Julio Cortázar acudia siempre que podia a las plazas de toros y trataba de seguir la actualidad taurina. El genial autor argentino hacía incluso menciones en sus obras. Así pues, podemos encontrar varios pasajes de su obra más conocida, Rayuela, en la que el personaje Perico Romero hace mención a la Fiesta.
También en sus cuentos se aprecia su interés por la tauromaquia. En un pasaje de “Lucas, sus clases de español”, capítulo perteneciente a la primera parte de “Un tal Lucas”, Cortázar hace un extracto de una crónica taurina publicada por Joaquín Vidal en El País. El texto de Vidal era utilizado por un profesor para enseñar español – Revista Aplausos.
Por Guillermo Rodríguez.
Ayer hace un siglo nació Julio Cortázar, el incomprable autor de ese texto monumental “Rayuela” que ha marcado varias generaciones.
Julio Florencio Cortázar fue un escritor, traductor e intelectual de nacionalidad argentina. Optó por la nacionalidad francesa en 1981, en protesta contra el gobierno militar argentina. Nada se le escapó en su fructífera existencia.Ese hombre ordenado, alto, corpulento que nunca dejó ser niño.
«A todo esto ya habíamos visto dos corridas de toros, y estábamos Glop y yo convertidos en dos aficionados entusiastas. Se podrá hablar un día entero de la decadencia de la tauromaquia, de lo mucho que hay de malo, las famosas homilías sobre la crueldad, etc., pero hay algo que queda en pie, y es la hora de la verdad, es ese momento en que toro y torero están solos y toda la plaza guarda silencio hasta el minuto perfecto del torear ceñido, y los “olé” que festejan sucintamente cada cita y cada pase».
No es raro que la Fiesta haya impresionado a una persona de una sensibilidad estética tan refinada como Julio Cortázar, que subraya «la hora de la verdad»: ese concepto básico de la Tauromaquia, que dio título a la película de Francesco Rossi sobre Miguelín.