De SOL y SOMBRA
El torero Sebastián Palomo Linares fue dado de alta ayer en la clínica madrileña donde estuvo ingresado durante tres días a consecuencia de un infarto de miocardio y desde primera hora de la tarde se encuentra en su domicilio. “Todo ha ido fenomenal. Mucho mejor de lo que en principio temíamos, porque la cosa ha sido seria. Pero gracias a Dios ahora lo contamos, y con la esperanza de que se va a recuperar del todo, según nos han dicho los médicos”, declaró su hijo Miguel.
Palomo, que ya había pasado por episodios similares hace cuatro años, cuando tuvo varias anginas de pecho y dos infartos, regresó a su finca El Palomar, en Aranjuez, precisamente a bordo del vehículo que conducía Miguel, que fue quien le trasladó a la clínica cuando se sintió indispuesto en la madrugada del lunes, y desde entonces no se ha separado de su lado.
Lo que si quiere aclarar Miguel es la respuesta que dio a los reporteros que esperaban en la puerta de la clínica, cuando le preguntaron si el divorcio de sus padres había influido en la salud del torero. “Lo que dije fue que mi padre antes no tenía estrés y a raíz de las cosas tan tremendas que se han dicho sobre su separación estaba más alterado. En ningún momento culpe a mi madre. ¿Cómo voy a hacer ese comentario? ¿Estamos locos?”.
Además, Miguel afirma, muy molesto, que “los hijos lo tenemos muy claro. No tomamos partido porque no tenemos que hacerlo. Sí que tenemos que apoyar y les daremos el cariño que les hemos dado siempre. No tememos que meternos en sus decisiones, porque una separación es cosa de dos y nada más”.
Pero lo cierto es que su madre Marina no está en la finca con él torero, se encuentra en Madrid desde marzo, donde el matrimonio tiene un piso en el barrio de Salamanca. Hace ya más de un año hubo también rumores de crisis pero entonces Danko no dudó en desmentirlos.