Por Puntillero
El año taurino mexicano ha comenzado. Y prosigue con una jornada que tiene más fondo y parece tener forma. No obstante la baja de una plaza importante como Guadalajara, el fin de semana taurino devela dos cosas, la posibilidad casi inmutable de que la Fiesta progrese y la inevitable sensación de miedo de que la movilización de la Afición taurina se diluya con una enésima decepción.
Siento que no se necesita más que afición. Buena, claro está, para saber que este es un fin de semana de excepción. Enrique Ponce está en México y, tras la cuesta de la Temporada Grande, comienza un breve e interesante periplo taurino. Primero en Querétaro con televisión incluida rematando el domingo con un encierro sorprendentemente serio para la Plaza de Saltillo y que procede Montecristo. Claro está, con la firme intención de cambiar las mantas por cañas.
Taurinamente es una jornada ineludible. Y para rematar el lunes (noviembre quince) no se trabaja.
Pero previo a Saltillo, los aficionados estaremos de plácemes. Una nueva Plaza se inaugura y todo el mundo estará ahí tras haber pasado ya sea por Querétaro o Aguascalientes con ese festival de canas y azabaches de tres dinastías hidrocálidas en el ruedo de La San Marcos en el que lamentamos la baja de “El Capitán” O sea taurinamente espléndido. Las carreteras funcionarán.
Esto trae una pregunta ¿Acaso la corrida a televisar no tendría que haber sido también la del Domo potosino? Más con ese encierro de Arroyo Zarco que aunque crean loco a éste “Puntillero” será digno para la apertura de una Plaza que aún antes de nacer ya es importante. Ojalá no se quede como “El Coliseo” de Torreón, del cual mediáticamente poco se ha logrado. Les recomiendo escuchar entre tantas la transmisión radiofónica de “Radio Universal” de Aguascalientes.
Por otro lado, el tranco natural de la embestida de los aficionados se tuerce al pensar que “El Paseo” potosino se encuentra en serio riesgo. Ojalá, hago votos para que la coexistencia, tema que después de doscientos años nuestro país aún no termina por adoptar en general, que taurinamente existe en Aguascalientes se traslade a San Luis Potosí. Sumar, multiplica. Si restamos siempre acabaremos por dividir. Aseguremos que al Domo se sume “El Paseo”
San Luis es el tema. No importa el cartel no tenga un solo torero potosino. Fermín Rivera no cupo en el Domo porque es el torero de “El Paseo” por origen. Me parece que a la empresa le faltó sensibilidad para ganarse al público local. Juan Pablo Sánchez habría cabido perfectamente de haber dado otro festejo al otro día. Ya habrá tiempo para que Rivera Agüero imponga el clasicismo a la modernidad. Aún así es jornada de excepción, que puede ser candidata a “corrida del siglo” y que calladamente trae la primera gran prueba para el “olvidado” Arturo Macías.
Otra opción es Tlaxcala y “El Pana” como cabeza del cartel de seis toreros con la reaparición de “El Payo” en la “Ranchero Aguilar” Además Rancho Seco dentro de los que tienen sangre Santa Coloma es la ganadería más infravalorada, sino recordemos la faena de “El Zapata” en La México.
Además coinciden dos triunfadores de la feria como Spínola y Garibay y se incluye la presentación en la Feria de Angelino con la corrida de sus apoderados de facto. Otro cartel llamativo, sin que se nos escape Fernando de la Mora en Monterrey, donde Arturo Saldívar estrena alternativa al lado de los mismos alternantes del cartel su doctorado. Un poco de inventiva nunca cae mal.
Mientras tanto, la Plaza México apuesta tras la arrebatada jornada inaugural, a un cartel que funcionó divinamente hace dos años. Apuesta a la misma combinación pero con un encierro diferente. A los barralvas mexicanos los sustituyen los santacolomas y garfeños de Los Encinos, ganadería que echó el encierro serio en Guadalajara. Claro, es un encierro, por lo que se ve, menos ofensivo pero más en tipo, aunque sin grandes cabezas.
Ha sido un acierto que Miguel Ángel Perera opte por una ganadería diferente a Barralva. Si no, pongan atención a lo que saldrá en el ruedo de la Santa María en unas horas más. A Perera, torero de toro grande, le vendrán mucho mejor las posibles dificultades que los toros de los hermanos Martinez Urquidi podrían presentar, que las de los barralvas mexicanos: sosería, flojedad y falta de raza. Como nos gustaría verlo pero con la corrida española de los Álvarez Bilbao.
Hace dos años Manolo Mejía revivió. Hace uno lo volvió a hacer y la empresa de La México vuelve a apostar por él. Me parece que por primera vez en mucho tiempo los aficionados también lo harán. Veremos si su claridad de ideas se aprecia por tercer año consecutivo solo que ahora temprano en la Temporada. La última vez que se dio la combinación a repetirse el próximo domingo Mejía solo lució en el brindis a Efrén Acosta, al inicio de esa faena y al alimón por navarras junto al tercer espada de aquel y de éste cartel, José Mauricio.
Al ser apoderado por los ganaderos me imagino conocerá perfectamente la procedencia del encierro a jugar. Además se que su administración le ha sumergido al ritmo que necesitaba el capitalino: no seguir toreando mucho sin saber exactamente para qué, sino torear igual cantidad pero sobre una base técnica mejor sin trastocar su personal expresión, esa que logró detener el tiempo la referida tarde de enero de 2009 con el ya célebre “Azucarero” de Barralva. Sé que Carlos Neila tiene mucho que ver en esta mejora. De haber hecho esto hace un año la faena al interesante y complicado Barralva al que cortó oreja habría tenido seguramente mayor solidez.
En la lidia, tiene el toro el tranco natural cuando inicia su embestida con la extremidad idéntica al lado al por el que se le cita. Ello siempre es un buen síntoma. Los aficionados, en cuanto las empresas hacen el envite por derecho, por ahí mismo arrancamos a donde sea a pesar de haber desarrollado cierto sentido para adivinar lo que se queda detrás de la muleta empresarial.
Sin embargo, para quitar resabios confiamos que aún siga habiendo empresarios con una muleta garra y poderosa, que encele, es decir con seriedad en el toro y creatividad en los toreros, tanto a los buenos aficionados como al público nuevo. ¿Será mucho pedir? No nos fallen.
Una respuesta a “RADAR TAURINO: EL TRANCO NATURAL”
Bueno, decia yo que:
“… vendrán mucho mejor las posibles dificultades que los toros de Martinez Urquidi podrían presentar, que las de los barralvas mexicanos: sosería, flojedad y falta de raza…”
Mmm… Parece que la descripción perfecta de la corrida de Los Encinos.