pica hasta cuatro veces, dos en la querencia.

El sainete sigue en banderillas y al brindar Solórzano a su hija, la cosa no está nada clara. El maestro no ha pegado ni un lance.

Pero para eso la muleta sabia devela el misterio de la mansedumbre. Solórzano da los adentros buscando siempre al menos pisar la primera raya, frente a Matadores.

A media altura, con la cintura torera y la muleta cuadrada adelante, liga siempre con temple y con ello encelando al manso. No obstante, no elimina su tardanza. Con serenidad de pies, Solórzano borda una nueva tanda derechista, clásica en su columna y precisa en su técnica para perder un paso de forma torerísima previo al último derechazo, el cambio de mano y el mejor pase de pecho de toda la tarde.

El toreroqueda de cara al tendido que aplaudía emocionado. Entonces, la esfinge moreliana retoma su aire casi aristócrata con torero desplante bajo atronadora ovación. Una tanda más ya con el toro tardeando en demasía.

Tras medio espadazo el toro se echa. La solemnidad de su rostro se vuelva a romper cuando el cachetero levanto al “bernaldo” frente a la Puerta de Arrastre.

Ello nos permite ver como, a la manera de Diego Mazquiarán “Fortuna”, retira el espada en turno su estoque de las carnes del novillo, a la vez que, utilizando el alfanje a modo de verdugillo, va deslizando la punta del estoque bajando por todo el cuello del toro y, sin salirse de la suerte, despeñar al manso astado. Si a Eloy le dan dos…

Menos mal que la torería no es cantidad. Vuelta aclamadísima.

La figura torerísima de Manolo Arruza lo borda de capa: media de recibo, chicuelinas y su remate. Pero sobre todo en banderillas. Cambia botos camperos por toreras zapatillas y clava a lo clásico, cuadrando arriba.

Rubén Ávila traza maravilloso quite a una mano al salir Arruza del segundo par y solo la flojedad del novillo impidió que el remate fuera histórico, pareció por un momento poder dar la vuelta.

Luego la seda del pase de la muerte -por alto tomando las tablas- antecede a tersura con el toreo por la zurda. No obstante la flojedad del novillo Manolo, rodilla en tierra, domina hasta tomarle el pitón en remate pleno de toreo arrucista. Echa la oreja por la borda con la espada, no el olor a torero en la vuelta.

El viento quiso ver a Miguel Armilla torear, mal síntoma para los aficionados que tronábamos los dedos casi con la misma ansiedad con la que a Miguel se le secaba la boca al lancear perdiendo pasos.

Pero el ahogo se rompe como sus muñecas en la media. Ya era suficiente.

Sin embargo, tras sainete de las cuadrillas en banderillas y brindis a sus compañeros, Armillita reinstaura la naturalidad en los precisos doblones y el precioso cambio de mano antecedente del magno pase de pecho. Dos esculturas de una misma suerte: Solórzano y Armilla en el pase de pecho con la zurda.

Grande con la derecha, alarga el tranco inexistente del toro. Con la izquierda superior. Reducida la cantidad pues el novillo no está sobrado de raza.

Atención al ganadero. Todo le sale así, manso.

Tras remate por bajo Miguel dijo: “No más” Para mí ya era bastante.

Lo único que no encuentra es el sitio para matar, ni para descabellar en donde casi hay un desaguisado. Gran ovación para el torero y chungas para los monosabios que no encuentran el temple de los percherones.

El Capitán no tiene suerte con el más serio del encierro y que cambió de lidia.  Lo esperamos años, no veo porque no hacer bueno aquello de que el toreo es una eterna espera. Yo le aguardo.

Santiago Amón decía: “El arte es donación absoluta, pura entrega sin recuperación posible, la Fiesta no puede formar parte del mundo de la producción”

Ayer, se entrega a plenitud, precisamente, sin esperar nada a cambio.

Una forma de entender el toreo es respetando su causa más firme, la entrega total del arte.

Esa tiene que ser la primera causa y el último principio del arte del toreo.

Twitter: @CaballoNegroII.

RESUMEN DEL FESTEJO.

Plaza México. Festival Benéfico pro damnificados del huracán “Alex” en el Estado de Coahuila. Más de un tercio de entrada en tarde agradable, con sol al comienzo y viento a partir del quinto.

6 novillos, 1 para Rejones de Bernaldo de Quirós (Divisa Obispo, verde y rojo) arreando al principio colaboró en banderillas; 5 para lidia a pie; 3 de Bernaldo de Quirós (Divisa Obispo, verde y rojo) primero, segundo y quinto. Feos de cabeza, con las astas reglamentariamente despuntadas. Mansos en primer tercio, principalmente el segundo. El quinto con cierto recorrido sin raza como. 1 El Vergel (Divisa Amarillo y Verde) flojo y trasijado; duró poco en la muleta. 1 de Santa Bárbara (Rosa, Verde y Blanco) el más serio del encierro, protestón y sin clase.

El Rejoneador Felix Cantú (Casaca verde botella y blanco) Pitos tras aviso (Al novillo lo mató el sobresaliente Valente Alanís) Eloy Cavazos (Traje Corto Negro con camisa negra y chaleco salmón y oro) Dos orejas. Jesús Solórzano (Traje Corto Gris Perla) Oreja. Manolo Arruza (Traje Corto Negro con chaqueta Corinto) Vuelta. Miguel Espinosa “Armillita” (Traje Corto Negro con chaqueta Olivo) Cerrada Ovación en el tercio. José Antonio Ramírez “El Capitán” (Traje Corto Negro con chaqueta Crema) Silencio.

Destacaron en la brega Alberto Preciado, Alejandro Prado y Rubén Ávila. Saludó Christian Sánchez en el Sexto. El resto mal.

2 respuestas a “Las Causas de la Torería – Espléndido Festival en la Plaza México.”

  1. YO QUISIERA SABER PORQUE EL GUERRA NO ESTA YA ESCRIBIENDO?? A CASO SE LE HA OLVIDADO SU PASION Y SU AFICION POR LA TAUROMAQUIA??
    BESO
    Y FELICIDADES PUNTILLERO

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