Morante de la Puebla “Cada uno es como es” Cumbre de Arte en Bilbao

La moda es la manada; lo interesante es hacer lo que a uno le de la gana como Morante

Hoy vivimos en unos tiempos en los que casi todo el mundo está acomplejado; todos quieren ser bohemios. A mí eso no me gusta. Cada uno es como es.

 Morante de la Puebla

Por Luis Cuesta

Resurgió el morantismo en Bilbao, ese morantismo radical que no acepta imitaciones o medias tintas despertó como un dinosaurio dormido para estremecer la temporada. De pronto salieron a la luz pública con más fuerza que el M-15 los seguidores del diestro de la Puebla, esos que después de Madrid lo querían llevar a la hoguera por su mala temporada, por su gordura y por su apatía. Los que al principio de la temporada llenaban las plazas donde se presentaba Morante y que poco a poco se fueron alejando, cansados porque el maestro Morante se encontraba en estado  somnoliento.

La culpa es del apoderado comenzaron a circular los rumores, otros  apuntaban que el bajón se debía al cambio del preparador físico o que si el maestro andaba aburguesado. Mil historias y mil versiones diferentes para explicar porque Morante estaba teniendo una mala racha.

Pero la pregunta era ¿Mala temporada? Cierto que su paso por Valencia, Madrid y Sevilla fue de puntitas, pero en el transcurso de la temporada española y francesa el maestro había dejado algunas joyitas de su arte como en Jerez o en Nimes por citar algunas.

Pero no fue hasta Bilbao justo cuando la temporada española comienza a dirigirse hacia su recta final, donde el maestro Morante se vino a reencontrar con la faena soñada, para resurgir de entre los muertos el movimiento morantista. Solo que esta vez el milagro sucedió ante las cámaras de TV y vía satélite a todo el mundo, en una plaza de primera categoría como lo es la de Bilbao.

La obra cumbre empezó incierta ante un astado de Núñez del Cuvillo de nombre Cacareo, colorado con 542 kilos que salio suelto y en dos ocasiones doblo las manos, el astado tenía un andar extraño que de entrada puso a todos a temblar cuando el maestro lo recibió y después de comprobar su embestida, puso su mejor cara de puchero que fue suficiente para que todos temblaran y pidieran su cambio. El presidente Matías acertadamente aguanto la presión.

Tras el tercio de banderillas el toro remato de fea manera en un burladero, fue tan fuerte el derrote que algunos pensaron que se había partido el pitón y que seguramente vendría el cambio, respiraban hondo algunos “fans” en el tendido. Pues no fue asi, Cacareo al que los comentaristas de televisión Manolo Moles y Manuel Caballero  lo crucificaron llamándole “ de mal andar, feo y manso” llego entero a la muleta.

Morante inicio con unos bellos doblones barrocos en su expresión, algo rapidillos y que además fueron pitados por el respetable, pero resultaron la clave para que el Cuvillo embistiera y se pudiera conseguir la sinfonía de arte por la que hoy muchos se tirarían a la ria de bilbao o al cantabrico de cabeza. Morante consiguió dos series por el lado derecho que tuvieron una belleza sutil, muy suave y delicada por lo templado. El toro rompió de pronto para mejor, pero no estamos hablando de otro toro es el mismo que algunos querían echar para atrás.

Como una lluvia de verano de esas que te cogen de improvisto, afloro la tauromaquia y la naturalidad con el sello de la personalidad del torero para deslumbrarnos a todos, el arte nos estaba llegando puro con su pulpa y no del concentrado. Un toreo con sabor añejo.

Es cierto que la faena no fue del todo perfecta ni limpia, ni la más templada, pero es que el lenguaje de Morante es así puede ser para algunos bello como el francés o confuso y complicado como el japonés. Ahí radica la belleza y el misterio de su toreo. Ya lo decía otro genio como lo era Luis Buñuel  “El misterio es el elemento clave en toda obra de arte.”

Por naturales Morante rozo la perfección, hubo uno en especial en la penúltima serie de la faena, al que le prosiguió un remate de pecho que fue de antología. Cerró su obra con muletazos por alto, bellísimos en su expresión e intención rematados con un trincherazo, que era un presagio a la caída del telón del último acto de una obra cumbre por su contenido y su barroca expresión.

Roto el torero se tiro con un espadazo certero. Dos orejas inobjetables en una tarde mágica que revive el morantismo y hace olvidar los malos ratos del 2011, si es que de verdad los hubo.

¡Que grande eres José Antonio! porque en una tarde borraste a todos e hiciste que por un dia todos fueran morantistas. Hoy hasta aquellos que te dieron la espalda en las malas, hoy en las buenas dicen en algún hotel, restaurante-bar, vía twitter o en la oficina: por eso soy morantista.

Twitter: @Luis Cuesta

5 respuestas a “Morante de la Puebla “Cada uno es como es” Cumbre de Arte en Bilbao”

  1. Enhorabuena por el sentimiento en la resenia!!! Para propios y extranios hoy vivimos como ya lo dijeron en varias ocasiones, “una tarde para la historia del toreo eterno”. Y atesorada quedara en la memoria colectiva no solo de los “morantistas”, sino de muchos, muchos mas aficionados…
    Y yo como “ista” nunca he sido derrotISTA, y claro que, citando al autor: “¡Que grande eres José Antonio! porque en una tarde borraste a todos e hiciste que por un dia todos fueran morantistas.”
    Enhorabuena una vez mas, por hacernos revivir lo que hace apenas unas horas disfrutamos!!!!

  2. Usted lo ha dicho Luis “LA CLAVE FUERON LOS DOBLONES” cierto es que el toro tenía andar raro (estaría acalambrado?) pero tenía bravura sorda, de esas que hacen vibrar a los tendidos!. La clave los doblones de enseñanza del Maestro…si ven la repetición observen como cambia la cara del diestro después del tercer doblón, SE LE QUITÓ EL PUCHERO!, y en ese momento se abrió el Pomo de las Escencias.
    Luchó por el izquierdo hasta lograr una tanda Sublime que sólo los toreros como él pueden lograr. Vino la estocada, entregando el pecho, levantando el brazo, haciendo la cruz como los grandes y de ahí el gran triunfo!
    Enhorabuena por tan acertada reseña, se nota el sentimiento al escribir. Un placer leerte.

  3. a mi me toco ver muchos morantistas como tu lo remarcas, a los cuales les di una pequeña vara, por que esos “aficionados” que al ver una faena magistral se quieren subir al carro no deberian de ser así,con un torero ya sea morante castella ponce juli Tomas en las buenas y en las peores,saludos y abrazo de oso.

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