El apunte tapatío – Tarde para la reflexión en la Perla, ¿Y los novilleros?

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Por Luis E. Carvajal.

La perla tapatía estaba gris desde antes de las 5 de la tarde, con un cielo encapotado que ofrecía un ambiente por de mas solemne, como premonición a lo que avecinaba y que resultó el trago amargo de una novillada donde el factor común fue paradójicamente algo común en las actuales filas novilleriles; la falta de rodaje.

Ante aproximadamente 2,000 personas se presentó un encierro de Real de Saltillo con volumen y cara (a excepción del 5to que fue duramente protestado) dejando en claro la seriedad que el ganadero Carlos Peralta le da a esta plaza.

El juego del ganado fue bastante desigual sin embargo el primero fue muy potable, así como el corrido en segundo lugar, que en una tercia más experimentada seguramente hubieran sido mas aprovechados.

Abrio la tarde el capitalino Paulo Campero, que afrontaba un fuerte compromiso en Guadalajara al ser el mas experimentado de la tercia, con la obligación de responder a una petición de oportunidad que hace un año le
solicito a la empresa, lanzándose como espontáneo a la mitad de un festejo.

Y bueno aquello que tanto buscó se le cumplió, solo que pasó con mas pena que gloria ¿En su debut y despedida? por la Nuevo Progreso, ya que tristemente a Paulo Campero se le vio por debajo de sus dos enemigos dejando una terrible impresión y saliendo abucheado en los dos novillos de su lote.

Por si esto no fuera suficiente tuvo que lidiar el astado que hirió a Alejandro Lima, con el que se puso pesado con el acero para terminar con una fuerte bronca de parte del tendido.

Campero tuvo en sus manos a uno de los mejores novillos de la tarde, el lidiado en primer lugar, un novillo noble que pedía una muleta firme, lo cual nunca pasó entre las dudas que invadieron al capitalino.

La desconfianza y falta de valor que demostro Paulo fue desconcertante y quizás mas de alguna academia de baile le daría una beca.

Yo me pregunto ¿hacia dónde va la carrera de algunos jóvenes que se pasan año tras año sin pena ni gloria toreando en algunas plazas de la república? Por lo visto en algunos casos como el de Paulo Campero, hacia el olvido o continuar con mas dignidad en el medio, pero en las filas de los subalternos.

Alejandro Lima “El Mojito” es un joven apadrinado por Uriel Moreno “El Zapata” que ya hizo su presentación en La México, pero la verdad es que fue un completo suicidio pensar que tendría el rodaje suficiente para venir a Guadalajara.

El de Tlaxcala tuvo la oportunidad de triunfar con el primero de su lote, pero no logro estructurarle nada importante a un novillo que exigía un grado mayor de técnica, a un joven que al día de hoy solo irradia voluntad.

Hecho a la medida del aficionado que gusta de un concepto mas tremendista, “El Mojito” anduvo -como Campero– a la deriva con el segundo de su lote, al grado de que el novillo hizo por el provocandole una dura cornada en el muslo derecho.

Y todo esto a pesar de que recientemente la administración de La Nuevo Progreso dejo en claro que solamente los jóvenes mas preparados se harían presentes en las novilladas de esta ciudad.

El tercer espada, el venezolano Tomas Martínez, dio una vergonzosa demostración en algunos pasajes elementales de la lidia de una res brava. Mal por las cuadrillas y por la administración del venezolano.

Al igual que sus dos alternantes tuvo en el último novillo de la novillada el plato servido para conseguir una repetición, ya que tenia al público expectante y de su lado, sin embargo no logro entender al manso corrido en sexto lugar, que lo único que pedía era mando en la mano diestra para embestir como Dios manda, pero no fue así; termino rajándose y el joven se desvivió en intentar detalles sueltos y torear al público, que por poco termina en la devolución del novillo a los corrales por sus fallos con la espada.

Lo triste es que se volvió a cumplir lo que mencione la semana pasada, si algo falta en nuestra fiesta brava además de la personalidad, es la
ausencia de algunos principios básicos de técnica en la mayoría de los jóvenes.

Resulta desesperante ver a novilleros volteando minuto a minuto al callejón en busca de sus apoderados, tratando de encontrar una solución a sus faenas, nadie dice que el camino de un novillero es fácil, pero de que otra forma van a lograr entender la difícil profesión sino es analizando en cabeza propia las dificultades del novillo que tienen enfrente y lo peor es que parece que se les olvida que están en una plaza de primera categoría.

Más allá de una tarde triste, fue una tarde de reflexión para todos desde aficionados, novilleros, cuadrillas, apoderados y empresa.

Ojalá que el Lic. Alfredo Sahagun tome cartas en el asunto y haga un análisis más profundo de quiénes son los jóvenes espadas que pueden presentarse en esta plaza y poder aspirar a tener por lo menos una digna actuación. Aunque sabemos que la caballada esta flaca.

Por último es importante mencionar el esfuerzo que está haciendo la empresa por involucrar a juventud en la fiesta brava, pero la pregunta que le haría al empresario es ¿Se quiere tener público joven o afición joven? Como dice el dicho “A ver a un velorio y a divertirse a un fandango” yo pondría por encima la calidad sobre la cantidad, pero pocas empresas se ven interesadas en crear una cultura taurina entre los más jóvenes, no vaya a ser que pidan un espectáculo que valga la entrada ¿verdad?.

Twitter @luiscarvajal0

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