
Festival Taurino en Arroyo, Juan Pablo Llaguno y Nicolás Gutiérrez en Mano a Mano. Continúa el Aste Nagusia con el encuentro Castella – Manzanares y el corridón de El Pilar, televisión incluída. Toro-toro para variar en Hidalgo y la novillada del domo potosino componen un sábado de mucho interés para el verdadero aficionado.
Por: Luis Eduardo Maya Lora.
Siendo las siete de la mañana de este sábado puedo asegurar que el ambiente taurino vibra. Claro, para los que nos importa, quienes viven del taurineo plácidamente irán para otro lado. No les culpo, tampoco tienen derecho a más.
La gran corrida de El Pilar abre y por televisión satelital la jornada. La confrontación, políticamente interesantísima, de Manzanares y Castella nos trae latente la posibilidad de que surja la combustión espontánea tan necesaria en una semana grande que ayer avivó la ilusión ganadera con el orden de Núñez vía Rincón de la corrida de los hermanos Lozano.
Hoy la corrida salmantina, acorde con el reporte directo desde el apartado bilbaíno, anuncia un serio encierro que buscará disputarle a la gran corrida de Alcurrucén los laureles por parte del campo bravo charro. El Pilar, esa ganadería con alto y bravo poder calorífico, cuyos toros sin el excesivo tonelaje pueden poner las cosas en serio y en el sitio, han brindado triunfos a “El Cid”, con lotes maravillosos quizá hoy, de ocurrir lo que hemos visto en San Isidro con el sevillano, de no aprovecharlo, Vista Alegre podría cobrarle la afrenta luego de tenerle entre sus consentidos luego de la encerrona de 2007. Tarde de todo o nada para Manuel Jesús.
Mar y fuego de Manzanares, señalado por “haber quedado corto” con los cuvillos. No adelantemos, que los toreros con sello nunca se acaban en una sola tarde y si alguien conoce el campo charro es el alicantino a quien seguramente el ojo de Antonio Matilla vislumbró ponerle con una corrida como la de hoy.
Sebastián Castella viene por el triunfo, no importa si es arrimándose o acercándose. Su sobre temple puede ganar una batalla en una Plaza que se le ha resistido. Tal cosa hace atractivo la aparición del gallo francés cuyo año, positivo claro, requiere como puede ser hoy un triunfo no en la sordina de la provincia, sino en el aparador de una capital taurina como lo es Bilbao.
Un ilusionante mano a mano abre la jornada mexicana. Me refiero al concurso de ganaderías en Arroyo. ¿Qué porqué un Festival? Señores, no es bulla, es mera razón taurina. Hay que estar en lo que luego pueden ser acontecimientos históricos. No vayamos a ser de esos aficionados, hay como veinticinco mil, que afirman haber estado en La Aurora cuando debuta Manolo Martínez.
Recuerdo mucho a Lalo Cuevas y sus reservas respecto de la escuela taurina. De “donde lo mismo pueden salir – como en toda escuela- arquitectos o albañiles. El toro es el mejor maestro del torero.” Lleva razón.
Sin embargo, lo interesante es que además de los rudimentos a los que refería la eterna rectitud taurina de Don Lalo, a Juan Pablo Llaguno y a Nicolás Gutiérrez se les nota soltura y entendederas, proclividad hacía la creación sobre todo en Gutiérrez y eso cuenta.
Ya veremos lo que será en otros niveles pero hoy, entre tanta falta de afición, incluso de las cuadrillas profesionales, hace falta ir Arroyo y ahí reconsiderar que el futuro taurino está más cerca de lo que imaginamos. Será concurso y solo esperemos todos –no solo los novillos- se crezcan al castigo. Ojo, refiero a Lalo Cuevas por la sencilla razón que la última temporada de novilladas histórica en la Plaza México, la de 1982-1983, la que devolvió al aficionado de antes a los toros, la vislumbró Lalo Cuevas. Y sobran razones para decirlo.
La Cardenilla, la del terror aparece en Doxey. Sí, para una alternativa sin sentido, así está la Fiesta. Pero no puede ser que todo se lo cargue el toro de la política interna cuando un torero que poco a poco está y va escalando la cuesta le salga sin importar más nada. El único motivo por el que vale hacer el viaje y aguantar se llama Christian Ortega, que curiosamente compuso la última novillada que diera Lalo Cuevas en “La Florecita” hace trece años. El tiempo ha pasado y tras el triunfo de Cadereyta llega Ortega a mostrar su adelanto y sobre todo, como siempre, su inteligencia que no está nunca exenta de expresión.
Y todo esto es un preludio del domingo taurino. La desgracia de Monterrey que taurinamente recibe un bajonazo, no es óbice para que olvidemos que a pesar de todo, mañana quedan toros en Doxey y Cholula además de las novilladas en Guadalajara y por supuesto La México que tendrán como antecedente directo la novillada de hoy en el Domo Potosino. ¿Será posible que una novillada levante la entrada en una Plaza que le ha costado un mundo iniciar la Feria?
Todo es posible en este mundo, en este país donde poca autoridad queda. Por ello queda la esperanza de que la autoridad de tauro se imponga, que salga el de la capa negra y ponga a todos en su sitio.
Claro, siempre que, como decía Lalo Cuevas: “Tengamos, como los toreros, una vista sencillamente de fantasía, porque más de un detalle se evita con la vista. De ahí que en el entrenamiento el torero no pueda pensar que está jugando o divirtiéndose, sino que tiene que ejercitar inteligencia, músculo y ojos.”
Como es lógico, si no asistimos a la Plaza será imposible cumplir tan cabal sentencia.
Twitter: @CaballoNegroII