Plaza México: La Víctima, el Vencedor y el Villano – Triunfo de Joselito Adame en Helada Taurina.

Los derechazos de Joselito, a plenitud. Foto: Jorge Prado.

Como llego se fue Diego Ventura. Su año taurino no pudo ser más desigual en la Plaza México. Tan rápido vino como fría se instala la tarde. Un año y ocho toros después, dos de regalo, no han bastado para convencer. Al menos delante del toro mexicano Ventura no cuaja. Tarde de desgracia para José Luis Angelino y de afirmación de Joselito Adame que casi tres años después vuelve pisando, no solo fuerte, sino en torero.

Por: Luis Eduardo Maya Lora – De SOL Y SOMBRA.

Se sufre al aguantar un festejo bajo las condiciones en que ocurre la cuarta de Temporada Grande. Particularmente, bajo tales circunstancias, la entrada se mantiene. Quizá otro clima habría traído un resultado de público mayor, que no mejor. Al público de ayer no lo salva nada.

Variopinto, estrecho de afición, inadaptado y a veces molesto, es el resultado de una época, me refiero a doce o quince años, en que la pérdida de espacios, la inundación del cliché taurino y el poco estudio y dedicación de sus “cronistas” insignias poco han abonado para que la generalidad entienda detalles taurinos tan “pequeños” como llegar a la Plaza a tiempo. “La puntualidad es el don de los que don tienen”, apunta un escritor taurino.

Con sincronía Diego Ventura espera al serio murube de Rancho Seco que abre plaza. Digo con sincronía porque Diego espera, al menos da la impresión, de querer ir a su acostumbrada velocidad crucero, tan ideal para poner el piloto automático y acabar pronto. El rancho seco tardea, tiene una posición para atacar sensible al cite adecuado, cerca y en su terreno, pero cuando acude y le lidian cerca incluso se emplea bien.

Tan es así que Ventura, que le pasa con un rejón, ha de ajustar y guardar a “Nazarí” que a falta de “Morante” es su caballo estrella. Pero al momento del tercio de banderillas el burel le exige algo más que vueltas y vueltas, que mordidas y aspavientos, le exige torear despacio y cerca, ese “clasicismo” que a Ventura cuesta tanto trabajo quizá por sus hermosas reminiscencias.

Pero los toreros buenos lo son por esa capacidad de entender la mayoría de los toros, incluso los que más distintas dificultades puedan plantear. Y hay que decir que Ventura de costado e incluso en emocionantes quiebros, consigue que el toro acuda con brío, adecua su estilo ciclónico como el viento de la tarde, para lucir a dos manos y con las cortas. Pena el pinchazo que ante un público en esencia consumista, diluye.

De peor condición su segundo. Inicia con cosas de reparado de la vista y saltando al callejón, “Gamuza” el gran monosabio, burlando la historia, incluso luce en el brinco al ruedo que le salva. Es castigado el manso astado con los primeros rejones y ya en banderillas vuelve a saltar ahora frente al patio de arrastre.

Le salió al revés la apuesta murube a Ventura que abrevia contrariado por el juego tan manso del burel con la verguenza del artero rejón por todo lo bajo. Con esto, da la impresión que los que no tienen “ni p… idea de toros”, en palabras del propio “caballero”, son sus veedores, no la Afición.

Por eso regala un brevísimo astado de Julio Delgado que en su versión para rejones se ve peor. Es una “hermana de la caridad” que nobilísimo se siente arropado por el caballo y sigue su trote de costado. Faena intensa entre lo estoico del público que al menos aguanta y que Ventura entrelaza gestos la suerte del tiovivo, es decir, el teléfono a toro cuasi parado. El pinchazo de nuevo deja todo en una triste helada.

Un apunte sobre el regalo. Lo hemos repetido hasta el cansancio, autorizarlo, es un facultad discrecional. Pero, contrario a lo que varios “entendidos” tratan de entender, el poder de la discrecionalidad tiene también límites, uno es el sentido común. Las condiciones de la corrida impedían lidiar ayer un toro más pero la autoridad, parece, tiene muy pocos pantalones.

Víctima de su propio ensimismamiento, Diego Ventura ha terminado en el sitio que le ha puesto el toro, ni más ni menos. Y ojo, que aún queda un largo invierno para el de Lisboa en nuestro país. Suerte.

Tan bello como débil es el lote de Angelino, un berrendo en cárdeno y un negro girón calcetero y lucero lo componen. A su primero no le resuelve su falta de fuerza pues no le administra. Banderillea y quizá había que dosificar carreras. Arrastra la tela y las fuerzas del burel indican que la altura es otra pues este tercero es igualmente corto de fondo. Nada claro con la espada y pocos adagios positivos.

Lo del quinto es el colmo. Consignar es debido que el de Apizaco está dispuesto pero que su faena es planteada como si de un burel con poder se tratara. Tras saltilleras y banderillas, el impresionante y bello toro, pierde todo tranco y fuerza. Como en esos juegos de mesa, José Luis cae en la casilla en la que, justo cuando se puede resolver le regresan a uno al comienzo con esa bronca terrible ante los tres avisos de la deshonra.

Pero el tren último, el que puede cambiar las cosas es un castaño que desiguala toda la corrida, que es nobilísimo y que, para variar, le faltan fuerzas. Anticipo varias “enhorabuenas” para los ganaderos pero la falta de poder, de emoción no puede ser directriz por mucha “calidad” o nobleza que tenga el toro.

Angelino, con la mente en todo menos en la faena no consigue remontar, le ganó la partida lo del quinto toro y dejó ir al castaño. Esa quizá sea, más allá de los tres avisos, verdaderamente la cruz que habrá de cargar. Dejar ir el que pudo ser el último tren. Y de cara al público de ayer, el villano inobjetable.

Ese boleto de rescate para el tlaxcalteca se le concedió dado que Joselito Adame es corneado por el que hace de tercero, un serio y cárdeno –habrase visto, los tiempos cambian, un punteño cárdeno- astifino con tremenda seriedad. Sale áspero y Joselito inmediatamente palpa tal situación.

Por ello hay poco de capa y sí un tercio de banderillas donde destaca el último par, casi, de poder a

Armado a la Muerte, Joselito Adame. Foto: Jorge Prado.

poder, que culmina un tercio donde hay emoción, con los cites a favor de la querencia no obstante ligera cabeza pasada. Ovación para Adame por ese último par y –cosas de público inocente- por voltear la montera que cae inicialmente con los machos para abajo.

Y menos mal la voltea porque, otra vez, el enésimo pase cambiado por la espalda en los medios, a campo abierto y con viento, produce la voltereta y la eventual cornada que pudo ser peor. Señores, no se manda ni se somete en los multicitados muletazos pero solo el torero es dueño de la decisión. Momentos angustiosos y terribles. Cómo estará el “gentío” que sin pegar un muletazo le gritan: ¡Torero!…

Pero incorporado, más allá de la segunda raya frente a matadores, corre Adame la mano con mucho temple y largueza, cosa que le cambia la decoración al juego del toro. Porque sometido se emplea y consigue Joselito voltear los papeles y la emoción del público, ahora sí con el compás abierto hay algo que aplaudir: el cite al frente y el mando en la embestida no obstante se descompone en la segunda tanda resuelve con giro y remate por alto.

Crece la expectación y tras cambio del terreno rumbo a la contraporra, una tanda por el lado izquierdo muestra al punteño peligroso, solo resta desdeñar por bajo toreramente y volver a la derecha donde a “Estudiante” aun le queda algo. Joselito busca y logra esforzado derechazos y a la salida de la suerte, antes de cambiar la espada, se impone al cárdeno para salir sin rematar.

Se lo juega en la manoletina y el de La Punta agarra aire para perfilarle en la suerte contraria casi en la división “De SOL Y SOMBRA” por la contraporra. Volapié perfecto, a matar o a morir, de la cual el duro toro se va a la otra vida. En lo alto las cintas, en el hoy los gavilanes, por sí misma la oreja procede, la entrega también en la vuelta.

No obstante quedaba uno más, será en la “tornata” cuando, ojalá sea pronto, lo veamos de nuevo. Joselito, diez años después de su presentación infantil, triunfa incluso a costa de su propia sangre, esto es el toreo, mortal emoción, de la cual sale vencedor el que burla a la muerte con la mayor verdad posible.

Cuarto domingo, cuarta entrada del público. ¿Será posible pintar un Diciembre para recordar? Hace 65 años hubo uno. La México lo tiene pronto y en la mano. Así será porque da la casualidad que de cuatro domingos hay cuatro triunfos, sí con Joselito, todos de Aguascalientes, todos mexicanos.

Pero aún no hay un triunfo ganadero, menos con hechuras tan de zancudos. Pero no pasa nada, que no hay quinto malo y ese es el turno que sigue. ¿Será?

Twitter: @CaballoNegroII.

RESUMEN DEL FESTEJO.

Plaza México. Temporada Grande 2010-2011. Domingo, Noviembre 27 de 2011. Cuarta de Derecho de Apartado. Menos de media plaza en tarde gélida de cielo gris, viento y llovizna, condiciones muy difíciles. Público vario pinto.

7 Toros, 2 de Rancho Seco (Divisa caña y rojo) para rejones. El cuarto saltó al callejón en dos ocasiones. El toro que abrió plaza aunque tardo tuvo bravura y emoción; 4 de La Punta (Divisa Rojo, gris y oro) El sexto anovillado lo tapó la capa, tuvo buen estilo. Sin fuerza alguna el segundo de la tarde, duro y con peligro el tercero. El cuarto, que se fue vivo a los corrales, se desplomó tras banderillas por su falta de casta y fuerza; y 1 de Julio Delgado (Divisa Naranja y oro) chico y nobilísimo.

El Rejoneador Diego Ventura. Leves palmas, silencio y ovación en el de regalo. José Luis Angelino (Esmeralda y oro) Silencio, bronca tras tres avisos y protestas en el que mató por Adame. Joselito Adame (Blanco y azabache) Oreja en el único que mato.

Pésimo, otra vez, Gilberto Ruz Torres que autoriza en tarde tan complicada un regalo más. ¿A quién defiende la autoridad?

PARTE MÉDICO.

El diestro Joselito Adame, durante la lidia del tercer toro de la tarde, sufrió una cornada en el lado derecho del tórax de 15 centímetros, la cual penetró por debajo de la tetilla y llegó hasta la axila que lesionó músculos y aponeurosis de esa región, misma que contundió el paquete vascular, aunque para fortuna del matador, no penetró el tórax.

10 respuestas a “Plaza México: La Víctima, el Vencedor y el Villano – Triunfo de Joselito Adame en Helada Taurina.”

  1. Luis Eduardo:

    Como siempre, un placer leer tus notas sobre las corridas que se van dando en la temporada. Que siga la tinta corriendo de la misma manera, con inspiración, buen gusto y sobre todo, sin cobas.

    Debo decir que asistí a la plaza, A PESAR de que se presentaría Diego Ventura. La afición es primero y aunque un personaje no nos guste, no debe ser impedimento para apoyar la fiesta, esté quien esté, haga el clima que haga. Diego no me decepcionó porque ví exactamente lo que esperaba de él. Me sigue pareciendo un gran jinete, un fallo total como rejoneador.(Vengan los unfollows jaja)

    Aunque a todos nos gusta ver la plaza llena, el volúmen ya no es suficiente. Podemos llenar un barril con hiel o con Petrus, ambos estarán rebosantes, pero no tendrán el mismo valor. Eso le pasa a La México, se ha ido llenando de improvisados caza carteles que van a ver al cuaco mordelón y a los caballitos de Tony Aguilar bailando y subiéndose al escaloncito de las tablas. (Mientras comíamos cerca de la plaza, escuchamos frases como “A mi me gusta ver a Ventura, Ojalá y saque al caballo ése, el que le muerde un cuerno al toro”). Si les gustara tanto sabrían que el caballo tiene que estar un año parado por lesiones y que ver a un animal mordiendo a otro no es un arte, eso sale todos los dias en Animal Planet. Lo puse en mi twitter y hubo alguno que se ofendió, pero el tufo a villamelón era inconfundible. Ojala y a alguno le haya quedado el gusanito – por la calidad de la corrida, lo dudo, pero sigue habiendo milagros-y se enganche en el tema de conocer los pormenores de la fiesta y la parafernalia que la rodea. Con uno que se salve, hemos ganado.

    José Luis Angelino es el vivo ejemplo de como dejar pasar una oportunidad. Y es que lo afectó la peor enfermedad que existe: El miedo. El que paraliza y no permite hacer. Una pena lo que le pasó y dificil la situación de enfrentar al monstruo de la plaza rellena de hiel, con sus honrosas excepciones que están siempre ahi, al pié del cañón. Creo que pasará mucho tiempo para volverlo a ver en la plaza México.

    De Joselito, debo decir que me dejó a medias. Su toreo franco y arrojado me gustó; en mi opinión la faena no era de oreja pero no demerito el esfuerzo y la torería del joven matador. Gran valor el que mostró, y estoy seguro de que pronto regresará por sus fueros al coso de insurgentes.

    Como siempre, ya casi me robo el blog jajaja…pero no podia dejar pasar la oportunidad de comentarte mi pensar y felicitarte por tan atinada columna.

    Nos vemos el domingo.
    Un abrazo
    Aureliano

  2. De acuerdo completamente, el peor publico es el que acude a ver a los rejoneadores, sin duda y por mucho…..
    “ni p….idea de toros”, ni respeto para ellos mismos ni para fiesta………..

  3. que bueno que vino Ventura a Mexico pra darnos cuenta de lo buen torero que es Pablo de A RRIAGA NI HBLAR DEJO IR UN TORO Y ADAME MUY BIEN OJALA Y ESTE EN OTRO CARTEL MAS FUERTE

    • Rafa:

      Sí, creo que la Empresa cuenta con cuatro o cinco nombres que de cara al público invitan a acudir al tendido. Importante destacar que Joselito se puso delante del toro y la cosa agarra otro tenor.

      La cosa es que aquí los apoderados deben gastar en publicidad. Es muy importante recuperar espacios, claro, cuestan dinero.

      Pero la Fiesta es grandezas y no la tacañería de la miseria.

      Gracias por escribirnos.

  4. Advierto en los comentarios de Marco Aurelio y el Señor Hidalgo una honradez digna de subrayar pero aunque reconozcan no saber mucho del arte de Marialva.

    Pero ambos vieron muy bien el desarrollo de la lidia en el ruedo…

    A riesgo de ser incisivo y hasta reiterativo:

    a.- Con todo el respeto que me merece el juez de plaza Sr.Gilberto Ruíz, yo le propondría dejar el biombo a la brevedad porque está visto que es de “pañuelo” alegre y le gusta despachar trofeos a diestra y siniestra.

    b.- Joselito Adame demostró pundonor pero le faltó redondear la faena… con ese mismo pundonor que demostró hasta dejarse desgarrar el torax por su primer enemigo, hubiese dejado la oreja en el ruedo.

    c.- Ya basta de que Diego Ventura venga a engañar al respetable con “espejitos” si va a regalar un toro que sea eso… un toro de lidia y no novillos como el que se despachó al final de la jornada.

    d.- Hora de reflexión para Angelino a quien he visto desde hace varias temporadas como un torero “sin plan”, sin aroma, sin chiste vamos… trapazos, pases aprovechando la sosería de sus astados y la vergûenza que significa que te regresen un toro al corral y que tus espadas no tengan filo… perdóneme mi atrevimiento pero ya hasta dudo de la afición del tlaxcalteca…

    Saludos y larga vida a la fiesta brava!

    • Hombre, Héctor…

      Gracias por tan interesantes conceptos. Tengo por supuesto una reserva respecto de cuanto más habría podido durar el punteño que hizo las veces de tercero.

      Lo digo porque antes de cambiar la espada, cuando salió Joselito muy torero de la suerte creí que le podía pegar el de pecho pero ya absolutamente descolgado el toro me daba la impresión que acabaría defendiendo al siguiente instante.

      Me parece que Adame extrajo con exactitud lo que el toro tuvo, incluso en la manoletina le dio aire y creo que por ello lo pudo reventar al matarle.

      Y larga vida a la Fiesta! Olé!!

  5. Gracias por tu crónica Luis. En mi humilde opinión creo que el público que acude a las corridas donde hay rejoneadores es el peor. Confieso no tener idea del toreo a caballo y por ello me abstengo de opinar sobre Ventura, sin embargo, agradecería nos dijeras a qué te refieres con la velocidad crucero que señalas en tu crónica.

    Por otro lado, lo de Angelino fue muy desafortunado, creo que le faltan recursos que a estas alturas difícilmente adquirirá. Condenable intentar un descabello en su segundo toro cuando ya habían sonado los tres avisos.

    Joselito muy torero, pero me queda duda si merecía o no la oreja, en principio opinaría que no. Ojalá nos pudieras decir por qué opinas que es merecida.

    Un abrazo.

    • Hugo: Gracias por escribir.

      Velocidad crucero, como en los carros. Pones el botón y te vas en plano a la misma velocidad todo el tiempo. En el toreo, más en México, la faena no puede tener un solo ritmo. La cadencia, lo despacio, derivan del temple y de la velocidad que pueda imponer el torero.

      Pero Ventura sale todas las tardes a la misma velocidad todo el tiempo delante de todos los toros. En México no puede, para trascender, estar así.

      Lo de Angelino ha sido una pena y una desgracia. Es el segundo que se le va vivo en México.

      Por qué Joselito merece la oreja?? Volcarse, pasarse al toro cerca y por supuesto, reponerse de la caida, tiene un mérito. Se puso delante de uno de los toros, por raro acaso lamentablemente, serios de la Temporada y le extrajo pase a pase lo que tuvo a pesar del peligro del pitón izquierdo. La estocada por sí sola era de premio.

      Saludos y aquí nos leemos

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