Pachuca: Triunfal resurrección de Silis como torero.

Por Juan Carlos Valadez para De SOL y SOMBRA.

Pachuca, Hidalgo .- Juan Luis Silis, reapareció esta tarde en la plaza Vicente Segura de Pachuca. Y, en verdad, que no defraudó. Lidió con suficiencia y facultades por momentos, se gustó con capote, muleta y gozó de una merecida y emotiva tarde de gloria en un ambiente amable, rodeado de amigos, partidarios y muchos nuevos admiradores que presentaron sus respetos a este humilde torero que estuvo a punto de perder la vida hace unos meses en este ruedo.

Con su primero se le vio sereno, muy dispuesto y como no, si toda la corrida fue de bonitas hechuras y algo anovillada, como corresponde en cada tarde en donde aparece el domador de cabras mansas mejor apodado como El Juli.

Silis lo toreó con gusto instrumentadole unas garbosas verónicas, una media de cartel y un jaleado quite por gaoneras. Con muleta en mano, fue un torero nuevo, tenia motivos, ciertamente para ello, pues su oponente, escaso de fuelle y recorrido cansino, le permitió un par de tandas de derechazos trazadas con sabor torero. Mato de estocada entera y se llevo dos orejas.

Ante su segundo, que era el toro mas hecho del encierro, Silis acuso una normal falta de sitio y de recursos. Todos pasamos las de Caín cuando en un momento de la faena sufrió un arropón, afortunadamente sin consecuencias.

Enrabietado regreso a la cara del toro y culmino con una estocada tendida que redujo el premio a una cariñosa oreja.

Joselito Adame no salió en hombros de la plaza junto a Silis porque lo dejaba el avión que lo iba a llevar rumbo a Madrid, ya que en los próximos dias actuara en la feria de Sevilla.

Ayer José anduvo con sitio y temple, pero por momentos demasiado “eléctrico” y rapidillo. Pero independientemente de gustos y conceptos, el máximo heredero de las glorias de Eloy Cavazos anda de vena y sigue por el camino del triunfo.

El que ha estado fatal y ha tenido una actuación para el olvido ha sido El Juli. Mal hacen todos aquellos que le siguen el juego a este muchacho que ilusamente se quiere comparar con Belmonte.

Un Belmonte moderno que abre las piernas como una uve mayúscula invertida y le atiza al toro unos mantazos rectilíneos en los que ni el bicho ni su matador se comprometen, ya que el fin de su tauromaquia es conseguir que los animales que selecciona lleguen a la muerte tan frescos como cuando salieron del chiquero para engañar al público soberano, haciéndoles creer que ese estúpido remedo de destoreo tiene algo que ver con el buen toreo. ¿Y es que acaso no hay nada bueno o reseñable en el toreo del Belmonte de San Blas? Sí lo hay. Que tiene temple pero se torea como se es.

Ayer el de San Blas mato tres toros y solo pudo intentar justificarse del error que ventajosamente comete en todas sus actuaciones y que radica en pedir siempre toros de ganaderías en donde la bravura es casi un milagro.

Abrió el festejo la caballista Mónica Serrano con un novillo de Pepe Garfias.

El resto del encierro se compuso de seis “toros” de Fernando de la Mora, que mando una corrida desigualmente presentada, inválida, descastada, de esas que no ofrecen la seriedad que da el toro bravo y espantan la emoción del publico. El Juli regalo uno de Torreón de Cañas.

La plaza para la especial ocasión registro una buena entrada.

Ficha: Plaza de toros Vicente Segura de Pachuca. Toros: un novillo para rejones de De Santiago, seis de Fernando de la Mora y uno de Torreón de Cañas.

Mónica Serrano, palmas.

Julián López “El Juli”, silencio, silencio y leve division en el de regalo.

Joselito Adame, oreja y dos orejas.

Juan Luis Sílis, dos orejas y oreja.

Los forcados de Hidalgo fueron ovacionados en su pega.

Twitter @Twittaurino

Foto: Suertematador.com