La empresaria taurina participa hoy en el debate ‘Toros, ¿un buen negocio para España?’, que será moderado por el director de ‘La Verdad’, Alberto Aguirre de Cárcer. Mar Gutiérrez Secretaria General de la Asociación. Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos.
Por Eneas G. Ferri.
Mar Gutiérrez es de las mujeres muy conocidas en el mundo del toro. Desde la secretaría general de la Asociación Nacional de Organizadores de Eventos Taurinos (Anoet) investiga y analiza todos los aspectos económicos que rodean a la tauromaquia española. Su trabajo no es el capote, ni lo es el toro. Sin embargo, sus estudios sirven tanto a los diestros como a los ganaderos a que el negocio que rodea el arte y la tradición sea beneficioso para todos.
– Viene a Alicante para participar del seminario organizado por Casa Mediterráneo titulado ‘Toros en España: Tradición, Arte y Economía. ¿Qué le parece esta iniciativa, que acogerá a reconocidas figuras del toreo?
– Me parece magnífica. Es necesario hablar las cosas para mejorarlas. El debate es primordial en todos los foros y, por supuesto, en los toros también. Hay que debatir y trabajar para ir todos unidos y mejorar la situación de esta actividad que es original de España y es nuestro valor. Cuanto más se hable, menor.
– ¿Son los toros un buen negocio?
– Es un negocio. El resultado dependerá de cómo se ejecute. Este negocio genera riquezas de manera directa, indirecta e inducida. En términos directos estamos los organizadores, los toreros y los ganaderos. Pero también se debe tener en cuenta al público, a las administraciones y, en general, a la imagen de un país. ¿Qué sería de zonas como la Comunidad Valenciana sin ‘bous’? Hay datos de economía sumergida, pese a ser, precisamente sumergida. Económicamente hay que medir con precisión ferias como las de San Fermín o de Fallas, para saber a cuántas personas llegaría el beneficio. Es un buen negocio, sí. Pero se debe medir mejor.
– ¿Qué papel desempeñan los organizadores de eventos taurinos?
– En un supuesto organigrama general, los empresarios están en el centro. A un lado tienen a los toreros y ganaderos y al otro a la legislación, las administraciones, la prensa, el público… La labor de los empresarios es ser el nexo de unión de todos estos actores.
– ¿Cómo describiría la situación actual de los toros, tras unos años de crisis a los que se sumó cierta polémica?
– Últimamente está mejorando la situación, pero aún así, debe evolucionar. La sociedad ha evolucionado y los toros no. Los toros deben situarse en la sociedad de hoy. Se habla del sector taurino del Siglo XXI, pero no ha llegado todavía a eso. Por eso, debates como el de Casa Mediterráneo deben servir para reconocer cuáles son las dolencias del sector y buscar las medicinas que necesite. Antes y después de la crisis, se ha tenido olvidado que en cualquier negocio lo más importante es adaptarse a la demanda.
– ¿Se ha notado el apoyo manifestado por el actual Gobierno?
– Sí. Lo valoro muy positivamente. Participo de varias mesas organizadas por el Ministerio de Cultura donde se debaten temas importantes como la normativa o las escuelas. Hay que revisar, por ejemplo, que la legislación es muy distinta según autonomías y eso supone a los empresarios encontrarnos con muchos pliegos de condiciones auténticamente abusivos. Hay que marcar una legislación concreta, que haga más libres a los empresarios, más seguros y que haga más fácil la actividad económica. De momento, la intención de mejorar las cosas es manifiesta y esperamos que sigan mejorando.
– ¿Cuáles son las principales trabas con las que se encuentra un empresario para organizar un evento taurino?
– Principalmente los pliegos abusivos que nos encontramos ante la falta de una legislación que los agrupe. En determinados casos hay que realizar doscientos papeleos y, en el espectáculo, somos convidados de piedra. Es como si alguien organiza un teatro y un empleado de la administración le dice donde sentarse, como se sienta el público y recriminara a los actores los fallos de escena o de texto. La originalidad para los empresarios se queda en el color del cartel.
– ¿Qué opinión le merece la situación en Cataluña?
– Diría que es un pataleo de niños. Es pueril. Allí todo lo que huele a España es malo. Hay prohibición de toros en la plaza pero no en la calle. Y si hay aficionados a los toros en la calle, los hay para ir a las plazas. Creo que es una involución para ellos.
– ¿Hay toreros que son un negocio seguro?
– Seguro diría que solo José Tomás. Después hay muchos que son muy buenos y son casi negocio seguro, pero dependería de la comunidad autónoma, tendrían un poco más o menos de seguridad. Manzanares aquí o Morante en Andalucía son seguros. Al contrario, casi.
– ¿Qué opina de Alicante dentro del mundo de toro?
– Es una plaza muy bien gestionada. Quizás podría tener un poco más de libertad para programar de no estar gestionada por la administración, pero Manzanares le ha dado mucho tirón. Es un ejemplo de que ahora los toreros ya no van por un lado y el público por otro, como pasaba antes.
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