
Corrida de Aniversario. La corrida del 5 de febrero en la Plaza México se hizo virtual, como la fiesta misma.
La apariencia prima sobre lo auténtico; se prefiere la superficialidad… al fundamento. Contarlo es lo que importa; pero eso sí, sin ponerse exigente dentro, o sea sin pedir el trapío del toro que corresponde a esta plaza. Medir los ajustes del torero con seriedad, pero sin calibrar los premios; porque se corre el riesgo de que acabe la función sin oreja alguna (que no el espectáculo, porque a Morante esa palabra no le gusta) y los amigos le llamen a uno tonto, por haber ido a una corrida de toros tan mala y haberse gastado una buena cantidad de parné.
Por Luis Cuesta para De SOL y SOMBRA.
Mexico DF, Plaza México.- La noche del martes 5, lo que en realidad volvió a faltar fueron toros (toros en el sentido estricto de la palabra), pero eso ya poco importa y no lo reclamó nadie, ni siquiera en la famosa Corrida de Aniversario.
Los tres primeros ‘borreguitos’ que saltaron al ruedo de la ganadería de San Isidro, fueron todo lo que usted quiera decir o pensar: menos toros con trapío, fuerza y bravura. Lo que en realidad saltó por la puerta de toriles fueron tres animalejos desiguales de trapío, inválidos y amodorrados; excepto el primero, que entre su sosería fue el más noble y con mayor empuje del trío.
Con éste, ‘El Zotoluco’ volvió por sus fueros.
Déjeme le cuento que ‘El Zotoluco’ algo le vio al torete y se confío tanto, que citó al animalillo de frente, con la muleta en la izquierda y le dibujó una tanda de naturales que sometió al torillo, con el poder que solía prodigar su muleta en otros tiempos. Después llegó el toreo bueno que le gusta, y fiel a su costumbre lo cuajó por redondos. Sin embargo, para culminar su resurrección tenía que cerrar con un espadazo; situación que no fue, porque señaló una estocada algo caída de efectos retardados. A este toro lo premio inexplicablemente el juez con el arrastre lento.
Su segundo de Barralva fue el astado mejor presentado de la corrida. Un toro en toda la extensión de la palabra -bravo y con peligro- que puso a prueba la maestría de ‘El Zotoluco.
Si este toro le hubiera salido hace 13 años a Eulalio… la que hubiera armado: Seguramente se hubiera plantado en medio del ruedo, lo habría citado de frente y de largo, hasta someterlo a base de mando y templanza; ya con el toro sometido, se hubiera producido el clamor en el tendido y la apoteosis.
Mas, como el ‘hubiera’ no existe, anoche esa apoteosis nunca llegó. Aunque hubo firmeza y dosis de valor en su trasteo, la faena no terminó de romper. Mal estuvo nuevamente con la espada ‘El Zotoluco’ y se tiró a descabellar.
Minutos después, una vez culminada su obra y con el telón de su actuación sobre el ruedo, se retiró pensativo rumbo al callejón, el ultimo torero mexicano en activo que ostenta (no sabemos por cuánto tiempo más) la categoría de ‘figura del toreo’.
En segundo lugar apareció un torero abúlico, con un caminar cansado que ni el del maestro Antoñete en su famosa despedida en ‘Las Ventas’, después de un paquete de cigarros.
Ese torero abúlico al que todos apodamos ‘Morante’, miraba al cielo buscando la Luna, respiraba con hondura, se frotaba las manos desesperadamente, ante el triste juego que daba el primero de su lote. Un torete que, por cierto, el mismo maestro impone en sus actuaciones. Ese tipo de toritos cada vez más habitual en nuestras plazas, que imponen las figuras de ultramar y que apenas toman un capotazo ruedan por la arena; mientras los maestros esbozan un rictus de contrariedad, pero bueno, ellos a lo suyo que también van a cobrar y hasta la próxima, que será mañana.
Con su segundo del hierro de Barralva, el desganado maestro iluminó la noche con algunos pasajes de mucho arte y solera, especialmente con el capote. Para el recuerdo quedarán unas verónicas rematadas con dos medias de cartel y un quite por verónicas ejecutado con cadencia y maestría, mismas que me recordaron aquel quite también ejecutado por verónicas perfectas de Guillermo Capetillo, a ¨Gallero¨ de Cerro Viejo.
Esto, les demuestra nuevamente al resto del pelotón, que los quites para emocionar al tendido no tienen que ser siempre con chicuelinas, zapopinas y demás flortiruras sin sustancia que vemos cada domingo.
Ya con la muleta, el indiferente maestro toreó a un animal flojo pero con cierta nobleza que le permitió por momentos estar ‘agustito’; aunque la realidad es que no terminó su obra, pero sí mostró detalles cargados de capacidad expresiva. El embrujo terminó cuando el impasible Morante se eternizó con el acero, a tal punto que escuchó un aviso.
‘El Payo’ tuvo que enfrentar en primer lugar a un toro que parecía reparado de la vista y con el que poco pudo hacer, aunque su faena duró más que la trilogía de ‘El Padrino’.
Empezó con algunos ayudados y siguió por derechazos, intentó por el imposible pitón izquierdo, pero sin conseguir algo rescatable. Cuando parecía que la faena terminaría, volvió a los derechazos hasta agotar la paciencia de todos los asistentes.
Con su segundo -el mejor de los que mandaron los ganaderos de Barralva- comenzó su faena de muleta algo desconfiado y a la defensiva, pero conforme se fue asentando logró dibujar muletazos de muy buena factura. La faena creció en intensidad hasta que de pronto el lujoso telonero de la noche, se convirtió en el protagonista principal de la función.
Con la onza de su lado y el público rendido a su toreo, el diestro queretano trazó algunas tandas más de pases diestros muy templados y largos que calaron, mismos que remató con algunos adornos de su firma.
No todo el alboroto se debió a la faena de ‘El Payo’. También influyó la desilusión de no ver un triunfo en la emblemática fecha, y a Baco, el dios de los caldos espiritosos que también ayudó un poco en ese punto de la noche.
Con el triunfo en la espuerta y algunos gritos de ‘torero, torero’, El Payo tuvo la osadía de arruinar su obra cumbre con la espada. Fue una pena ver cómo se le escapaba el triunfo conforme transcurrían los pinchazos.
Al final, las grisuras ya eran negras en la noche capitalina cuando los diestros abandonaban la plaza y, al cruzar el redondel, volvió El Payo a recibir las ovaciones del público; pero esta vez no eran sólo un testimonio de solidaridad, sino también un homenaje que le rendía a su torería la afición de la Plaza México.
Es lo que digo yo.
Twitter @LuisCuesta_
Ficha del festejo:
Plaza de Toros México corrida del aniversario 67. Casi lleno en las localidades numeradas. Tres toros anovillados de San Isidro; Primero, segundo, tercero y tres bien presentados de Barralva. Excepto primero y sexto, el resto descastados e inválidos. Todos sospechosos de pitones. El Zotoluco, ovación con saludos y silencio. Morante de la Puebla, pitos y ovación tras aviso. El Payo, silencio y ovación. Incidencias: Destaco en varas Nacho Melendez en el cuarto.
6 respuestas a “Plaza México 17ª Corrida de la Temporada, Aniversario 67: Palo de Espadas.”
AMIGOS DE SOL Y SOMBRA POR ESTE MEDIO EXPRESO MI MAS ENÉRGICA PROTESTA Y ENOJO A LA VEZ, DÍGANME ALGO YO SOY DE ORIZABA Y POR PRIMERA VEZ ACUDÍ A UNA CORRIDA DE ANIVERSARIO DE LA GLORIOSA PLAZA DE TOROS MÉXICO, PERO COMO ALGUIEN DIJERA, (QUE ALGUIEN ME EXPLIQUE) COMO ESTA ESO DE QUE POR NINGÚN LADO HABIA BOLETOS Y LA PLAZA SOLAMENTE TUBO MEDIA ENTRADA EL BOLETO DE 200 PESOS LO PAGUE A 400 POR QUE ESCONDIERON LOS BOLETOS, VALLA JALADA ESTOY MOLESTO Y LES PIDO UNA DISCULPA YO SE QUE USTEDES NADA TIENES QUE VER ES MI SENTIR Y NADA MAS, SALUDOS
Don Ruben,
Desgraciadamente en cada corrida en la que se augura una buena entrada pasa esto, el aficionado taurino esta desprotegido por las autoridades que hacen caso omiso de sus quejas y lo peor de todo permiten estas situaciones, asi como la reventa.
Pero el que calla otorga. Saludos.
De SOL y SOMBRA.
A Don Oscar López Gamboa: De acuerdo con todos sus comentarios. Yo sólo agregaría que no todas las peñas son positivas. Ahora, en la México, han surgido dos o tres peñas que quieren ser protagonistas, y robar protagonismo a quienes son el eje de la Fiesta: Ganaderos, matadores y subalternos. Esos coros de alcoholizados, después de gritar un “Uno, dos, tres”, dan el nombre de “su” peña, sólo para que otros aficionados, o sus contrapartes, les silben recordándoles a sus progenitoras. Me pregunto: ¿No habrá manera de callarlos? En cuanto a los “jumentos” (pido perdón a los asnos), es decir, a los comentaristas de la TV-Unicable, yo opto por bajar el volumen en un 90 por ciento para no tener que escuchar sus rebuznidos; ojalá y pudiera quedarme sólo con el sonido del medio ambiente de la plaza. Y me hago otra pregunta: ¿No sería posible hacer una convocatoria de aspirantes a cronistas de las corridas? Yo creo que entre mas de 100 millones de habitantes que tiene la República Mexicana saldrían por lo menos media docena de candidatos altamente capacitados para narrarlas.
Mi estimado Luis: ahora si discrepo bastante en la crónica de la corrida, utilizando tu misma Frase final voy a comentarte como “lo digo yo” si no es molestia.
Empecemos por Orden de importancia, según mi parecer:
El ganado, los 6 toros justos de presencia, a mi parecer no anovillados, el primero de San Isidro fue un toro Noble que se dejó torear, los demás ni que comentar, coincido con que el primero del El Payo estaba reparado de la vista y sin malas ideas. Los de Barralva bien presentados, buenos el tercero y sexto, noblote el quinto.
En cuanto a los espadas por orden de Alternativa:
En el Primero pudimos ver a “Don Elulalio López”, el “maestro”, corriendo la mano serenamente, con un valor medido y en ocasiones con arte como en esos Desdenes, una pena que lo haya pinchado, tanto así que mereció el arrastre lento el toro. Ese es el Torero que deberíamos tener cada tarde que se presenta…en fin. En su segundo, un toro bravo que se llevó un gran puyazo de Don Ignacio Meléndez, en el cual apareció “el Zotoluco” con ese toreo acorrientado y de efectos en el tendido que en lo particular no es de mi agrado, para mí ese Toro necesitaba que se le amoldara la cabeza, si con doblones pero templados y no castigándolo a trapazos como fue el caso, en fin una pena.
En cuanto al Maestro de la Puebla, yo no lo vì desangelado ni apático como lo comentas, por el contrario, aunque efectivamente el exigió el ganado y en eso llevó la penitencia, creo que estuvo esforzado con dos toros a contra estilo, dejó detalles que son dignos de una pintura, esas medias verónicas y ese quite, así como un par de tandas por derecha e izquierda par mí hicieron que el parné fuera invertido y no gastado. Hoy leía un twitt en donde decían que lo mejor de una tarde de toros es lo que se lleva en la retina y con eso me quedo. Cabe mencionar que tenía listo un toro de regalo el cual se rehusó a aceptar a pesar de la insistencia de su apoderado Barrera.
Por último El Payo, con su primero que coincido, para mí estaba reparado de la vista se pasó de faena, con su segundo muy poco pudo hacer pero con el que cerró plaza me parece que realizó una faena grande, que de haber metido la estocada al primer viaje (y no al tercero) hubiera salido a hombros de la plaza con un par de orejas en la espuerta. Fue una faena de cabo a rabo, llena de valor y templanza, hubo momentos de mucho aguante en terrenos complicados, toques de muleta por la espalda para ligar los derechazos etc. En fin creo que El Payo se va reencontrando poco a poco y si sigue por ese camino habrà que seguirlo viendo.
Te mando un abrazo y repitiendo tu frase “así lo digo yo”, un simple aficionado quien por cierto no prueba una gota de alcohol en el tendido
Mi querido doctor creo que en todo concordamos o en casi todo. Los de San Isidro me parecieron anovillados para una Plaza de primera categoría, muy justitos y sin cara.
Morante apático en sus maneras en el ruedo, pero con su segundo tuvo momentos muy importantes, aunque también por momentos me parecía que no le termino por encontrar la distancia adecuada que pedía el de Barralva, que era sosito, pero me quedo la sensación de que podía hacer algo mas. Con el capote soberbio.
En cuanto al Payo creo que especifico en la crónica que estuvo muy bien con el sexto, aunque hay que tomar en cuenta que su faena tardo en romper, pero en cuanto lo hizo logro su segunda mejor faena en esta plaza, por bajo de su primera actuación en la que también estuvo enorme. Fue una pena que fallara con la espada porque era quizás de dos orejas.
No podemos negar que el dios Baco siempre influye en estos festejos “masivos”
Los de Barralva bien presentados, pero solo el sexto me gusto, el cuarto bravo (aunque también desarrollo genio), el quinto muy soso pero con cierta nobleza.
Un abrazo.
Luis Cuesta.
Inserto un artículo que hice llegar a Luís Cuesta, y que por no sé que razones, no lo publicó y que es todo un reflejo de lo que él comenta en su reseña de la corrida de aniversario de ayer en la México.
Óscar López Gamboa*
¡LOS EXTERMINADORES DE LA FIESTA!
De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, la palabra Extermina, tiene las siguientes acepciones: primero.- Acabar del todo con algo, segundo.- Desolar, devastar por fuerza de armas (en este caso, no se ha llegado a eso) y tercero.- Echar fuera de los términos, desterrar. Y esto es precisamente lo que está sucediendo desde hace ya mucho tiempo en la fiesta de los toros, en especial en nuestro país y cada día que pasa, sé manifiesta más y más, el ¡Exterminio! en dicho espectáculo propiciado éste por los principales protagonistas que son: matadores, ganaderos, empresarios, subalternos, comentaristas y/o cronistas y por último aficionados.
Matadores.- Los llamados “Figuras Extranjeras como también las nuestras”, cada vez que se contratan, exigen primeramente el tipo de ganado que habrán de lidiar y posteriormente sus alternantes; en cuánto al ganado tiene que ser éste, de ganaderías cómodas y para nada de las conocidas como duras pues, va de por medio su prestigio de lo que presumen ser es decir “figuras” la gran mayoría de los matadores por no decir todos, sé han olvidado que su oficio es precisamente el de lidiar toda clase de toros de lidia también denominado toro bravo, nombre con el que se designa a los especimenes macho de una heterogénea población bovina, ya que ésa es la esencia de ésta fiesta; es entendible, que piensan en el mayor éxito posible en el desarrollo de su quehacer taurino, o la ahora llamada su tauromaquia, sin importarles en lo más mínimo lo que piense o sienta el aficionado viéndoles “triunfar” ante astados ausentes de bravura, fuerza y edad, amén de cornamentas ofensivas es deplorable verlos hacer prácticamente un toreo de salón, con toros que no representan el mayor peligro en la ejecutoria de su lidia, ante la algarabía de los aficionados en los tendidos que gustan ahora de ese tipo de faenas y, por lo que respecta a la suerte de varas, puede decirse que está por desaparecer ante precisamente la mansedumbre, invalidez y debilidad que acusan los toros de lidia al ser llevados al caballo, únicamente para cumplir, en lo que hoy se ha convertido ésa hermosa suerte, en un simple ¡protocolo! qué tiempo atrás, era la suerte más importante de la lidia, pues, en ella sé ponía a toda prueba la bravura de los toros.
Ganaderos.- Que antaño para ellos lo más importante era cuidar el prestigio de su casa ganadera es decir su Dehesa, Nombre y Divisa de la cual, provenían sus toros que eran celosa y cuidadosamente criados, buscando afanosamente por sobre todas las cosas inherentes a su crianza, la ¡bravura Primigenia!, qué debe tener el bovino de lidia para lo cual es criado desde mediados del siglo XVII, y de manera organizada a fines del siglo XVIII, con lo que fueron las ¡castas fundacionales! Vazqueña, Cabrera, Navarra, Jijona yVistahermosa así pues, el toro actual puede considerarse el resultado del trabajo de selección, que data de aquellas castas, mediante la prueba de tienta a fin de elegir ejemplares dignos para su lidia y orgullo del ganadero. Todo eso hoy en día, es pura historia de la que menos les importa a los actuales criadores de toros dizque de bravo; salvo honrosísimas excepciones lo que hoy les interesa primordialmente a los actuales ganaderos, es vender para novilladas y corridas, todo lo que nace de machos en su dehesa y todas las hembras nacidas, para vientres sin importarles, el fracaso de los encastes y cruzas que hagan para el desarrollo de aquellos críos pues al fin y al cabo, es un negocio del que hay que sacar el mayor provecho posible de igual manera, su interés principal, ha sido en los últimos años, rebajar tanto la bravura de sus toros, para convertirlos en reses dúctiles y manejables como sí fueran animales “amaestrados” o como dice por ahí constantemente un despistado comentarista de televisión toros “obedientes” ; y con ese tipo de animales, estar siempre en la gracia de las “figuras y empresas”, para la demanda de sus productos. Hoy en día pues, el afán de esos productores de carne, es precisamente producir un bovino que no tenga casi bravura ni fuerza y eso sí con mucha nobleza como ahora le dicen a la mansedumbre “borreguna”, de la que presumen ahora esos criadores, que embistan que ya es un decir pues, la mayoría de estos nuevos toros caminan sin la mayor intención de herir al matador porque les hace falta precisamente la bravura y fuerza suficiente para hacerlo pues, ya se las quitaron con tanto manoseo ¡Genético!
Empresarios.- Estos “amafiados” con algunos matadores y ganaderos, son el mal principal que lentamente está exterminando la Fiesta de los Toros sin importarles siquiera, que con el noble patrocinio de los aficionados y también de aquellos que no lo son tanto, permiten que siga existiendo dicho espectáculo aún cuándo no cumplen aquellos, cabalmente con su compromiso Ético y Moral, para con ése espectáculo del que sé supone están comprometidos para Lucrar y Vivir de él con Honradez. El empresario generalmente procura dar corridas o novilladas, con los encierros de los ganaderos con los que está en “contubernio” de ahí que en su plaza o plazas que tenga la empresa, siempre se verán lidiar toros de esos ganaderos aunque no sirvan, pagando lo más bajo posible por ellos, cobrando inclusive a algunos toreros por torear en sus plazas, pagándoles en ocasiones si bien le va los gastos, algunos empresarios, compran encierros baratos y de mala procedencia, evaden impuestos y pagos por servicios de plaza, cobran por la venta de esquilmos a quienes pretenden vender fuera de sus plazas, quedan a deberle honorarios a los toreros sí es que estos cobraron algo y, a algunos ganaderos, también los “jinetean” algunos meses para liquidarles el encierro que en la mayoría de los casos, los obligan a venderles sus toros fiados; sino no sé los compran.
Subalternos.- Muchos integrantes de esta agrupación sobre todo los que están en el comité ejecutivo de la misma, acaparan la mayoría de las corridas colocándose con los mejores toreros extranjeros y nacionales inclusive, rebajando en lo “oscurito” el costo de sus honorarios, dejando así, con escasas oportunidades de trabajo al resto de los agremiados que sé supone, deben tener el mismo tipo de oportunidades en las principales plazas del país, relegándolos a estos últimos, a cosos de pueblos y rancherías. Igualmente existen en la actualidad en esa organización, miembros que se resisten al retiro pues ya están muy viejos y lo único que causan, es “pena ajena” ya que su oficio y facultades, deja mucho que desear.
Comentaristas y/o Cronistas.- Muchos de ellos son “heraldos” sometidos a favores “pecuniarios” tanto de toreros, ganaderos y empresarios, para cantar cuán “Juglares “, las hazañas “homéricas” qué sus benefactores quieren que proclamen y así éstas “plumas y voces”, omiten cobarde y deliberadamente la verdad de todo lo que sucede en ese medio, ante el peso irrefutable de un ¡Denario! Somos muy escasos quienes nos atrevemos a denunciar so pena de ser “estigmatizados” por ésa “mafia”, a levantar la voz de la “podredumbre” que existe en la Fiesta de los Toros.
Aficionados.- Estos entre los que me incluyo, debemos tomar la valiente decisión por convicción propia, de poner un hasta ¡Aquí! , a tanto atropello que corrida tras corrida, cometen los profesionales del toreo, con los espectáculos que nos ofrecen; simplemente, dejando de asistir a sus plazas. Estoy consiente que es harto difícil que esto último suceda pues, la mayoría de nosotros, no podremos sustraernos de ello. También hay aficionados agrupados en peñas taurinas, que hacen labor en pro de la fiesta y su honradez, haciendo peticiones muy formales a empresarios, toreros y ganaderos, para que cumplan cabalmente con los ¡Cánones! Más elementales del espectáculo taurino; siendo probablemente sus exigencias, oídas más no escuchadas por aquellos convirtiéndose aquella noble y digna petición, en una mera ¡Utopía!
Febrero 01 de 2013,
*Ex Juez de plaza Calafia y comentarista de Grupo Radiorama.